Los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Venezuela, Nicolás Maduro, encabezaron ayer un multitudinario desfile por el 1 de mayo en La Habana, con llamados a la unidad por el "socialismo", pero sin la retórica antiimperialista de antaño.
Con su uniforme de general, Castro, acompañado de Maduro, saludó a las cientos de miles de personas que marcharon delante de una enorme tribuna en la Plaza de la Revolución, bajo una lluvia que por momentos fue torrencial. "Unidos en la construcción del socialismo" fue la consigna central de los manifestantes que desfilaron alegremente, muchos de ellos con paraguas. En todas las ciudades y pueblos de Cuba hubo actos similares.
Se trata de enviar "al mundo el más genuino mensaje de unidad, compromiso y respaldo mayoritario del pueblo cubano en torno a su revolución, al Partido (Comunista) a Fidel y a Raúl" Castro, dijo Ulises Guilarte, principal líder sindical de la isla y único orador en la celebración. El acto culminó una hora y media después tras el paso del multitudinario desfile, en el que no solo participaron trabajadores, sino también estudiantes y militares.
"Vine a marchar para apoyar a la revolución, a Fidel y a todos nuestros dirigentes. Esta es una gran celebración del pueblo de Cuba", dijo Roberto Rodríguez, de 63 años, empleado de la empresa estatal de seguridad CEPSA. "Conociendo mi clima, vine preparado", añadió Rodríguez, en alusión al enorme paraguas bajo el que se cubría junto a su mujer. Raúl Castro y Maduro, quien vestía camisa azul y pantalón oscuro, soportaron estoicamente el aguacero, al igual que los demás participantes en la marcha. Según una vieja tradición cubana, quien se moja con la primera lluvia de mayo tendrá suerte el resto del año. La lluvia cesó poco después de que terminara el desfile. AFP
El primer gran acto en la era del “deshielo” con Estados Unidos