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Castro al Papa: "Es la visita más importante de mi vida"

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El presidente de Cuba, Raúl Castro, se tocó el pecho con la mano a la altura del corazón y confesó al oído del papa Francisco: "es la visita más importante de toda mi vida. De verdad".

Y es que este encuentro marcó profundamente a Castro, como él mismo reconoció después durante la comparecencia a la prensa tras la reunión con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, y en la que valoró "la sabiduría, la modestia y todas las virtudes" del pontífice.

Y prosiguió: "Leo todos los discursos del Papa y si el Papa continúa hablando así volveré a rezar y regresaré a la Iglesia, y no lo digo en broma", desveló Castro. "Rece por mí", dijo el Papa a Castro, quien también le pidió que se acordase de él en sus oraciones. "Ya lo hago", contestó Francisco.

Así concluyó, mientras le acompañaba al coche, la reunión privada que mantuvieron ayer en el Vaticano y que duró 55 minutos, la más larga que ha mantenido el pontífice con los jefes de Estado y de Gobierno, a excepción de los largos almuerzos con la presidenta argentina, Cristina Fernández.

Agradecimiento.

"Le he venido a agradecer al Papa", fue el resumen que hizo Raúl Castro mientras salía de la audiencia con Francisco.

Y es que aunque en los 55 minutos se abordaron sobre todo los detalles de la próxima visita a Cuba del pontífice, también sirvió para que Castro agradeciese personalmente y sin tener que esperar a septiembre, la labor del pontífice argentino en el acercamiento con Estados Unidos.

Al presidente cubano se le apreció feliz y emocionado por este encuentro, como cuando dijo que "es un honor" ser recibido por Francisco a la entrada de los salones adyacentes al aula Pablo VI donde se celebró esta audiencia, que, aunque fue calificada como "estrictamente privada", tuvo los mismos protocolos que el resto de las visitas de los mandatarios.

Castro llegó a la "Plaza del Hongo", llamada así por la gran escultura contemporánea que la preside, y en el interior le esperaba el papa Jorge Bergoglio.

"Siéntese señor presidente", le dijo Francisco y comenzó la larga reunión donde además, Castro presentó al pontífice "los sentimientos del pueblo cubano en la espera y la preparación de su próxima visita a la isla en el mes de septiembre", como explicó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

Poco tiempo quedó para las presentaciones de las delegaciones, ya que Raúl Castro tenía una reunión con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, pero uno a uno Castro fue presentando a su delegación, formada por unas diez personas.

Entre estas estaban el vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas Ruiz; el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, y el embajador de Cuba ante la Santa Sede, Rodney López, pero también Raúl Castro llevó a parte de su familia.

Con orgullo, el mandatario cubano presentó a su hijo menor Alejandro y después a uno de sus nietos, y después dijo a Bergoglio: "Sabe, yo soy ya bisabuelo". Castro trajo al Vaticano como presente un cuadro de grandes dimensiones del artista cubano Alexis Leyva Machado, conocido como Kcho, y que representa una gran cruz hecha con varios barcos y un niño que reza ante ella.

El artista, quien ya se había carteado con el Papa, le explicó personalmente durante la audiencia que su cuadro se llamaba "milagro" y que se había inspirado en la tragedia que sufren millares de personas que intentan llegar a Europa desde el norte de África.

Castro también regaló al Papa una medalla de plata que conmemora el 200 aniversario de la Catedral de La Habana, y "de la que solo existen 25 ejemplares", dijo con orgullo.

Francisco quiso explicar con detalle su regalo al mandatario cubano, un medallón de San Martín de Tours, patrono de Buenos Aires.

"Mire, es cuando San Martín se quita la capa y se la da a un pobre. Es una intuición de lo que tenemos que hacer. Cubrir la miseria de nuestra gente y promover esto", le dijo a Castro.

Después mientras le regalaba su exhortación apostólica Evangelii Gaudium el papa Francisco bromeó: "Aquí encontrará una de estas declaraciones que tanto le gustan".

Juan Pablo II fue el primer Papa en recibir a un mandatario cubano, en 2006, cuando se reunió en el Vaticano con el entonces presidente de Cuba Fidel Castro, a quien volvió a ver dos años después en su visita a la isla caribeña.

Raúl Castro recibió el 27 de marzo de 2012 a Benedicto XVI durante el viaje a Cuba del pontífice.

El papa envió un saludo a las madres por su día.

Además de reunirse con el presidente de Cuba, Raúl Castro, el papa Francisco tuvo un momento para dirigir un mensaje a las madres en su día. El Sumo Pontífice subrayó que "hoy en tantos países se celebra el Día de la Madre: recordamos con gratitud y afecto a todas las madres, confiándolas a la Mamá de Jesús".

Jorge María Bergoglio destacó la figura materna al concluir el Regina Coeli en Plaza San Pedro. "Ahora me dirijo a las mamás que están aquí en la plaza, prosiguió Francisco improvisando, ¿hay? Un aplauso para ellas, para las mamás que están en la plaza. Y que este aplauso abrace a todas las mamás, todas nuestras queridas mamás, las que viven con nosotros físicamente pero también las que viven con nosotros espiritualmente", dijo el jefe de la Iglesia Católica. "Que el Señor las bendiga a todas y la Virgen, a la cual es dedicado este mes, las custodie", añadió Francisco. ANSA

Renzi anunció una futura visita a La Habana.

Italia y Cuba están impulsando diferentes "proyectos culturales e iniciativas económicas", destacó ayer en Facebook el primer ministro italiano Matteo Renzi, tras reunirse con el presidente Raúl Castro y subrayar la importancia de "combatir juntos la pobreza y la injusticia". Además de recordar los "vínculos de solidaridad y cooperación con el pueblo cubano", el premier destacó la mediación del Papa en el proceso de acercamiento entre EE.UU. y Cuba. "Lo que está ocurriendo" entre La Habana y Washington representa "una bella e intensa página de la historia", aseguró. "Queremos y debemos ser protagonistas", había destacado durante una rueda de prensa con Castro el premier y líder del Partido Democrático, refiriéndose a esa nueva fase histórica. También señaló que "en las próximas semanas" ambos países "van a trabajar juntos en diferentes niveles". "Hemos tomado algunos compromisos para trabajar en proyectos específicos", precisó Renzi, quien resaltó "el desafío de combatir los desequilibrios e injusticias" y el objetivo de "luchar por un mundo más justo". Renzi anunció una próxima visita a La Habana del vicecanciller Mario Giro y del viceministro de desarrollo económico, Carlo Calenda. ANSA

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