PRESENTE POLÍTICO

En el último año y medio, Juan Guaidó ha sido líder monolítico de la oposición venezolana. En ese lapso, los otros grandes nombres de la oposición han guardado silencio y se han mantenido en un segundo plano. Hasta ahora. Henrique Capriles, líder del partido Primero Justicia y dos veces candidato presidencial, ha vuelto a la primera línea con un golpe de efecto al declararse parte de una negociación que ha logrado la liberación de 50 presos políticos y el fin de la persecución judicial a 60 más.

Guaidó, desde la presidencia de la Asamblea Nacional, fue capaz de lograr algo casi imposible, alinear todas las voluntades de la oposición en un mismo sentido. Para eso contó con el apoyo de Estados Unidos y de sus vecinos Colombia y Brasil. Sin embargo, las grietas comenzaron a surgir y Guaidó comenzó a recibir críticas feroces, especialmente cuando se negó a dialogar con Nicolás Maduro.

Quizás la voz más crítica ha sido la de María Corina Machado, quien calificó el último llamado de unidad de Guaidó como “una agenda de distracción”. Y le asestó la gran condena: “El país te dio una tarea que no has podido o querido cumplir”.

Si bien el objetivo de Capriles y Guaidó es el mismo -sacar a Maduro del poder-, sus métodos están a años luz. Y también lo están los tiempos. Capriles aguarda el momento adecuado y se muestra dialoguista con el régimen, mientras que Guaidó parece impaciente y no quiere saber de hablar con Maduro.

“Informamos (...) de nuestro absoluto desconocimiento a las negociaciones inconsultas realizadas a título personal entre el régimen de Nicolás Maduro y los dirigentes Henrique Capriles y (el vicepresidente de la Asamblea Nacional) Stalin González”, dijo el martes un comunicado difundido por el equipo de Guaidó.

“Hoy, por mis ‘gestiones personales’, nos sentimos satisfechos de la libertad de 110 presos políticos. Mi único interés es defender a los venezolanos y lograr la libertad de Venezuela. ¡No nos vamos a resignar, así como ningún venezolano lo hará hasta ver el cambio en el país!”, fue la respuesta de Capriles en Twitter.

Capriles ha abogado por la participación en las elecciones del 6 de diciembre para renovar la Asamblea Nacional presidida por Guaidó, único poder en manos de la oposición. Esto, en medio del boicot de una treintena de partidos opositores que apoyan a Guaidó y que declinan participar por considerarlas un fraude orquestado por Maduro.

Antes del comunicado de Guaidó, se supo que Turquía había mediado para el acuerdo de liberación de presos. El jefe de la diplomacia turca, Mevlut Cavusoglu, dijo en Twitter: “Seguimos con satisfacción (la) evolución del diálogo positivo entre el gobierno y la oposición en Venezuela, debido también a nuestros esfuerzos en coordinación con la UE. Deseamos que este proceso positivo se refleje en las elecciones. Siempre seremos solidarios con el pueblo venezolano”. Turquía es uno de los principales aliados internacionales de Maduro, junto a Rusia, China, Irán y Cuba.

Capriles, sobre quien pesa una inhabilitación desde 2017 para ejercer cargos públicos por 15 años, había dicho hace unas semanas que un “evento electoral siempre puede convertirse en un hecho movilizador”.