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Cayó Puigdemont; descabezada la cúpula secesionista catalana

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Incidentes en Barcelona. Foto: Reuters

CATALUÑA DEBE DEFINIRSE

El expresidente de Cataluña fue detenido en Alemania; hay 60 días para su extradición.

Carles Puigdemont está preso. El ex presidente independentista catalán, acusado de rebelión por la Justicia española y objeto de una orden de detención europea, fue arrestado ayer domingo en Alemania cuando cruzaba la frontera en coche desde Dinamarca.

Su detención provocó manifestaciones en Cataluña. Miles de sus seguidores se congregaron en las Ramblas, célebre avenida del centro de Barcelona, convocados por el grupo independentista radical Comités de Defensa de la República.

La multitud, que enarbolaba banderas independentistas y pancartas donde se reclamaba la "libertad de los presos políticos", se dirigió hasta la delegación de la Comisión Europea en Barcelona, donde gritó: "¡Esta Europa es una vergüenza!".

Puigdemont fue arrestado a la hora 11:19 de Alemania (06:19 de Uruguay) por una patrulla de la policía de tráfico en Schleswig-Holstein, un estado del norte de Alemania, en cumplimiento de una euroorden librada por la Justicia española.

"Me llamó esta mañana para decirme que había sido detenido en Alemania cerca de la frontera con Dinamarca", declaró su abogado belga Paul Bekaert a la televisión catalana.

"Venía de Finlandia donde había dado una conferencia a estudiantes. Será presentado ante un juez que decidirá, en 48 horas, si debe ser encarcelado o dejado en libertad condicional", añadió el letrado. La fiscalía alemana anunció poco después que Puigdemont comparecerá hoy lunes ante el juez.

El viernes, el juez español que instruye la causa contra la cúpula independentista catalana, Pablo Llarena, confirmó el cargo de "rebelión" contra 13 dirigentes, entre ellos Puigdemont. Llarena imputó a 25 dirigentes en total, 12 de los cuales están acusados de delitos menos graves como el de "desobediencia".

El magistrado emitió o reactivó órdenes de detención europeas e internacionales contra seis responsables independentistas huidos al extranjero, entre ellos Puigdemont.

El delito de rebelión se castiga con hasta 30 años de cárcel en España, y su aplicación en el caso catalán es controvertida, ya que presupone "un alzamiento violento" que, según numerosos juristas, jamás se produjo en Cataluña.

El juez acusa a Puigdemont de haber organizado el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre a pesar de su prohibición y del "grave riesgo de incidentes violentos".

Puigdemont fue destituido de la presidencia catalana por el Gobierno de Madrid tras una fallida declaración de independencia el 27 de octubre. Luego huyó a Bélgica, donde residía desde entonces.

Servicios de inteligencia.

Puigdemont había viajado a Finlandia, cuyas autoridades recibieron la orden de detención europea emitida por la Justicia española. Estuvo en Helsinki para reunirse con diputados de este país y participar en un seminario en la universidad.

El ex presidente catalán había viajado a Dinamarca en enero y a Suiza en marzo, sin sufrir ningún contratiempo.

Pero al menos en esta ocasión lo seguían los servicios de inteligencia españoles, que alertaron a sus homólogos alemanes. "Puigdemont fue detenido en Alemania gracias a una operación conjunta de la policía y del CNI (Centro Nacional de Inteligencia español)", dijo la policía alemana en un tuit.

La detención de Puigdemont supone un nuevo revés para los independentistas catalanes. La víspera, el Parlamento catalán había suspendido la investidura de un nuevo presidente regional por el encarcelamiento del candidato independentista, Jordi Turull, otro de los afectados por el duro golpe judicial contra la cúpula separatista, que sume a Cataluña en un nuevo bloqueo político.

La intervención del Gobierno central en Cataluña se mantendrá hasta que los independentistas —que obtuvieron mayoría parlamentaria en las elecciones regionales del 21 de diciembre— escojan un presidente y éste forme Gobierno.

De no conseguirlo antes del 22 de mayo, se convocará a nuevas elecciones regionales.

Extradición.

En la comparecencia de hoy ante un juez alemán, se decidirá si Puigdemont pasa de arrestado a detenido, en ese caso en una prisión a la espera de que se decida sobre la extradición a España. El plazo máximo para decidir y ejecutar su entrega a España es de 60 días a partir del día de la detención, independientemente de los recursos.

