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División por el aniversario de la dictadura

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Hubo convocatorias de rechazo a la postura de Bolsonaro en varias ciudades, aunque no lograron adhesión masiva. Foto: AFP.

BRASIL

Bolsonaro llamó a “rememorar” el golpe; hubo tibios actos y protestas.

Las Fuerzas Armadas de Brasil “rememoraron” ayer el 55 aniversario el golpe de Estado de 1964 mientras organizaciones civiles convocaron a protestas callejeras en contra de cualquier gesto de recordación “positiva” de la dictadura.

El régimen de facto duró 21 años y que hasta hoy divide a la sociedad. El presidente derechista Jair Bolsonaro había llamado a “conmemorar” el golpe y aunque luego matizó la terminología y empleó el verbo “rememorar”, dejó instalada la polémica.

Cientos de manifestantes coreando “dictadura nunca más” salieron a las calles de Brasilia, Río de Janeiro y Sao Paulo, entre otras ciudades. Rechazan el llamado de Bolsonaro, un ex capitán del Ejército que ha defendido el golpe militar de 1964 que derrocó al presidente Joao Goulart.

Ninguna de las marchas fue especialmente numerosa: en Brasilia, se movilizaron unas 400 personas, mientras en Río y San Pablo, los cálculos hablan de 1.500 asistentes respectivamente. En total, medio centenar de organizaciones de la sociedad civil rubricaron una nota en la cual afirman que “una dictadura no se celebra”.

Las protestas tienen lugar un día después que una corte de apelaciones anuló la decisión de otro tribunal de prohibir las reivindicaciones del golpe que instauró una dictadura.

Bolsonaro siguió los eventos desde Israel, donde realiza una visita oficial. No hubo un pronunciamiento oficial sobre el aniversario, pero el Gobierno divulgó un breve vídeo a través de un canal de WhatsApp donde se dijo que “un 31 de marzo” el Ejército “nos salvó” de la “amenaza comunista”.

Controversia

Desde que el lunes el portavoz presidencial, Otávio Régo Barros, afirmó que el presidente pidió que el aniversario del golpe sea conmemorado con “las celebraciones debidas” en los cuarteles, los llamamientos a manifestarse se han multiplicado.

Por su parte, los actos de ayer fueron discretos en los cuarteles, en los que se leyó una nota que dice que “el 31 de marzo estaba incluido en el ambiente de la Guerra Fría” y las Fuerzas Armadas, “atendiendo el clamor de la amplia mayoría de la población y la prensa, asumieron un papel de estabilización” en un “convulsionado” momento político.

Según un informe de la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) -la versión oficial del Estado brasileño sobre el período- publicado en 2014, los “años de plomo” dejaron al menos 434 muertos y desaparecidos, un número de víctimas considerablemente menor al de otros países latinoamericanos como Chile (3.200) o Argentina (30.000, según organizaciones de la sociedad civil).

Pero en Brasil, muchos aún consideran que la dictadura fue un período de prosperidad en el que prevaleció el orden, a pesar de la represión y de que el “milagro económico” que contribuyó al desarrollo del país se frenó con la crisis petrolera mundial de 1973.

Bolsonaro, que asumió el cargo en enero, es el primer presidente de Brasil desde el regreso a la democracia en 1985 en exaltar públicamente el régimen militar, aunque afirma que su llegada al poder no fue por un “golpe”.

En el pasado el mandatario se refirió a la dictadura como una época “gloriosa” en la historia de Brasil. En 2008 dijo que “el error de la dictadura fue torturar y no matar”.

En 2016, durante la votación para la destitución de la presidenta Dilma Rousseff en la Cámara de Diputados, dedicó su voto a un coronel que era jefe de inteligencia de la dictadura y un notorio torturador.

Acuerdo

Desde Jerusalén, Bolsonaro anunció la apertura de una oficina diplomática en esa ciudad, aunque no la embajada como había anunciado.
En conferencia con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, Bolsonaro hizo el anuncio que implica un gesto de acercamiento con el régimen israelí en cuanto Jerusalén es disputada por los palestinos. Estados Unidos, bajo la administración Trump fue el primer país en llevar la casa diplomática a la Ciudad Santa.

“Hemos tomado la decisión de crear aquí, en Jerusalén, una oficina diplomática dedicada a los asuntos económicos”, dijo Bolsonaro.

Según los analistas, el mandatario ultraderechista brasileño debe sopesar los riesgos de perder apoyo de la influyente bancada evangélica si aplaza el traslado de la sede diplomática, o perder mercados en los países árabes si cumple su promesa, enojando así a sus también poderosos aliados del mundo del agronegocio.

Más

El día a día de Lula Da Silva tras las rejas

Cuando se acerca el primer aniversario en prisión del exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva, el diario Folha de Sao Paulo detalló ayer en un extenso informe cómo pasa sus días tras las rejas.

De acuerdo a la publicación, el ex líder sindical vive aislado en un espacio de 15 metros cuadrados en la sede de la Policía Federal en Curitiba, capital del estado de Paraná, en el sur del país.

El dormitorio de Lula no tiene rejas. Se limita a un baño, un armario, una mesa con cuatro sillas, una cinta ergométrica para ejercitarse y un televisor que sólo sintoniza canales de TV abierta.

En los días de semana, por la mañana, conversa durante una hora con su abogado Luiz Carlos da Rocha, “Rochinha”. Durante la tarde, habla con otro abogado, Manuel Caetano, que lo visita todos los días.

“Todo el resto del tiempo permanece aislado dentro del cuarto”, detalla el diario de San Pablo.

Los jueves, recibe a familiares a la tarde. Por la mañana, lo visitan dos amigos, generalmente políticos. Tres veces por semana sale para tomar sol a una terraza.

Se levanta a las 7:00 AM y a las 8:00 un agente le mide el índice de glucemia en la sangre del expresidente, dado que sufre una pre-diabetes. El diario cuenta que Lula come lo mismo que los demás presos. Camina en la cinta casi todos los días y recibió elásticos de gimnasia para fortalcer brazos y piernas.

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