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EE.UU. primero, y amurallado

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La frontera entre México y EE.UU. tiene 3.200 kilómetros. Foto: AFP
View of the border line between Mexico and the US in Tijuana, northwestern Mexico on January 25, 2017. US President Donald Trump will take a first step toward fulfilling his pledge to "build a wall" on the Mexican border Wednesday, as he rolls out a series of immigration-related decrees. / AFP / GUILLERMO ARIAS MEXICO-US-BORDER MEXICO-US-BORDER
GUILLERMO ARIAS/AFP

Un decreto da luz verde al muro con México y otro corta fondos a las ciudades santuario que protegen a inmigrantes.

Donald Trump lo hizo. Ayer miércoles firmó los decretos para construir un muro en la frontera con México y tomar medidas en contra de las ciudades que protegen a inmigrantes ilegales, avanzando con rapidez en sus planes para frenar la inmigración.

El decreto determina que el secretario de Seguridad Interna debe tomar "las medidas apropiadas para planificar, diseñar y construir de inmediato una pared física a todo lo largo de la frontera sur" con México. Eso deberá hacerse "utilizando los materiales y la tecnología apropiada para alcanzar de forma más eficaz el completo control operacional" de esa frontera.

En un discurso ante empleados del Departamento de Seguridad Interna, Trump dijo que el secretario de ese organismo, "trabajando en conjunto conmigo y mi equipo, comenzará de inmediato la construcción de un muro en la frontera. Lo necesitamos mucho"

El decreto también determina que el Departamento de Seguridad Interna tome medidas para "destinar los recursos legalmente disponibles" para "construir, operar o controlar instalaciones para detener extranjeros en o cerca de la frontera terrestre con México".

A pesar del tono de sus declaraciones y del explosivo proyecto, Trump dijo estar seguro que las relaciones entre Estados Unidos y México "van a mejorar".

"Trabajando juntos en comercio positivo, fronteras seguras y cooperación económica estoy seguro que podemos mejorar la relación entre nuestras dos naciones a un nivel que no se ha visto en mucho tiempo. Pienso que nuestras relaciones con México van a mejorar", dijo.

La medida también veta la liberación de inmigrantes ilegales detenidos y mantiene la prioridad de deportación para inmigrantes con antecedentes criminales.

El mandatario firmó también este miércoles un segundo decreto que se propone reforzar la vigilancia migratoria en el interior del país. De acuerdo con el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, el gobierno "eliminará recursos federales para las llamadas ciudades santuario y ciudades que dan abrigo a inmigrantes ilegales".

Se trata de ciudades donde las autoridades se niegan a arrestar y entregar para deportación a inmigrantes en situación irregular. Esos "santuarios" suman unos 300 y están diseminados por prácticamente todo el país.

Por el decreto firmado este miércoles, el Departamento de Seguridad Interna deberá "asegurarse" que las jurisdicciones santuario "no sean elegibles para recibir ayuda federal" mientras brinden un espacio seguro a inmigrantes ilegales.

Antes de la firma de los decretos, en declaraciones a la red de TV ABC, Trump había dicho que la construcción del muro comenzará "tan pronto como podamos hacerlo", posiblemente en los próximos "meses", aunque añadió que "con seguridad la planificación comenzará de inmediato".

Partes de esa frontera ya tienen una cerca e incluso hay tramos con una enorme barrera, pero Trump pretende cumplir su promesa de campaña de hacer un "bello muro" en toda la extensión de los 3.200 kilómetros para frenar el ingreso de inmigrantes ilegales. Trump dijo a la red ABC que Estados Unidos "recibirá de vuelta el dinero (por el muro) en una fecha posterior mediante cualquier transacción que hagamos con México".

Las reacciones a los decretos presidenciales no se hizo esperar.

En Washington, el senador Ben Cardin emitió una nota donde recordó que el nuevo secretario del DHS, el general John Kelly, al ser interrogado por el Senado, admitió que el muro no funcionaría.

El proyecto de construir el muro es apenas "un esfuerzo para derrochar miles de millones de dólares de los contribuyentes en un muro que hará poco para mejorar la seguridad del país", dijo Cardin.

