ELECCIONES

Más de 15 millones de chilenos están llamados a las urnas para elegir hoy no solo al sucesor del presidente, el conservador Sebastián Piñera, sino también a 155 diputados y 27 de los 43 senadores.

La composición del nuevo Parlamento será crucial para la gobernabilidad del país y los analistas auguran que ninguna fuerza tendrá mayoría y que harán falta grandes pactos para legislar.

“Cambios profundos” y “más seguridad” son algunas de las razones que repiten los chilenos que acudirán a las urnas, en unas elecciones consideradas las más inciertas y cruciales de las últimas décadas.

Los dos candidatos que tienen más posibilidades de pasar al balotaje son el izquierdista Gabriel Boric, un exlíder estudiantil de 35 años que quiere ampliar el papel del Estado hacia un modelo de bienestar parecido al de Europa; y José Antonio Kast, un ultraderechista que busca reducir el papel del Estado y prohibir el matrimonio gay y todas las formas de aborto.

Boric es un aspirante joven a La Moneda (casa de gobierno), el que más canaliza los cambios demandados en las protestas de Chile que reclamaban mejor acceso a la salud pública, a la educación y cambiar el sistema de pensiones en manos de fondos privados.

Kast es un abogado que fundó el Partido Republicano en 2019 y lo preside. Este será su segundo intento para llegar a la presidencia tras su participación en los comicios de 2017, donde quedó en cuarto lugar. Es acérrimo defensor de la dictadura de Augusto Pinochet. Entre sus propuestas están eliminar el Instituto Nacional de Derechos Humanos, derogar las reparaciones a víctimas de violaciones de derechos humanos en la dictadura, suprimir algunos ministerios, como el de la Mujer, y construir fosas para evitar la entrada de migrantes. Según las encuestas quince días antes de las elecciones, Kast lleva la delantera y le sigue Boric.

También tienen opciones de ir a la segunda vuelta el 19 de diciembre cartas más moderadas, como la democristiana Yasna Provoste y el oficialista Sebastián Sichel.

Provoste, quien es la opción de los partidos tradicionales de centro izquierda que gobernaron Chile durante tres décadas, dijo desde su natal Vallenar (Atacama), donde votará hoy: “Mi principal adversario son los extremos. Generan violencia e inestabilidad”.

El exministro Sichel, por su parte, jugó a primera hora de ayer un partido de fútbol en la capital, tras el cual publicó en Twitter: “Mañana (por hoy) nos jugamos el partido donde se define el futuro”.

Otros candidatos con menor adhesión son el progresista Marco Enríquez-Ominami, el ultraizquierdista Eduardo Artés y Franco Parisi, un polémico economista que reside en Estados Unidos y hasta ayer no había viajado a Chile.

Chile ultimó ayer los preparativos de los comicios generales, considerados los más inciertos y polarizados desde el retorno a la democracia hace tres décadas.

Según encuestas, la mitad del padrón electoral se abstendrá de votar y hay un alto número de indecisos.

Desde que el voto dejó de ser obligatorio en 2012, solo el plebiscito de 2020 para cambiar la Constitución ha superado el 50% de la participación (50,9%), una marca que podría batirse en estos comicios, de acuerdo a expertos.

Para Kenneth Bunker, director de la encuestadora Tres quintos, una mayor afluencia a las urnas podría beneficiar a Boric, porque eso significa que los jóvenes que normalmente se quedan en casa se han animado a participar y el diputado izquierdista es la opción favorita en ese grupo etario.

En los últimos 30 años, Chile tuvo siete elecciones presidenciales. En esta oportunidad la población llega a las urnas en medio de una gran incertidumbre y desconfianza de las encuestas.

Desde hace años Chile vive protestas masivas y el reclamo popular por una ruptura o cambio político, ante denuncias de corrupción política y empresarial, las que han salpicado incluso al presidente Piñera, acusado de haber estado involucrado en la compraventa de la Minera Dominga, propiedad de su familia, en las Islas Vírgenes Británicas. El 16 de noviembre el Senado rechazó la acusación constitucional enviada por los diputados para destituirlo; una noticia que impactó en la opinión pública, justo antes de las elecciones.

Boric viajó hasta su natal Punta Arenas, donde tiene previsto sufragar hoy a primera hora antes de trasladarse de nuevo a Santiago para seguir los resultados.

José Antonio Kast, del Partido Republicano, pasará el día en Santiago junto a su esposa, con la que tiene nueve hijos, y hasta el medio día de ayer guardaba silencio en redes sociales. Con el fulgurante ascenso de Kast, que empezó siendo un aspirante casi testimonial y ahora tiene posibilidades de llegar a La Moneda, Chile se suma al auge del conservadurismo más duro emergido en los últimos años en Estados Unidos, Brasil, España, Hungría o Francia.

Otrora uno de los países más estables y con mayor prosperidad económica de la región, Chile vivió a finales de 2019 la ola de protestas más graves desde el fin de la dictadura militar (1973-1990), con una treintena de muertos, miles de heridos y señalamientos a las fuerzas de seguridad por presuntos abusos, y desde entonces trata de encauzar su camino.

Las heridas de las marchas -masivas y pacíficas al inicio, aunque con episodios que devienen en grave violencia, y minoritarias con posturas agresivas hasta la actualidad- siguen abiertas, pese a que ese clamor popular se canalizó en un proceso constituyente que culminará con la votación de la nueva Carta Magna en 2022. (Con información de EFE y El Mercurio).