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Caso Nadia: solidaridad, estafa y abuso sexual

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El padre tenía armas, relojes caros y marihuana en su casa. Foto: Facebook Fernando Blanco

La falsa historia logró de una niña enferma que se moría logró donaciones de miles de euros.

La ternura de Nadia había llevado a los españoles a donar casi un millón de euros para curar su rara enfermedad. Pero después, la solidaridad mutó en indignación contra su padre, investigado ahora por estafa y explotación sexual de la menor.

Los padres de esta niña de once años enferma de tricotiodistrofia, Fernando Blanco y Margarida Grau, declararon el viernes en un juzgado de la Seu dUrgell, un pueblo de montaña en la región de Cataluña, en el noroeste de España.

La citación se produjo tras un sorprendente hallazgo policial: en un pendrive, el padre de Nadia tenía fotos de la niña desnuda.

Según la televisión regional TV3, que accedió a la interlocutoria del juez bajo secreto de sumario, había una imagen con los padres copulando mientras la niña los miraba y otras de Nadia "con contenido sexual".

En su declaración, los padres explicaron que las fotografías servían para comprobar la evolución de la enfermedad. "No hay nada especial ni con contenido pornográfico, sexual o de explotación", aseguró a los medios su abogado, Alberto Martín.

Las explicaciones no convencieron al juez que abrió una investigación por "exhibicionismo, provocación sexual y explotación sexual" contra ambos padres, que se suma al procedimiento por estafa iniciado en diciembre.

Entonces la policía descubrió que la familia había estafado hasta 918.000 euros (975.000 dólares) recaudados para la hija. Casi 600.000 los habían destinado a gastos personales, como un coche, una casa o relojes de lujo, y el resto seguía en el banco.

En Afganistán.

La tricotiodistrofia es de una enfermedad genética rara, sin cura y con síntomas muy variados: desde baja estatura y peso, a piel escamosa, pérdida de cabello, problemas de vista o incluso retraso intelectual. Afecta a unos pocos centenares de personas en el mundo y aunque "no tiene cura, no suele matar", explicó a la AFP el dermatólogo Ramon Grimalt.

Sin embargo, desde hace años, Fernando Blanco y Nadia recorrieron periódicos, radios y platós de televisión pidiendo donaciones para la niña que estaba a punto de morir, según el progenitor.

Nadia, tímida pero tierna, enamoró a la audiencia, impresionada por la historia heroica que contaba su padre, un español de 52 años con una antigua condena por estafa.

Según él, habían viajado por todo el mundo buscando una cura, pasándose incluso un mes en Afganistán "bajo las bombas" para visitar a un genetista escondido en una cueva.

A finales de noviembre, aseguró que necesitaban dinero para pagar un tratamiento innovador basado en una manipulación genética en un hospital de Houston.

Pero una semana después, los diarios españoles El País e Hipertextual desmontaron la historia. Según sus indagaciones, la niña se encontraba fuera de peligro, no había pruebas de sus viajes y no existían ni el hospital de Houston, ni el tratamiento, ni el doctor que la iba a hacer.

Poco después, la fiscalía abrió una investigación y la policía detuvo al padre después de saltarse un control policial huyendo hacia Francia con dinero en efectivo, una pistola de fogueo y relojes y artilugios electrónicos de alta gama, así como el pendrive con las fotografías sospechosas.

El juez ordenó encarcelar al padre y retirarles la custodia de Nadia, que ahora vive con una tía.

Los medios.

El caso escandalizó al país y también puso en tela de juicio la labor de los muchos medios de comunicación que difundieron la campaña.

"Al ser una historia humana, algo lacrimógena protagonizada por una niña enferma los medios se lanzaron sin pensarlo", afirma Marcel Mauri, profesor de Ética Periodística en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

"No se tomaron las precauciones para evitar contar mentiras. Eso es lo que ocurrió por exceso de generosidad, por bondad, por creer que un padre no puede hacer eso", coincide Rafael de Mendizábal, presidente de la comisión deontológica de la Federación de Asociaciones de Prensa.

El engaño provocó una caída de las donaciones para la investigación de enfermedades, denunciaron varias fundaciones. Por ello, la Plataforma de Organizaciones de Pacientes emitió un comunicado invitando a aportar dinero en proyectos supervisados y no en campañas individuales.

El padre sin abogado

Alberto Martín, el abogado que ha llevado la defensa de los progenitores de Nadia, declaró que renuncia a representar Fernando Blanco, el padre de la menos, cuando este preste declaración sobre las imágenes "de carácter sexual" halladas en un pendrive pasando a defender únicamente a la madre de Nadia, Margalida Grau. El objetivo es que madre pueda recuperar la tutela de Nadia, que en estos momentos está con unos tíos maternos.

De las donaciones a la cárcel

2 de diciembre 2016. Los padres de Nadia recaudan en cuatro días 150.000 euros con un relato ficticio sobre la enfermedad de su hija que llevan a la televisión y a las redes sociales. Su farsa incluía doctores inventados, operaciones que requerían cuatro agujeros en la nuca y hasta un mes con Nadia en una cueva de Afganistán “bajo las bombas”. u 5 de diciembre. El juzgado quiere conocer los movimientos bancarios de la familia. Tras la publicación de las informaciones en las que se evidenciaban numerosas falsedades en la versión del padre, el juez toma las primeras medidas. Inmoviliza las cuentas bancarias de la familia y pide los informes médicos sobre la enfermedad de la niña.

7 de diciembre. Orden de detención para los padres. A última hora del día 7, los padres de Nadia se encuentran ya arrestados por presunta estafa. Ese día, los registros de la vivienda familiar se prolongan hasta la medianoche. La madre, Marga Garau, seguía manteniendo entonces que el error había sido exagerar la historia.

9 de diciembre. El juez envía a la cárcel a Fernando Blanco por la estafa de las donaciones

El juez deja en libertad a la madre de la pequeña, pero suspende la patria potestad. Nadia se encuentra ahora con una familiar. En los registros fueron hallados relojes y electrodomésticos de alta gama, y en las cuentas bancarias, más de 300.000 euros.

10 de enero 2017. El juez investiga al padre de Nadia por explotación sexual de la niña.

El magistrado sostiene que las imágenes halladas en un pen drive del padre “no son una simple sospecha, sino la constancia y evidencia de claros indicios”. El 13 de enero el juez abre un nuevo procedimiento por delitos sexuales a los padres de Nadia.

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El padre tenía armas, relojes caros y marihuana en su casa. Foto: Facebook Fernando Blanco

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