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Caso Gabriel: los detalles de la investigación que pusieron a la madrastra como sospechosa

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Ana Julia confesó que mató a Gabriel. Foto: EFE

ESPAÑA

"Nemo". Así se llamó el operativo en honor al niño que fue asesinado por la novia de su padre en Almería. La Policía sospechaba de la mujer, pero siempre pensó que el pequeño estaba vivo.

Sola. Se lo llevó, lo asfixió y lo enterró tapándolo con piedras. Ana Julia Quezada confesó que asesinó a Gabriel el mismo día que su familia denunció que había desaparecido. ¿Por qué? Aún no está claro. Celos, sospechan los investigadores. Lo cierto es que la Policía española la tenía vigilada. Varios errores y reacciones exageradas de la mujer fueron sospechosas. Demostraciones demasiado afectuosas en los medios. Un celular perdido. Una camiseta que ella encontró sola y en una zona que ya había sido inspeccionada. Ana Julia se convirtió en la  principal sospechosa. Sin embargo pensaban que lo tenía escondido vivo y no fue así. 

En la crónica del diario El Mundo de España, el jefe de la investigación de la Guardia Civil relató cómo fue la "Operación Nemo" para encontrar al niño. José Hernández Mosquera dijo que siempre pensaron que Gabriel estaba vivo. Esperaban que Ana Julia cometiera un error y los llevara al lugar dónde lo tenía secuestrado. Así fue que la siguieron el domingo, pero el final fue el peor. 

Gabriel salió el 27 de febrero de su casa a las 15.30 rumbo a lo de sus primos y a las 18 cuando no regresó a tomar la merienda su abuela llamó y descubrió que nunca había llegado. ¿Dónde estuvo Ana Julia ese tiempo? ¿Qué hizo entre las 15.30 y la noche? A pocos días del macabro hallazgo, la asesina de Gabriel aún no brindó muchos detalles, pero los investigadores narraron en conferencia de prensa cómo fue que la descubrieron. 

Entre el 27 de febrero y el 3 de marzo Ana Julia estuvo siempre junto a Ángel, el papá de Gabriel. Se la veía en los medios junto al hombre, a veces preocupada, a veces no. Su actitud ya despertaba las sospechas de la Policía.  Llevaba una remera con la foto del niño. Participaba de las búsquedas, daba notas a los medios de comunicación. 

El 3 de marzo fue clave. Ese día  Ana Julia  dijo que encontró una remera del niño a 4 kilómetros de la casa. El lugar era inaccesible y poco frecuentado. La mujer contó que convenció a Ángel de salir a buscar al niño otra vez. De pronto ella encontró la remera, en un momento que Ángel no estaba cerca. " Lo encuentra ella y no Ángel. Ángel está próximo pero no en el momento que la encuentra", explicó el jefe de la investigación en la conferencia de prensa. Es ahí que la investigación se centra en la mujer. Los policías sospecharon del lugar y del hallazgo. Ya habían estado ahí, la remera había sido plantada. 

Desde ese día Ana Julia estuvo vigilada. Incluso en algún momento, la prensa también comenzó a vincularla. Los efectivos debieron cambiar el foco de la atención para evitar que la asesina se diera cuenta que estaba siendo investigada. 

Finalmente el  11 de marzo, Ana Julia salió de su casa y se dirigió a la vivienda en Rodalquilar (dónde finalmente se supo que Gabriel fue asesinado). Iba sola, pero la Policía la seguía de cerca. La vieron sacar unos tablones, unas piedras y un cuerpo "menudo" y lo metió en la valija del auto. La detuvieron y allí encontraron el cuerpo de Gabriel. La mujer gritó que era inocente y que usó el auto ese día. Pero ya estaba sentenciada. Horas después en su declaración, Ana Julia confesó. Aún no contó cómo hizo para que Gabriel se fuera con ella a la casa de Rodalquilar pero los investigadores están seguros que fue por la fuerza.  Tampoco por qué lo mató. 

Por ahora los investigadores lograron trazaron el perfil de Ana Julia: egocéntrica, manipuladora, posesiva y una mujer fría. En su perfil de Facebook la mujer tenía fotos con niños y perros, pero ninguna con Gabriel. Eso también los hizo sospechar. 

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