Publicidad

Crece el caos en una Europa dividida

Compartir esta noticia
Los funcionarios policiales se replegaron en la estación de Budapest. Foto: Reuters
Hungarian policemen stand in front of migrants on a platform at the Keleti train station in Budapest, Hungary, September 3, 2015 as Hungarian police withdrew from the gates after two days of blocking their entry. REUTERS/Laszlo Balogh EUROPE-MIGRANTS/HUNGARY
LASZLO BALOGH/REUTERS

El forcejeo entre los líderes de la Unión Europea (UE) para desarrollar una respuesta coherente a la crisis de los migrantes que se dispara en espiral, se intensificó a medida que los llamados surgidos para un plan de todo el bloque fueron recibidos con recriminaciones porque algunos consideran que el continente está anegado de musulmanes.

Pese a que las desgarradoras fotografías de un niño de tres años ahogado suscitaron la atención mundial y unieron los reclamos públicos de acción, los primeros esfuerzos manejados con torpeza por los líderes solo parecieron destacar las divisiones en Europa, mientras riñeron sobre quién debe asumir la responsabilidad por los migrantes, en lugar de unificar posiciones en torno a una nueva política.

El caso fue dolorosamente ilustrado por un enfrentamiento durante todo un día en Budapest, la capital de Hungría, y sus alrededores, donde cientos de migrantes se apretujaron en los trenes que pensaron tenían como destino Austria y Alemania, pero en cambio fueron conducidos a campamentos transitorios.

Los cientos de miles de migrantes que se derraman en Europa este verano plantean el tercer gran desafío que tiene el continente en la última década. Sin embargo, ni la crisis del euro que está hirviendo, ni la guerra en Ucrania, crearon el mismo grado de división, entre derecha e izquierda, ricos y pobres, Europa Oriental y Occidental. Los dos primeros desafíos, pese a la furia y debate que hicieron estallar, parecen, en definitiva, manejables.

La crisis de los migrantes parece diferente. Mientras la guerra, la inestabilidad y la pobreza se extienden en África y Medio Oriente, una Europa próspera y pacífica demuestra tener poderosa atracción para millones de personas que están cansadas de la agitación permanente y la lucha diaria para sobrevivir. No hay indicios de que el flujo vaya a terminar en breve.

El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, en cuyo país miles de migrantes desesperados permanecen perdidos, efectuó una serie de comentarios incendiarios, al afirmar que las raíces crisitanas de Europa estaban amenazadas e insistió en que "el problema es alemán "y no de Europa."A ninguno le gustaría quedarse en Hungría", señaló. "A todos les gustaría ir a Alemania".

La canciller de Alemania, Angela Merkel rechazó las afirmaciones de Orban, indicando que Alemania hace lo que "es moral y legalmente requerido" a cada miembro de la UE al aceptar su parte justa de los migrantes. Exhortó a otros a hacer su parte con "cuotas y normas que son justas y toman en cuenta lo que es posible para cada país".

Mientras los dirigentes políticos buscan respuestas, los migrantes continúan acumulándose en Hungría, sobre todo en la estación de trenes Keleti, del siglo 19, en Budapest. Después de un día de agitación y de una noche durmiendo en los andenes y el piso, 500 migrantes que estaban atrapados allí finalmente recibieron el permiso para abordar un tren, lo que luego derivó en incidentes porque no tenía como destino Alemania, sino la ciudad de Bicse, que es escenario de un campamento que está desbordado.

Hungría ha surgido como un símbolo potente de las dificultades que tiene la UE para encarar la crisis migratoria, así como la falta de preparación para abordar el flujo de migrantes de África, Medio Oriente y de otros lugares. Los migrantes no desean quedarse en Hungría donde el gobierno de centro-derecha de Orban ha dejado en claro que no son bienvenidos.

SABER MÁS

Debe cuidarse raíz cristiana.

El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, advierte que le preocupa la dimensión cultural y religiosa de la migración y no los números de la misma. Sostuvo que su país es superado por quienes buscan asilo, en su mayoría musulmanes. "Esta es una cuestión importante, porque Europa y su cultura tienen raíces cristianas", escribió en el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Los funcionarios policiales se replegaron en la estación de Budapest. Foto: Reuters

El incesante flujo de desesperados ya desborda a varios países 

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad