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Consignas políticas se mantienen estáticas

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Rodeados de imágenes del "Che" Guevara y mensajes revolucionarios y antimperialistas, un grupo de empresarios agrícolas de Estados Unidos visitó una central azucarera cerca de La Habana para conocer sobre el terreno el sector agropecuario de Cuba, que tiene en la mecanización uno de sus principales desafíos.

"Visité una central azucarera en Australia hace 30 años y ahora aquí en Cuba. Es como si el tiempo se hubiera parado desde entonces", señaló a Efe Jaret Moyer, ganadero de Kansas.

A la entrada a la central "30 de noviembre", a unos 80 kilómetros al oeste de La Habana, fueron "recibidos" por fotografías del Fidel y Raúl Castro, los dos presidentes de la Cuba revolucionaria, que durante más de 50 años construyó una retórica contra el imperialismo "yanki" plasmada en mensajes, pintadas y lemas que aún se mantienen en las empresas estatales de la isla.

No obstante, en la nueva etapa de deshielo diplomático entre Cuba y Estados Unidos iniciada el pasado 17 de diciembre, los estadounidenses son bien recibidos en la isla, como este grupo de empresarios agrícolas, de visita en el país caribeño para explorar posibilidades de negocio.

En esa fábrica, la primera central construida íntegramente después de la Revolución, en 1980, conocieron las fases de la zafra y el procesamiento de la caña de azúcar, recorrido en el que se toparon con frecuencia con imágenes de Ernesto "Che" Guevara, ministro de Industria de los primeros años de la Cuba castrista, y con mensajes que animan a los empleados al trabajo duro.

Arengas clásicas de la Revolución como "Morir por la patria es vivir" o incluso llamados de tono más belicista a la "guerra contra el imperialismo", también acompañaron a los estadounidenses, que no hablaban español, en su inmersión en la Cuba rural.

Exportan.

Estos empresarios forman parte de un colectivo de casi un centenar que llegó a la isla la semana pasada para buscar las oportunidades del sector agrícola de Cuba y que fueron a explorar sobre el terreno, misión para la que se dividieron en diversos grupos que visitaron diferentes explotaciones agropecuarias.

Todos ellos forman parte de la Coalición Agrícola de Estados Unidos para Cuba (USACC, por su sigla en inglés), una treintena de empresas alimentarias que se agruparon el pasado enero para promover el levantamiento del embargo sobre la isla, para vender libremente sus productos en un mercado que está a menos de 150 kilómetros.

En la delegación se destaca la presencia de dos exsecretarios de Agricultura de Estados Unidos, John Block (1981-86), durante el gobierno del republicano Ronald Reagan, y Michael Espy (1993-94), bajo el mandato del demócrata Bill Clinton.

Block señaló que el propósito de la Coalición es superar los US$ 1.000 millones ex exportaciones de alimentados destinadas a Cuba.

"Estamos aquí para lanzar un mensaje: la coalición trabaja duro para poner fin al embargo", dijo la presidenta de la Coalición, Devry Boughner, en una rueda de prensa en la jornada en la que la delegación arribó a La Habana. "Estamos esperanzados de que nuestro intercambio aquí dé resultados, entendimiento y amistad con los cubanos".

Boughner, directiva de la multinacional Cargill, señaló que en los próximos meses trabajarán de cerca con el Congreso de Estados Unidos para promover el levantamiento del embargo, opción que cuenta con el "apoyo de una amplia mayoría de congresistas".

"Vamos a hablar con los líderes de las dos cámaras legislativas sobre nuestro viaje", señaló. "Continuaremos teniendo esas discusiones en las que esperamos convencer y sumar esfuerzos

"Todavía es pronto para hablar de posibilidades de negocio, de momento ésta ha sido una primera aproximación, para conocer más sobre Cuba. Y el azúcar es una de sus principales industrias", explicó Doug Keesling, que representa a la Comisión de Productores de Trigo de Kansas.

Admitió que hay potencial para el sector que representa, ya que en la isla no se produce nada de trigo, "aunque no se trata únicamente de vender producto, sino de buscar beneficios para ambas partes".

El sector agrícola de Estados Unidos, un potente grupo de presión en Washington y el primero de gran envergadura que desembarca en la isla para buscar negocio, ve con naturalidad la construcción de relaciones comerciales sólidas con Cuba, país que no produce suficiente para autoabastecerse y cada año gasta 2.000 millones de dólares en importar alimentos.

