BRASIL

Sabrina Bittencourt denunció al curandero conocido como Joao De Deus.

La activista brasileña de derechos humanos Sabrina Bittencourt, quien participó activamente en las denuncias contra el curandero conocido como Joao de Deus, se suicidó en su casa en Barcelona, informó ayer la ONG Víctimas Unidas en un comunicado oficial divulgado en Brasil.

En la nota, la ONG, que se dedica a ofrecer apoyo a víctimas de agresiones sexuales, afirmó que Bittencourt cometió suicidio la noche de este sábado en Barcelona (España), en donde vivía, y dejó “una carta de despedida relatando las razones” que la llevaron “a quitar su propia vida”.

“La lucha de Sabrina jamás será olvidada y seguiremos, con la misma garra, defendiendo las minorías, principalmente a las mujeres que son víctimas diarias del machismo”, expresó la ONG en la nota.

Bittencourt, de 38 años, fue una de las principales responsables de compilar y entregar a las autoridades de Brasil las primeras denuncias contra el curandero Joao de Deus, hoy encarcelado por presuntamente haber abusado sexualmente de cientos de mujeres.

Asimismo, la activista denunció hace unas semanas que el líder religioso mantenía una red de tráfico internacional de bebés, presuntamente operativa desde hace unos veinte años y vendía a los niños en Estados Unidos, Europa y Australia.

La noche del sábado, Bittencourt publicó un mensaje en su cuenta de Facebook, que luego fue borrado, en el que afirmó que “todas las pruebas” y “evidencias” están “entregadas o llegarán a las manos correctas”.

Uno de los tres hijos de la activista, Grabriel Baum, afirmó que su madre “pasó todo el año” preparándolo” e hizo “más de 300 videos con todas las instrucciones”.

“Lo dejó todo con pruebas, organizado, hay un paquete de cartas. Ella no quería que fuera muerta ni por las bandas ni por el cáncer”, apuntó Baum.

Bittencourt sufrió agresiones sexuales por parte de integrantes de la iglesia que frecuentaba, lo que le motivó a dedicar su vida al apoyo de víctimas de abuso.