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Brexit estancado: presionan a May para adelantar elecciones

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Postura. Theresa May debería llegar a un acuerdo con la UE antes del 18 de octubre. Foto: AFP.

EL PROCESO EN EL REINO UNIDO

Primera ministra británica descarta esta opción y pide “cabeza fría” a los miembros del Partido Conservador.

La primera ministra británica, Theresa May, pidió ayer domingo a sus correligionarios del Partido Conservador que mantengan la “cabeza fría” en un momento en el que las negociaciones del Brexit han encallado en medio de rumores de elecciones anticipadas en el Reino Unido.

La preocupación entre los asesores de May por la falta de apoyos a su plan para el Brexit les ha llevado a barajar la posibilidad de convocar a elecciones para tratar de aglutinar nuevas fuerzas, según el diario The Sunday Times. El diario relata una conversación telefónica entre dos miembros del equipo de May en la que uno le cuestiona al otro: “¿Qué vas a hacer en noviembre, porque creo que vamos a necesitar unas elecciones?”. Downing Street, el despacho oficial de la primera ministra, se apresuró a descartar esa opción.

En junio de 2017, May llamó a los británicos a las urnas para intentar reforzar su liderazgo al comienzo del diálogo con la Unión Europea (UE), pero sus planes se torcieron y terminó perdiendo la mayoría absoluta que mantenía hasta entonces en el Parlamento.

El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, ha abonado la convocatoria de elecciones generales cuanto antes para dar la opción a que un Gobierno laborista dirija las negociaciones del Brexit antes del próximo 29 de marzo, fecha prevista para la ruptura con la UE. “La mejor manera de arreglar esta situación es convocar elecciones legislativas”, sostuvo Corbyn al diario Sunday Mirror.

Corbyn cree que diputados conservadores descontentos con la gestión de May podrían contribuir a forzar unas elecciones anticipadas, al tiempo que advirtió que la oposición laborista está dispuesta a votar en contra del acuerdo al que puedan llegar Londres y Bruselas, sede de la UE, si no le satisfacen los términos.

Además, el líder laborista dejó en manos del Congreso de su parido un nuevo referéndum sobre el Brexit.

En las últimas legislativas, Corbyn, un exsindicalista de 69 años, había centrado su campaña en la política interior, en particular en las cuestiones económicas y sociales, una táctica que le dio buenos resultados y ha mantenido desde entonces. Tim Bale, profesor de la Universidad Queen Mary de Londres, sospecha que la dirección del partido Laborista mantendrá la ambigüedad. “Le preocupa mucho la reacción del electorado si el partido toma una posición más proeuropea”, explicó a la AFP.

El frente interno.

Además de las presiones desde la oposición laborista, la primer ministra tory debe hacer frente a las voces cada vez más numerosas dentro de su propio partido que le reclaman un cambio de rumbo en sus planes para el Brexit.

“He dicho en muchas ocasiones que estas negociaciones serían duras, y desde el principio estaban destinadas a ser aún más duras en sus etapas finales”, dijo May ayer domingo para tratar de calmar los ánimos entre sus compañeros de partido, a quienes les instó a “controlar los nervios”.

La primer ministra acusó al Partido Laborista, el Partido Liberal Demócrata y el Partido Nacionalista Escocés (SNP) de querer “aprovechar este momento para obtener réditos políticos”.

“Es el momento de poner a nuestro país por delante. Es el momento de dejar de lado nuestras diferencias y unirnos como nación. Es el momento de hacer lo que es correcto para el Reino Unido”, afirmó May.

El rechazo de la UE.

Tras la negativa de los líderes europeos a aceptar el llamado plan de Chequers, que propone mantener al Reino Unido en un área de libre comercio de bienes tras el Brexit, la facción más euroescéptica de los tories ha reactivado su exigencia de apostar por un acuerdo de comercio más laxo, similar al que la UE firmó con Canadá.

El grupo de pensamiento Institute of Economic Affairs prevé publicar hoy lunes un informe que defenderá los beneficios de esa opción para el Reino Unido, una idea que puede recibir el apoyo de un sector del Partido Conservador.

El ministro para el Brexit, Dominc Raab, argumentó ayer domingo que formalizar un acuerdo de libre comercio como el de Canadá no solucionaría el problema de la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, uno de los principales escollos del diálogo.

Raab aseguró que el Ejecutivo continuará negociando de “buena fe” con la UE para tratar de acercar posiciones de cara al Consejo Europeo del 18 de octubre, el momento que han marcado tanto Bruselas como Londres para que se produzca un acercamiento sustancial entre ambas partes.

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