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El Brexit sin rumbo tras el segundo rechazo

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Mientras los diputados debatían, afuera la gente rechazaba el acuerdo de May. Foto: Reuters

LA SALIDA BRITÁNICA DE LA UE

El Parlamento ahora debe decidir si acepta una salida sin acuerdo o pide a la UE un aplazamiento.

Theresa May, la primera ministra que asumió hace dos años y medio con el objetivo de llevar a buen puerto la salida británica de la Unión Europea, recibió ayer martes la segunda cachetada parlamentaria en dos meses. A solo días de la fecha en que Reino Unido debe abandonar la Unión Europea, el 29 de marzo, los diputados rechazaron el nuevo acuerdo negociado por May para un Brexit ordenado. La votación fue de 242 a favor y 391 en contra.

Es un nuevo revés histórico al tratado que debía poner fin a 46 años de integración británica en el bloque europeo, aunque inferior a la humillante derrota que May sufrió en enero cuando 432 diputados votaron en contra del acuerdo anterior.

Las garantías adicionales sobre la controvertida salvaguarda norirlandesa que obtuvo May esta semana no fueron suficientes para convencer a la facción euroescéptica de su propio partido ni a sus socios del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP).

“Lamento profundamente la decisión que ha tomado esta Cámara”, afirmó la primera ministra, visiblemente cansada y terriblemente afónica. “Sigo creyendo que, con diferencia, el mejor resultado sería que Reino Unido abandonase la UE de forma ordenada con un acuerdo, y que el que hemos negociado es el mejor y, de hecho, el único disponible”, insistió.

“Su acuerdo, su propuesta, lo que presentó la primera ministra, está claramente muerto”, le respondió Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, principal fuerza de oposición.

Corbyn reitero su petición de que se convoquen elecciones generales adelantadas, mientras que un portavoz de Downing Street insistió en que May no ha valorado la posibilidad de dimitir.

“El rechazo del acuerdo deja a las empresas británicas ante una continua incertidumbre económica en un momento crítico”, dijo Catherine McGuinness, alta responsable de la City, el poderoso corazón financiero de Londres.

¿Y ahora?

El voto del parlamento británico “aumenta la probabilidad” de un Brexit sin acuerdo, advirtió por su parte un portavoz del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Pero esta incógnita debería despejarse rápidamente: hoy miércoles se organizará una nueva votación para que los diputados británicos dejen claro si están a favor o en contra de ese escenario, que tendría catastróficas consecuencias económicas para el país.

Y si, como parece probable, el Parlamento rechaza también un Brexit sin acuerdo, mañana jueves habrá una tercera votación sobre la posibilidad de pedir a la UE un aplazamiento de la fecha de salida.

Frontera irlandesa

El punto más sensible del acuerdo es la denominada “salvaguarda irlandesa”, que busca evitar la reinstauración de una frontera física entre la República de Irlanda -país miembro de la UE- y la provincia británica de Irlanda del Norte para proteger el frágil Acuerdo de Paz de 1998.
Pero los diputados euroescépticos temen que deje al país atrapado indefinidamente en las redes europeas.

En el rechazo al acuerdo por los diputados pesó con fuerza la opinión legal del fiscal general Geoffrey Cox, encargado de aconsejar jurídicamente al gobierno. En un informe publicado ayer antes de la votación, Cox reconoció que los nuevos agregados al Tratado de Retirada “reducen el riesgo” de que Reino Unido se vea “indefinida e involuntariamente” atrapado en una unión aduanera con la Unión Europea. Pero “los riesgos jurídicos siguen sin cambios”, sentenció.

Esto reforzó los temores de los euroescépticos de que la cláusula diseñada para evitar controles fronterizos entre las dos Irlandas, mantenga al Reino Unido integrado en las estructuras comunitarias durante años en contra de su voluntad.

Bruselas, por su parte, considera indispensable la salvaguarda para proteger la integridad del mercado único y preservar los acuerdos de paz que se firmaron en 1998, que establecen que no habrá una frontera entre la República de Irlanda y la región británica de Irlanda del Norte.

MÁS

Principales etapas del Brexit

Referéndum, Voto a favor de separarse: En un referéndum celebrado el 23 de junio de 2016, el 52% de los británicos votaron a favor de salir de la Unión Europea. Esto provocó la dimisión del primer ministro David Cameron y la llegada de Theresa May al poder.

Inicio del proceso para la salida: El 29 de marzo de 2017 el gobierno británico activó el Artículo 50 del Tratado de la UE que rige la retirada voluntaria. Se inició así el plazo de dos años que debe desembocar en la salida británica el próximo 29 de marzo.

May pierde la mayoría parlamentaria: May adelantó las elecciones al 8 de junio en un intento de fortalecer su posición, pero perdió la mayoría absoluta y tuvo que negociar el apoyo de los diez diputados del partido unionista norirlandés DUP para poder gobernar.

Primer acuerdo y primer rechazo: 
El 13 de noviembre de 2018, Londres y Bruselas anunciaron haber alcanzado un “proyecto de Acuerdo de Retirada”. El 15 de enero de 2019 el acuerdo fue rechazado: 432 diputados en contra y solo 202 a favor.

Renegociación y segundo rechazo:
 El 21 de enero, May presentó una nueva propuesta consistente en modificar la parte del acuerdo relativa a la frontera norirlandesa, su punto más conflictivo. De todos modos, el Parlamento rechazó de nuevo ayer el acuerdo.

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