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Polémica por chiste de Bolsonaro tras martes con 1.179 decesos en Brasil

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Jair Bolsonaro, este lunes en conferencia de prensa en Brasilia. Foto: Reuters
Brazil's President Jair Bolsonaro leaves Alvorada Palace, amid the coronavirus disease (COVID-19) outbreak, in Brasilia, Brazil, April 20, 2020. REUTERS/Ueslei Marcelino
UESLEI MARCELINO/REUTERS

CORONAVIRUS

Hoy el Ministerio de Salud de Brasil amplió su recomendación de utilizar cloroquina e hidroxicloroquina en pacientes con síntomas leves del nuevo coronavirus, atendiendo un pedido de Bolsonaro.

Brasil, tercer país más afectado por el COVID-19 a nivel mundial, anunció ayer más de 1.000 muertes por coronavirus en un día y su presidente Jair Bolsonaro volvió a estar en el centro de la polémica tras anoche brindar una entrevista a través de Instagram en la que terminó recomendando a los de "derecha" tomar cloroquina (fármaco sugerido a pacientes con síntomas de coronavirus) y a los de "izquierda" una bebida gaseosa.

"El que es de derecha toma cloroquina, el que es de izquierda toma Tubaína", dijo en referencia a una marca de gaseosas del interior del estado de San Pablo, entre risas, al sitio web Blog de Magno.

Este miércoles, el Ministerio de Salud de Brasil amplió su recomendación de utilizar cloroquina e hidroxicloroquina en pacientes con síntomas leves del nuevo coronavirus, atendiendo un pedido de Bolsonaro pese a la falta de evidencias concluyentes sobre su eficacia.

La prescripción del medicamento (utilizado para tratar otras enfermedades como la malaria y que era recomendada hasta ahora apenas en los casos graves de COVID-19 por falta de estudios sobre su eficacia), quedará "a criterio del médico" y requiere también "la voluntad declarada del paciente", según un documento divulgado por el Ministerio de Salud.

Ambos remedios se han empleado durante décadas para tratar la malaria y trastornos autoinmunes como el lupus y la artritis reumatoidea.

"A pesar de que son medicamentos utilizados en diversos protocolos y que poseen actividad demostrada in-vitro contra el coronavirus", todavía no existen análisis clínicos robustos "que comprueben el beneficio inequívoco" en el tratamiento de pacientes, y por ello cada médico deberá evaluar su prescripción o no, añade el Ministerio de Salud.

La cloroquina y la hidroxicloroquina (un derivado de la cloroquina con menos efectos adversos) "pueden causar efectos colaterales como reducción de los glóbulos blancos, disfunción del hígado, disfunción cardíaca y arritmias, y alteraciones visuales por daños en la retina", detalla el documento de consentimiento que deberá ser firmado por los pacientes para autorizar el tratamiento.

Bolsonaro, que calificó a la enfermedad de "gripecita", preconiza desde el inicio la ampliación del uso de la cloroquina para tratar a todos los pacientes, pese a la falta de evidencias científicas sobre su efectividad, y sus conocidos efectos adversos.

El presidente estadounidense, Donald Trump, reveló esta semana que ha estado tomando comprimidos de hidroxicloroquina de forma preventiva.

La presión de Bolsonaro para ampliar el uso del medicamento es apuntada como la principal causa de la renuncia del último ministro de Salud, el oncólogo Nelson Teich, quien ocupó el cargo durante menos de un mes tras la salida de su antecesor, Luiz Henrique Mandetta, también por divergencias con el mandatario sobre la gestión de la crisis.

Brasil, el país más afectado por el nuevo coronavirus en América Latina, alcanzó el martes un nuevo récord al registrar 1.179 fallecidos por COVID-19 en 24 horas.

El saldo total es de 17.971 muertos y 271.628 contagios, aunque los expertos señalan que esta cifra podría ser hasta 15 veces superior debido a la falta de test.

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