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Comienza en Nueva York el juicio del escándalo FIFA

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Sede de la FIFA en Zúrich. Foto: Reuters

CORRUPCIÓN EN EL FÚTBOL

Tres exdirectivos se enfrentan a una pena de hasta 20 años.

Sede de la FIFA en Zúrich. Foto: Reuters
Sede de la FIFA en Zúrich. Foto: Reuters

Fue una redada que cambió la cara del fútbol mundial: la policía suiza entró a un hotel de cinco estrellas en Zúrich antes del amanecer y arrestó a varios jerarcas del fútbol a pedido de Estados Unidos, entre ellos el uruguayo Eugenio Figueredo, entonces vicepresidente de la FIFA. Dos años y medio después de ese 27 de mayo de 2015, el juicio de los únicos tres acusados detenidos en Estados Unidos comenzará en Nueva York hoy lunes.

Se trata del exjefe del fútbol brasileño José María Marín, uno de los arrestados en el hotel de Zúrich, el exjefe del fútbol peruano, Manuel Burga, y el paraguayo Juan Ángel Napout, expresidente de la Conmebol y exvicepresidente de la FIFA.

Si son hallados culpables, la jueza Pamela Chen, que lleva el caso, puede sentenciarlos a hasta 20 años de cárcel.

Los restantes 24 acusados que están en Estados Unidos se han declarado culpables. Dos ya fueron sentenciados por Chen a penas relativamente pequeñas en octubre. Y veintidós aguardan su sentencia.

Quince acusados están en sus países de origen —Figueredo cumple prisión en Uruguay—, donde han sido o están siendo juzgados por los mismos delitos, y algunos pelean la extradición, como Jack Warner, el exvicepresidente de la FIFA y exjefe de la Concacaf oriundo de Trinidad y Tobago, que fue suspendido de por vida de toda actividad ligada al fútbol por el Comité de Ética de la FIFA.

Joseph Blatter estaba a punto de ser reelecto como presidente de la FIFA cuando la policía suiza hizo los arrestos en Zúrich.

El escándalo forzó su renuncia días más tarde. Junto a su ex brazo derecho, el francés Jérôme Valcke, Blatter fue acusado por la Justicia suiza y suspendido de toda actividad ligada al fútbol por varios años.

El gobierno estadounidense comenzó a investigar la corrupción en el fútbol internacional en 2011, cuando el fisco arrestó al neoyorquino Chuck Blazer, un exintegrante del comité ejecutivo de la FIFA que fue secretario general de la Concacaf durante 21 años y vivía en la Trump Tower —el mismo edificio donde Marín está en arresto domiciliario desde su extradición a Estados Unidos.

Blazer, que falleció de un cáncer en julio, aceptó colaborar con el FBI y grabar en secreto a sus colegas de la FIFA a cambio de una sentencia reducida.

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