Nueva York, la ciudad más diversa y segura de Estados Unidos, resistirá la decisión de Trump de castigarla por proteger a sus inmigrantes de la deportación, aseguró el miércoles su alcalde, Bill de Blasio. "Protegeremos a toda nuestra gente sin importar de dónde vienen y sin importar su estatus migratorio", dijo de Blasio en una conferencia de prensa convocada a las prisas. El alcalde demócrata sostuvo que el decreto firmado por Trump para cortar fondos a las "ciudades santuario" será "contraproducente" porque afecta directamente a la policía y tornará la ciudad menos segura.

El decreto "retiene dinero de la policía de Nueva York, una acción injusta que podría provocar un distanciamiento entre esta y la comunidad", advirtió de Blasio en una conferencia de prensa.

Podría restar a la policía de Nueva York 150 millones de dólares anuales, sobre todo en financiación contra el terrorismo, alertó el jefe de la policía James ONeill.

"No destrozaremos a las familias, separándolas. No dejaremos a niños sin padres. No socavaremos la confianza duramente ganada entre la policía y la comunidad", aseguró el alcalde.

De Blasio habló inclusive en español para la población inmigrante que no habla inglés: "Nueva York ha sido un lugar inclusivo desde antes del decreto presidencial y sigue siendo inclusivo", sostuvo. "Esta orden no puede cambiar lo que somos. Somos una comunidad de inmigrantes y la ciudad de la oportunidad", aseveró. "Somos todos Nueva York".

En tanto, un grupo de congresistas demócratas recalcaron la importancia de la cooperación entre Estados Unidos y México.

Los legisladores Norma Torres y Tony Cárdenas, de California; Eliot Engel, de Nueva York; Albio Sires, de Nueva Jersey; Joaquín Castro, de Texas, y Jim McGovern, de Massachusetts; trasmitieron ese mensaje de apoyo mediante una carta enviada al embajador de México en Estados Unidos, Carlos Manuel Sada.

Los firmantes apostaron por continuar la "amistad y apoyo" entre los países, como se ha demostrado con la cooperación en asuntos de "interés nacional", como la reciente extradición del narcotraficante mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán a Estados Unidos.

"Debemos continuar trabajando juntos para fortalecer y reformar las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley. También debemos duplicar nuestros esfuerzos para luchar contra la corrupción", dicen estos congresistas en su carta.

La oposición pide a Peña que no vaya a Washington.

Políticos de oposición en México pidieron al presidente Enrique Peña Nieto que anule su visita del próximo martes a Washington ante la "ofensa" de Donald Trump. "Es un acto que se manifiesta con cierta saña", dijo el senador Armando Ríos Piter, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática. Y planteó que Peña Nieto "cancele la reunión que tenía prevista". La ex primera dama Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón (2006-2012) y quien tiene aspiraciones presidenciales por el Partido Acción Nacional, escribió en Twitter: "El anuncio del muro de @realDonaldTrump previo a la visita de @EPN es una ofensa a México. Se debe reconsiderar la visita. îNOALMURO".

Cuba tiende una mano a Trump aunque no hará "concesiones".

Cuba expresó ayer miércoles su deseo de proseguir un "diálogo respetuoso" con Estados Unidos, ante la amenaza de Donald Trump de poner fin al proceso de reconciliación con la isla.

Al intervenir en la V Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en República Dominicana, el presidente cubano Raúl Castro tendió una mano a Trump, pero advirtió que La Habana no hará "concesiones inherentes a su soberanía e independencia".

"Deseo expresar la voluntad de Cuba de continuar negociando los asuntos bilaterales pendientes con Estados Unidos sobre la base de la igualdad, la reciprocidad y el respeto a la soberanía e independencia de nuestro país, y proseguir el diálogo respetuoso y la cooperación en los temas de interés común con el nuevo gobierno del presidente Donald Trump", dijo Castro.

Trump amenazó con dar marcha atrás a la reconciliación —iniciada en 2015 con el gobierno de Obama tras medio siglo de enemistad— a menos que el gobierno comunista acepte condiciones más exigentes sobre libertades civiles.

Reunidos en Bávaro, vecino de la turística Punta Cana, los presidentes de la Celac debatían este miércoles su primera respuesta conjunta a los desafíos de Trump, materializados ya en el sensible tema comercial.

La frontera entre México y EE.UU. tiene 3.200 kilómetros. Foto: AFP
La frontera entre México y EE.UU. tiene 3.200 kilómetros. Foto: AFP
Trump dio primer paso para construir muro con México
Trump dio primer paso para construir muro con México

VIDEOREUTERS, EFE, AFP/

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