KIM VE ACTO DE GUERRA
China pidió ayer lunes a todos los países que hagan esfuerzos constructivos para aliviar la tensión después de que Corea del Norte dijera que las últimas sanciones de ONU en su contra son un acto de guerra y equivalen a un bloqueo económico completo.
El Consejo de Seguridad de la ONU impuso en forma unánime nuevas sanciones a Corea del Norte el viernes pasado, debido a su reciente prueba de misiles balísticos intercontinentales, buscando limitar su acceso a productos refinados del petróleo, así como sus ingresos de trabajadores en el exterior.
La resolución, redactada por Estados Unidos, también restringe el suministro de petróleo a Corea del Norte en 4 millones de barriles por año y compromete al Consejo a reducirlo todavía más en caso de que el país realice otra prueba nuclear o lance otro misil balístico intercontinental.
El domingo, Corea del Norte rechazó la resolución, calificándola como un acto de guerra. Ayer, en otra declaración, defendió su "derecho legítimo" de lanzar conhetes con satélites espaciales y afirmó que seguirá adelante con este tipo de programas, considerados por la comunidad internacional como un ensayo encubierto de misiles.
Hablando en Pekín, la portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, dijo que la resolución de ONU fortalecía en forma apropiada las sanciones pero que no estaba diseñada para afectar a las personas comunes, los intercambios económicos normales, la cooperación o la ayuda humanitaria.
Hua notó que también pedía el uso de medios pacíficos para resolver la cuestión y que todas las partes deberían tomar medidas para disminuir la tensión.
"En la situación presente, llamamos a todos los países a ejercer el autocontrol y hacer esfuerzos proactivos y constructivos para aliviar las tensiones en la península y resolver apropiadamente el tema", dijo en un encuentro informativo con la prensa.
Antiguas aliadas del Norte, China y Rusia apoyaron las últimas sanciones de ONU. La tensión crece por los programas nucleares y misilísticos que Corea del Norte impulsa en desafío a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, con una retórica belicosa tanto de parte de Pyongyang como de Washington.