CORONAVIRUS

El próximo sábado España se sumará a la lista de países que han levantado la obligatoriedad de llevar mascarilla al aire libre.

Taparse la boca, mantener distancia y el uso de alcohol en gel ha sido el principal arsenal para combatir el COVID-19. Ahora, con la disponibilidad de vacunas y la pandemia cediendo principalmente en el hemisferio norte, varios países han comenzado a flexibilizar las medidas anticovid.

El presidente español, Pedro Sánchez, anunció ayer viernes que el uso de la mascarilla dejará de ser obligatorio al aire libre a partir del sábado 26 en toda España.

“Nos vamos acercando cada día a la normalidad a secas. Queremos que se recupere la economía y sea una recuperación justa y duradera”, dijo Sánchez en un acto en el Círculo de Economía en Barcelona.

“Nuestras calles y nuestros rostros recuperarán en los próximos días su aspecto normal”, agregó

Obligatoria desde mayo de 2020 en las calles, bajo pena de multa, el uso de la mascarilla se impuso en España muy poco después de la primera ola de la pandemia, que golpeó con fuerza al país, uno los más afectados por el covid en Europa.

España ha contabilizado más de 80.000 decesos, pero el número de infectados ha descendido en las últimas semanas a medida que avanza la campaña de vacunación. Según las cifras oficiales, 47% de los 47 millones de españoles han recibido al menos una dosis y casi 29% ya han sido totalmente inmunizados.

En este contexto, España se suma a otros países que ya han abandonado el uso de la mascarilla.

En Francia, donde un cuarto de la población ya está totalmente vacunado, la mascarilla se dejó de usar al aire libre desde pasado jueves. Sí deberá conservarse en lugares cerrados y en espacios al aire libre en los que haya mucha gente o en un estadio, por ejemplo.

A partir del 1° de julio tampoco será obligatorio usar mascarilla ni existirán restricciones de aforo en grandes eventos culturales y deportivos en Austria, siempre que a la entrada se demuestre estar vacunado, sanado o haberse sometido recientemente a un test.

Italia, por su parte, está dispuesto a eliminar la obligatoriedad del uso de la mascarilla al aire libre a partir de julio si se mantiene estable el ritmo de vacunación.

El primer ministro italiano, Mario Draghi, prefirió no adelantar ayer cuándo se eliminará la obligación de usar mascarilla al aire libre, como han hecho países vecinos como España y Francia, aunque dijo que hoy sábado lo consultará con sus expertos científicos, y tampoco desveló si prorrogará el estado de emergencia más allá del 31 de julio.

En el Reino Unido, ya no es obligatorio llevar mascarilla al aire libre desde el 22 de abril. No obstante, el Gobierno británico ha reclamado “dosis de precaución” ante la inquietud que todavía sigue generando la propagación de la variante india Delta.

Israel fue el primero en liberarse de la mascarilla el 18 de abril. El país hebreo también fue uno de los primeros del mundo en imponerla en los lugares públicos, medida que sumada a una exitosa campaña de vacunación le permitió salir rápido de la pandemia.

En mayo Polonia liberó el uso de mascarilla, después de un descenso de contagios. Y en la capital de Bélgica, Bruselas, la mascarilla al aire libre dejó de ser obligatoria hace una semana. Solo se exige en zonas comerciales muy concurridas.

Ante estas medidas de apertura, la comisaria europea de Salud, Stella Kyriakides, alertó esta semana que Europa “todavía no está fuera de peligro” en relación con la pandemia y pidió “no relajarse” ni dejar de usar las mascarillas y la distancia social.

“Hay razones para el optimismo, pero no para la complacencia”, avisó Kyriakides el martes, en su intervención en el Consejo de Salud, de la UE.

La comisaria insistió en que el objetivo es inmunizar al 70% de la población de la UE para finales de julio, pero subrayó que, incluso cuando se alcance dicha meta, “no será el momento de declarar la victoria”.

“La amenaza de variantes existentes y nuevas, posiblemente más transmisibles y gradualmente más resistentes a las vacunas, sigue siendo muy real y grave”, advirtió, justo antes de aseverar que el “principal reto del futuro” es contrarrestar dichas variaciones. “Vacunar, vacunar, vacunar: ese debe ser nuestro mantra”, sentenció.

En Estados Unidos también se está dejando de usar mascarilla, a partir de que en mayo los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) lo recomendara para las personas que ya estén completamente vacunadas. Lo mismo aplica para la distancia social de 2 metros.

“Si estás completamente vacunado, puedes comenzar a hacer las cosas que dejaste de hacer por la pandemia”, dijo entonces Rochelle Walensky, directora de los CDC, al subrayar que “todos hemos anhelado este momento en el que podemos volver a alguna forma de normalidad”.

Basta mirar por televisión los partidos de playoffs de la NBA con tribunas repletas y muchos sin mascarilla, para ver el grado de apertura en ese país.

La mayoría de los estados de Estados Unidos han seguido esta recomendación. Por ejemplo Nueva York, que ha levantado prácticamente todas las restricciones contra el covid.

“Volver a la vida significa no solo volver al trabajo, sino volver a la vida como la disfrutamos en Nueva York, la gente disfruta estando aquí y eso es lo que hace que Nueva York sea ‘Nueva York’”, dijo el gobernador Andrew Cuomo, cuyo estado ha vacunado al 70% de los adultos con al menos una dosis.

Estados Unidos superó esta semana los 600.000 muertos por coronavirus. Sin embargo, la vacunación ha reducido sensiblemente tanto el número de casos diarios como el de fallecidos. Las muertes por COVID-19 en Estados Unidos han pasado de una media de 3.400 al día en enero a 340 en la actualidad.

Alarma por la variante Delta

La variante Delta del covid está preocupando cada vez más. Ayer viernes el presidente Joe Biden advirtió que esta cepa hará “mucho daño” en algunas zonas de Estados Unidos si no avanza pronto la campaña de vacunación, que se ha frenado en las últimas semanas. “No llegaremos a tener que confinar nada, pero en algunas áreas hará mucho daño”, dijo Biden en la Casa Blanca.

Esa variante, identificada por primera vez en la India y más contagiosa, supone ya el 10% de todos los casos de covid en Estados Unidos. Aunque esa proporción todavía es pequeña, a las autoridades sanitarias les preocupa que se repita la situación del Reino Unido, donde la variante Delta ya es la prevalente y ha retrasado los planes de reapertura de ese país.

Estados Unidos superó ayer viernes los 300 millones de dosis administradas de las vacunas contra el covid en los 150 días que lleva Biden en el gobierno. Sin embargo, el ritmo de vacunación se ha frenado. Biden quería que el 70% de los adultos del país hayan recibido al menos una dosis para el 4 de julio, y esa proporción se sitúa ahora en el 65%.

La variante Delta va camino de ser la dominante en el mundo, advirtió la jefa de científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan.

La propagación de esta variante en Moscú disparó los contagios a una cifra récord, obligando a tomar medidas para los eventos públicos, como el cierre de la zona para aficionados de la Eurocopa.