Tragedia

Logran evacuar a 152.000 personas y otros huyen en autos y a pie ante avance de tres grandes incendios

Pese a ser un estado que se ha hecho fuerte ante la devastación de los incendios forestales, el infierno en que se convirtieron los dos extremos de California resultó abrumador. Al menos once personas murieron, incluyendo varias que quedaron atrapadas en sus vehículos en una comunidad denominada Paradise, que en español significa Paraíso. Está lejos de serlo. Y, en la zona de Thousand Oaks, donde un hombre asesinó a doce personas a balazos en un bar a comienzos de la semana pasada, ahora huyen de las llamas.

California combate tres grandes incendios, uno en la zona norte de Sierra Nevada y dos el oeste de la ciudad de Los Angeles. En la ciudad norteña de Paradise, el fuego continúa en las ruinas de casas y locales comerciales, mientras en el sur del estado, decenas de miles de residentes huyeron de sus hogares y se convirtieron en un enjambre en las rutas. Numerosos animales fueron retirados a lugares seguros a medida que el fuego amenazó el Zoológico de Los Angeles, en Griffith Park.

Las autoridades estiman que el incendio en el norte, denominado Camp, destruyó el estremecedor número de 6.700 estructuras, de las cuales 6.453 son residencias. Esa devastación convierte a este incendio en el más destructor de la historia moderna de California.

“Resulta asombrosa la velocidad con que se extendió”, comentó el subjefe del Departamento de Protección de Forestación y contra Incendios, Scott McLean, al referirse a las llamas que consumieron Paradise. Mientras los bomberos luchan para contener las llamas, McLean manifestó que temía que el número de muertos creciera. Los autos abandonados en la calle central eran prueba de que muchos habitantes huyeron del feroz incendio a pie. Las autoridades indicaron que hay al menos 35 personas desaparecidas. Es demasiado temprano para saber cuántas lograron salir con vida.

“La magnitud de la destruccción que hemos visto es increíble y desgarradora”, afirmó el director de la Oficina de Emergencia, Mark Ghilarducci. “Sabemos que hay muertos y heridos”.

“Pienso que perdimos el local del liceo y al menos una de las escuelas”, dijo la alcaldesa de Paradise, Jody Jones.

“Toda la parte baja de Paradise está totalmente envuelta en llamas”, comentó Kevin Winstead, residente de la población cercana de Magalia, a la televisora local KIEM. “No quedará ni una sola casa en pie”.

Un total de 52.000 personas fueron evacuadas en esa área, donde se esperan fuertes vientos y poca humedad para los próximos días, una mala noticia para los más de 2.000 bomberos que combaten las llamas.

Las autoridades logran evitar que el incendio llegue a Chico, de 90.000 habitantes, situada al oeste de Paradise.

Los dos incendios, Hill y Woolsey, que arden en el sur, han forzado la evacuación de más de 100.000 personas. El fuego en Woolsey es el más preocupante porque se ha propagado con veclocidad amenazando la exclusiva población costera de Malibu, donde viven muchas celebridades de Hollywood. “El incendio está fuera de control y se encamina a áreas pobladas. Todos los residentes deben evacuar ahora”, escribieron en la cuenta oficial de Twitter las autoridades de esa ciudad ubicada entre el océano Pacífico y la sierra de Santa Mónica. Ya arrasó 57 kilómetros cuadrados.

“Vi las llamas que venían de las montañas sobre nuestra casa y las sentí quemar los ámbares. Sabía que tenía que salir porque era mi sebguridad”; dijo Heili Hoffmann, que ha vivido en Malibu por más de 20 años. “La casa es sólida, pero el fuego se avecina y la montaña caerá”.