No obstante, las oportunidades de negocio van allá de invertir en el sector productivo de la isla o vender alimentos, ya que también hay interés, por ejemplo, del sector de las energías renovables, como es el caso de Nancy Heimann, propietaria de Enginuity Worlwide, una pequeña empresa de Missouri que produce biomasa a partir de los residuos de la actividad agrícola.

"Es un viaje de aprendizaje, para entender cómo nos podemos llegar a conocer, ya que durante años no hemos tenido posibilidad de comunicación. Esperamos que surjan a partir de ahora un montón de oportunidades", precisó.

Sin mercado.

El director de Relaciones Internacionales de Azcuba —la empresa estatal que controla la producción y comercialización del sector azucarero de la isla—Rafael Rivacoba, se encargó de guiar a los visitantes por la "historia" del azúcar cubano.

"La producción agrícola de Cuba estuvo diseñada para exportar azúcar", explicó, primero a Estados Unidos y después de la Revolución de 1959, a la Unión Soviética, mediante la cuota preferencial; que permitió que durante décadas el sector azucarero fuera la principal fuente de ingresos de la isla.

Todo cambió con la caída de la URSS en 1989, cuando "Cuba quedó con una infraestructura gigantesca capaz de producir 8 millones de toneladas de azúcar y con cero mercado", que obligó al país a ajustar sus capacidades, cerrar 100 centrales azucareras y pasar de dos millones de hectáreas de caña a unas 800.000.

Dada esa experiencia, Rivacoba indicó que la intención de Cuba no es exportar azúcar a Estados Unidos, "un mercado muy saturado", pero espera que el eventual fin del embargo permita "el acceso a insumos más baratos, a tecnología y maquinaría", que el país necesita y que ahora compra a países lejanos a precios elevados.

En la actualidad, Cuba produce unos 2 millones de toneladas de azúcar, de las que unas 700.000 se destinan al consumo doméstico, mientras que el resto se exporta a países como China y Rusia.

Denuncian acciones de represión a opositores

La disidente Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional informó de que en febrero ocurrieron unas 492 detenciones por motivos políticos en la isla, lo que refleja un alza en comparación con 178 en enero. Es la cifra más alta en los últimos seis meses y casi el triple de las confirmadas en el anterior mes de enero, precisó un comunicado firmado por su portavoz Elizardo Sánchez. "Este repunte represivo de febrero resulta una prueba elocuente, más allá de las promesas y falsas señales de cambio, de la consistente decisión del régimen imperante en Cuba en cuanto a seguir violando todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y laborales de la inmensa mayoría del pueblo cubano".

Sostuvo que las acciones represivas fueron en La Habana, Santa Clara y Santiago de Cuba.

Derechos humanos, el próximo tema de discusión con europeos

La Unión Europea y Cuba cerraron con avances una ronda de negociaciones en La Habana destinada a normalizar sus relaciones, pero quedaron abiertos temas sensibles, como derechos humanos, que serán discutidos en una próxima reunión en Bruselas.

"Hemos logrado pasos importantes y avances sobre todo en el capítulo de la cooperación, que es el capítulo más amplio, el más importante del acuerdo" que las dos partes esperan firmar, dijo el jefe negociador de la UE, Christian Leffler. "Salimos de esta ronda con un mejor entendimiento de las posiciones, sensibilidades, ambiciones de ambas partes, lo que espero nos permitirá preparar la próxima ronda".

La última jornada de este cónclave de dos días se centró en temas de cooperación, pero la delegación europea también hizo una "presentación" sobre temas políticos, incluidos derechos humanos.

"Hablamos de eso (derechos humanos), son temas sensibles (...). Nosotros no imponemos un modelo, no podemos, no queremos", señaló Leffler. "Hemos presentado los capítulos del diálogo político (...), como gobernación, derechos humanos, paz y seguridad, lucha contra el terrorismo, y el capítulo del comercio y de las relaciones económicas", indicó.

Por su parte, la Cancillería de Cuba declaró en un comunicado: "Las negociaciones se desarrollaron con el espíritu constructivo y de respeto mutuo que ha caracterizado este proceso desde su inicio, en abril del 2014".

Agricultores de EE.UU. promueven levantar el embargo a Cuba

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