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Cunha, "archivo viviente" de la corrupción en Brasil

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Cunha: desde ayer está preso en  la ciudad de Curitiba. Foto: AFP
Brazil's former President of the Chamber of Deputies Eduardo Cunha, arrives at the Forensic Medicine Institute in Curitiba, on October 20, 2016. Brazilian police on Wednesday arrested Eduardo Cunha, the driving force behind former president Dilma Rousseff's impeachment, in a new escalation of a corruption probe shaking Latin America's biggest country. / AFP / Heuler Andrey BRAZIL-CUNHA-ARREST-CURITIBA
HEULER ANDREY/AFP

El gobierno y la oposición temen que hable a cambio de reducción de pena.

Michel Temer no sería presidente del Brasil sin el impeachment contra Dilma Rousseff impulsado por Eduardo Cunha, pero si el otrora poderoso diputado, detenido el miércoles, decidiera desvelar los laberintos de la corrupción en Brasil, podría convertirse en una bomba para el gobierno.

"Cunha tiene un potencial destructivo muy grande", dijo Alberto Almeida, director del Instituto Análise.

El expresidente de la Cámara de Diputados, un lobo político de 58 años a quien muchos comparan con el despiadado Frank Underwood de House of Cards, cayó el miércoles en las redes del juez Sergio Moro, que investiga el escándalo de corrupción de Petrobras, y la posibilidad de que negocie una reducción de pena a cambio de confesiones causa sudores fríos en los pasillos del poder.

"¿Quién en Brasilia estaría inmune a una declaración premiada de Cunha?", se pregunta el profesor de Derecho Ivar Hartmann, de la Fundación Getulio Vargas en Río de Janeiro, al recordar que el caso Lava Jato se ha llevado por delante a encumbrados empresarios y a importantes políticos de varios partidos y que tiene también en la mira al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, líder histórico del Partido de los Trabajadores (PT).

Sin ir más lejos, tres ministros de Temer tuvieron que renunciar al verse salpicados en este escándalo cuando el todavía presidente interino apenas llevaba un mes en funciones, en sustitución de Rousseff, destituida bajo la acusación de manipular las cuentas públicas.

La detención de Cunha era esperada, pero verlo convertido en delator con su gran conocimiento de los bastidores políticos no sería una buena noticia para el cuestionado gobierno de Temer, a quien la noticia sorprendió en el viaje de vuelta de Japón, según precisó la Presidencia.

Tanto Temer como Cunha forman parte del PMDB, un partido de centroderecha que fue aliado de prácticamente todos los gobiernos, de izquierda y de derecha, desde el retorno de la democracia en 1985.

"No dudo que si Cunha tiene que escoger entre preservar la reputación de su partido o salvar su pellejo, opte por salvar el pellejo", estima Hartmann.

Blindar a Temer.

De hecho, en septiembre, después de ser destituido por abrumadora mayoría de la Cámara de Diputados, un desafiante Cunha anunció que preparaba un libro sobre los pormenores del impeachment y recordó que 160 legisladores tenían problemas con la Justicia.

Ya sin fueros, también disparó contra algunos altos cargos, como el jefe de Gabinete, Eliseu Padilha; el secretario de Gobierno, Geddel Vieira Lima, o el secretario del programa de asociaciones para inversiones, Moreira Franco.

Si Cunha decide hablar "la crisis puede afectar el núcleo duro del gobierno y esto llevaría a una inestabilidad política inevitable", afirma el analista Marco Antonio Teixeira, de la Fundación Getulio Vargas en Sao Paulo.

Esto sería delicado en momentos en que Brasil atraviesa la peor recesión en un siglo y Temer, que se presenta como el "salvador" de la economía, quiere reformar la Constitución para llevar adelante un ajuste fiscal que prevé congelar durante 20 años el gasto público.

Aunque el presidente cuenta con el beneplácito de los mercados, su legitimidad es cuestionada por no haber llegado al poder con el aval de las urnas; su popularidad se sitúa en un chato 14%.

La Presidencia reaccionó con cautela a la detención de Cunha.

"El gobierno tiene cero preocupación ante una eventual declaración. (El Palacio de) Planalto no interfiere en el caso Lava Jato y la prisión de Cunha es una acción de la Justicia, un poder independiente", dijo el secretario de Comunicación Social Márcio Freitas, citado por el portal de O Globo.

En Tokio, Temer había tratado de restar dramatismo a denuncias contra otros ministros, afirmando que "por el momento, son solo alegatos".

Ante la amenaza de Cunha, la reacción lógica del gobierno sería "blindar a Temer, protegerlo, porque perder otro ministro puede tener un costo aceptable, si no cae Temer", explica el profesor Hartmann.

Ayer un grupo de manifestante aguardó a Cunha en la ciudad de Curitiba al grito de "entregá a todo el mundo".

Cunha, según medios locales, le habría trasladado a sus abogados tras su detención su intención de facilitar información a la Justicia pese a que antes de ser arrestado había manifestado en público que no lo haría.

El expresidente de la Cámara baja "es un archivo vivo", admitió ayer el diputado Aelton de Freitas, dirigente del Partido de la República (PR).

Algunos de sus más cercanos colaboradores apuntan que su principal preocupación es el futuro de su esposa, Claudia Cruz, y su hija, que también son investigadas por la titularidad de cuentas y tarjetas de crédito presuntamente vinculadas a fondos irregulares.

El juez Moro ha ordenado bloquear bienes de la familia por más de 70 millones de dólares y acusa a Cunha, entre otros delitos, de recibir más de 5 millones de dólares de sobornos de empresas beneficiadas por contratos de Petrobras que ocultaba en cuentas en bancos suizos.

El juez considera que el expresidente del Parlamento brasileño ha cometido delitos "en serie" y constituye un "riesgo para el orden público".

El auto de prisión añade, además, que Cunha "es alguien que se vale, con frecuencia, de métodos de intimidación".

Cunha en una celda para evitar fuga.

Eduardo Cunha pasó su primera noche de detención dentro de una celda, para prevenir cualquier "riesgo de fuga".

Cunha está imputado en el escándalo de corrupción bautizado Lava Jato con fondos negros de Petrobras.

El político, que el mes pasado fue despojado de su mandato parlamentario luego de un proceso disciplinario, llegó ayer de mañana a Curitiba, capital del estado de Paraná, ciudad del sur brasileño en la cual tiene su sede el grupo de tareas del llamado "Mani pulite" brasileño, el juez Sergio Moro. Cunha arribó bajo una fuerte escolta policial para someterse a exámenes médicos. El exlegislador se halla bajo sospecha de haber ocultado millones de dólares en sobornos en cuentas bancarias en el extranjero. Los investigadores estimaron que Cunha posee un patrimonio al menos 53 veces superior al que tiene declarado ante el fisco.

ANSA

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Cunha: desde ayer está preso en la ciudad de Curitiba. Foto: AFP

LA OPERACIÓN LAVA JATOAFP, EFE

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