Río de Janeiro estrena el operativo Carnaval 2017 para garantizar la seguridad durante las celebraciones que comenzarán en el sambódromo carioca, apenas un día después de la retirada del Ejército de las calles de la ciudad y coincidiendo con una huelga de la Policía Civil.
El operativo involucra a miles de agentes de la Policía, Cuerpo de Bomberos, Guardia Municipal y a las Secretarías de Salud y Transporte, entre otros departamentos de la administración del estado de Río de Janeiro.
Considerado el "mayor espectáculo del mundo" a cielo abierto, el Carnaval de Río de Janeiro, que comenzará oficialmente mañana, recibe cada año alrededor de un millón de turistas.
Durante cinco días, la celebración paraliza la ciudad, pero no la actividad de los ladrones, que suelen aprovechar los multitudinarios desfiles de los "blocos" (comparsas) en las calles y las concentraciones en los alrededores del sambódromo Marqués de Sapucaí, en el centro, para actuar.
Esta edición del Carnaval sorprende a Río en una grave crisis económica, que llevó al estado a declarar "calamidad financiera" el pasado junio —en vísperas de los Juegos Olímpicos— y con tensiones entre la administración y los funcionarios, incluyendo los cuerpos de la Policía Militarizada —encargada de patrullar las calles— y Civil.
La Policía Civil, responsable de tramitar e investigar denuncias, realizó un paro de 24 horas en protesta porque aún no recibieron la paga extra de Navidad ni el salario de enero.
Las autoridades insisten en que la seguridad está garantizada con la Operación Carnaval 2017, que involucra a todos los órganos de seguridad.
MILES DE FUNCIONARIOS