La lluvia dará una tregua a los miles de bomberos que luchan contra los dos principales incendios, los de Valley y Butte.

Se espera que el descenso de las temperaturas y las lluvias proporcionen la ayuda que se necesita en la lucha contra los incendios masivos que arrasan el norte del California, informaron fuentes oficiales este miércoles.

La lluvia dará una tregua a los miles de bomberos que luchan contra los dos principales incendios, los de Valley y Butte, que empezaron el fin de semana provocando un muerto, destruyendo 700 hogares y desplazando a miles de personas.

"El tiempo más frío y la lluvia que anuncian las previsiones ayudarían a los bomberos en la linea de fuego hoy", dijo a la AFP el jefe del batallón Cal Fire que lucha contra el fuego, Mike Smith.

"Estamos intentando hacer tantos progresos hoy como sea posible porque se supone que va a haber un nuevo patrón meteorológico mañana", añadió.

"Está previsto que vuelvan el calor y el viento, lo que podría cambiar la situación".

El incendio de Valley, descrito como el más destructivo que ha golpeado el oeste de Estado Unidos, afectado por la sequía, ha quemado más de 70.000 acres (28.000 hectáreas), un área equivalente a tres veces la superficie de París, ha destruido 585 hogares y provocado el desplazamiento de 13.000 personas, según fuentes oficiales.

Este miércoles por la mañana el 30% de este incendio estaba controlado, mientras que el de Butte, que ha quemado unos 72.000 acres, estaba controlado al 40%.

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