Los acuerdos de extradición entre ambos países son más cortos que entre otros Estados miembros de la UE, fruto de las estrechas relaciones entre Alemania y España que se reconocen como fuertes aliados.

Al margen de esa estrecha cooperación en el ámbito jurídico, Angela Merkel ha respaldado reiteradamente la posición de Mariano Rajoy respecto al soberanismo catalán y, en esa línea, no reconoció la declaración unilateral de independencia impulsada entonces por Puigdemont.

Carles Puigdemont, de la destitución al arresto

1 - Independencia y destitución

El 27 de octubre de 2017, el Parlamento catalán proclamó unilateralmente la independencia, votada por 70 diputados de 135. La respuesta del Estado español llegó rápidamente: intervención de Cataluña, cese del gobierno de Puigdemont, disolución del Parlamento y convocatoria de elecciones regionales el 21 de diciembre.

2 - Puigdemont en Bélgica

El 30 de octubre de 2017, Puigdemont se refugió en Bruselas con cuatro miembros de su gobierno. El 2 de noviembre, su exvicepresidente, Oriol Junqueras, y otros siete de sus consejeros fueron encarcelados por "rebelión y sedición". Al día siguiente, España emitió órdenes de detención europeas contra Puigdemont.

3 - Victoria de los secesionistas

El 21 de diciembre, los catalanes votaron y le dieron la mayoría a los independentistas en el Parlamento regional. El 29 de diciembre, Mariano Rajoy anunció que la primera sesión del nuevo Parlamento regional tendría lugar el 17 de enero, fecha a partir de la cual se abriría un plazo de 10 días para elegir al presidente catalán.

4 - Puigdemont candidato

El 17 de enero, el independentista Roger Torrent fue elegido presidente del Parlamento catalán. El 22 de enero, el Parlamento catalán designó oficialmente a Puigdemont como candidato a la presidencia. El ministro del Interior español aseguró que estaban alertas para impedir que Puigdemont regresara de incógnito a Barcelona.

5 - Reelección vetada

El 27 de enero, el Tribunal Constitucional suspendió la reelección de Puigdemont prevista para el 30, al obligar a éste a presentarse en persona en el Parlamento catalán, con una autorización judicial previa. El 30, el presidente del Parlamento catalán decidió aplazar la sesión de investidura. Puigdemont mantuvo su candidatura.

6 - Renuncia y arresto

El 1 de marzo, Puigdemont renunció a ser presidente de Cataluña. El 23, un juez imputó formalmente a 25 dirigentes independentistas por su papel en el intento de secesión y emitió órdenes de detención europeas e internacionales contra los seis que huyeron al extranjero, entre ellos Puigdemont, detenido ayer en Alemania.

Secesión de Cataluña 
El sueño fallido de la República
Carlos Puigdemont. Foto: AFP

Carles Puigdemont encarnó para sus partidarios el sueño de una república catalana soberana. Desconocido incluso en Cataluña hace dos años, este periodista de 55 años, con una espesa mata de pelo negro al estilo beatle, se convirtió en una figura internacional al liderar el fallido intento de secesión.

En enero de 2016, llegó casi por casualidad a la presidencia de Cataluña, cuando su compañero de partido Artur Mas renunció para favorecer una alianza con los sectores más radicales del separatismo.

Nacido en Amer, un pueblo a 100 km de Barcelona, había sido alcalde de Gerona, una pequeña ciudad del noreste de Cataluña. Hijo de pasteleros criado en una de las zonas más nacionalistas de la región, Puigdemont prometió conseguir en 18 meses la independencia en la que creía desde su juventud.

Contra viento y marea, su gobierno organizó un referéndum el 1 de octubre celebrado sin garantías y en medio de violencia en las calles.

Su convicción pareció flaquear solo una vez, en la víspera de la declaración de independencia del 27 de octubre, cuando propuso a sus socios convocar a elecciones en vez de proclamar la República, evitando así un choque frontal con Madrid.

Pero a última hora se echó para atrás, en medio de acusaciones de traición por parte de los suyos, alegando que el gobierno español no ofrecía garantías de contribuir a calmar la situación. Un día después apoyó la declaración de independencia, antes de viajar a Bruselas, renunciando a implementar la república independiente y dejando la administración en manos del gobierno español de Mariano Rajoy, que intervino la autonomía regional.

AFP

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