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Causa AMIA, la gran herida de la democracia argentina

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La justicia argentina continúa la investigación para determinar las causas de la muerte del fiscal Alberto Nisman, tras una de las más intensas semanas de la historia política y social del vecino país. Desde 2004, Nisman estaba a cargo de la UFI AMIA, la fiscalía especial que se encarga de investigar el atentado terrorista en el que el 18 de julio de 1994 murieron 85 personas y hubo 300 heridos. 

A más de 20 años del hecho, por el que la participación de una conexión internacional y otra local volaron mediante una camioneta con explosivos el edificio de la mutual judía argentina que quedó reducido a escombros, los familiares de las víctimas y la sociedad argentina en su conjunto no tienen respuestas: no se sabe la verdad y no hay ningún detenido. El miércoles 14 de enero, Nisman presentó una grave denuncia por al que se inculpaba a la presidente argentina Cristina Fernández, el canciller Héctor Timerman, el diputado kirchnerista Andrés "Cuervo" Larroque y los dirigentes sociales, Luis D´Elía y Fernando Esteche, de pactar con Irán para proteger a acusados por el atentado de la AMIA.

Acto.

A una semana de la denuncia y a dos días de conocerse el fallecimiento del fiscal especial, la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) convocaron a la ciudadanía un "Acto por la verdad y la justicia". El mismo se realizó frente al lugar donde en 1994 estaba el edificio de la AMIA y en el que hoy una construcción baja recuerda a las víctimas con sus nombres de pila escritos en sus muros. Allí, en Pasteur al 633, si se mira hacia arriba, el espacio vacío que ocupaba la edificación recuerda el abrumador silencio en el que, tras la fortísima explosión, se sumió toda la Argentina aquel 18 de julio.

La oratoria estuvo a cargo de los presidentes de AMIA y DAIA, Leonardo Jmelnitzky y Julio Schlosser; y junto a ellos estuvieron políticos como Ernesto Sanz, Julio Cobos, Mauricio Macri, Francisco De Narvaez, Ricardo Alfonsín, José Manuel De la Sota, Dario Giustossi, Patricia Bullrich, Graciela Ocaña, Victoria Donda, todos de la oposición. El público concurrente exhibía fotos de Nisman, carteles contra el gobierno, con la palabra "Justicia" y con la leyenda "Yo soy Nisman" (una paráfrasis del reclamo francés "Je suis Charlie"). El "minuto de silencio para las 85 víctimas y en memoria del fiscal Natalio Alberto Nisman", se reemplazó por aplausos cerrados. En el muro de homenaje, alguien había agregado el nombre del fiscal pegando un recuadro de papel blanco escrito con marcador negro.

Causas.

"Creo que, además de él y su familia, con la muerte de Nisman los principales afectados son los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA y lo primero que tenemos que decir es que estamos más lejos que nunca antes de la verdad y la justicia. Ahora hay cuatro causas, una es la causa troncal en sí, la otra es la causa del encubrimiento de la primera etapa que involucra (al primer juez de la causa AMIA, Juan José) Galeano y que aún está pendiente el inicio del juicio; en tercer lugar está la denuncia que hizo ahora el fiscal Nisman que tiene que ser investigada porque lo peor que puede pasar es que permanezca un estado de sospecha; y la cuarta es la misteriosa muerte del propio fiscal", expuso a El País Sergio Widder, director para América Latina del Centro Simón Wiesenthal; quien al ser consultado sobre si cree que puede haber justicia agregó: "Es inevitable tener una posición escéptica y, es triste, pero nosotros creemos que hay que garantizar que la investigación se pueda realizar sin interferencias".

La causa AMIA es muy compleja; tiene millares de fojas y una historia de idas y vueltas que incluyen causas por encubrimiento, imputados desplegados en un escenario múltiple que abarca lo internacional, ningún detenido y un "gran estancamiento", elementos que hoy redundan en una sola realidad: impunidad, según denuncian familiares y amigos de las víctimas nucleados en la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (Apemia), que oficia como una de las partes querellantes. A su vez, las diferencias ante la reacción por el Memorándum hicieron que en 2014, por primera vez, la comunidad judía argentina conmemorara el atentado con dos actos por separado. "Nosotros estuvimos con el fiscal Nisman a inicios de diciembre y él nos anticipó que iba a hacer esta denuncia. Nos sorprendió que tuvimos la oportunidad de un diálogo, que tal vez nunca antes habíamos tenido con él en ese tono, de reconocimiento, y en donde incluso llegó a decirnos que conocía el valor de nuestras posiciones. Nos reconoció haber tenido razón cuando dijimos que el Memorándum venía a ser el punto final para cualquier posible investigación. Porque en su momento, el fiscal Nisman no se opuso y su no oposición duró meses. Y las organizaciones de la colectividad judía tardaron unos 10 días más o menos en reaccionar. Pero durante meses estuvieron sosteniendo negociaciones entre gobierno, la DAIA y la AMIA para ver cómo podían avanzar"; dijo a El País Pablo Gitter, miembro de Apemia, y agregó: "Creemos que Nisman fue uno de los principales encubridores o desviadores de la causa. Ahora, el denunciaba a los encubridores oficiales y, con su muerte, el eje de la discusión sigue sin ser el esclarecimiento".

Gitter consideró que el estancamiento y encubrimiento se deben a que "si se llegara a mover algo de la investigación habría que acusar al Estado argentino por su responsabilidad criminal en el atentado a la AMIA", ya que se trata de un ejemplo de "terrorismo de Estado cometido en democracia". "Hubo tres atentados terroristas el de la Embajada de Israel, el de la AMIA y el de Río Tercero. Ninguno fue esclarecido y los gobiernos democráticos operaron con diferencias políticas, pero todos en una línea de continuidad con el encubrimiento", sostuvo.

Gravedad.

Desde APEMIA creen que hoy tanto el oficialismo como la oposición "están haciendo un uso político para intercambiar facturas, en vez de discutir cómo hacer para investigar y esclarecer". "Lo que proponen para la causa AMIA es inconducente, por un lado desde la oposición dicen de hacer una comisión de fiscales para continuarla o que la Corte Suprema de Justicia se haga cargo del esclarecimiento. Y, pocos se dieron cuenta, pero la presidente en uno de sus escritos propuso realizar un nuevo juicio agregando que esta vez debía ser distinto", subrayó Gitter y dijo que "ante la gravedad de los hechos, tal vez un crimen político en el caso de Nisman" proponen que se abran los archivos secretos de inteligencia en poder del Estado y sean puestos a disposición de una comisión investigadora independiente formada por notables en el marco del Congreso de la Nación. "Sería algo parecido a la Conadep en cuanto al valor, pero diferente en la forma y de sus conclusiones eventualmente se tomarán acciones en el orden legal", explicó Gitter.

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