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Brasil en vilo por el repunte de la ultraderecha y el freno del PT

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Jair Bolsonaro: desde su domicilio en Río de Janeiro, después de que se divulgó el sondeo de Ibope,  cargó contra Fernando Haddad y el PT por los corrupción. Foto: Reuters

Recta final al son de las encuestas

Bolsonaro le saca entre 10 y 11 puntos a Haddad para la primera vuelta del domingo.

Brasil contiene la respiración a cinco días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales. El ultraderechista Jair Bolsonaro repuntó en las encuestas mientras el izquierdista Fernando Haddad se estancó. Para una segunda vuelta el 28 de octubre, ambos candidatos favoritos están en un empate técnico, según los sondeos electorales de esta semana.

La primera y más fuerte reacción del repunte de Bolsonaro la dio ayer el mercado bursátil. El índice de acciones Bovespa de la Bolsa de San Pablo subió casi un 4%, su mayor alza porcentual diaria desde el 7 de noviembre de 2016. En tanto, el dólar bajó y se fortaleció el real.

Este impulso en la bolsa vino después de que una encuesta de la firma Ibope divulgada el lunes mostrara que Bolsonaro tiene una intención de voto del 31%, aventajando en 10 puntos a Haddad, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT).

En el sondeo previo de Ibope, Bolsonaro tenía un 26% de apoyo y Haddad un 21%. Para la segunda vuelta, el 28 de octubre, están empatados con un 42% (el resto son votos en blanco o de indecisos). En la última medición, Haddad superaba a Bolsonaro por cuatro puntos (42% a 38%).

Anoche, una nueva encuesta de Datafolha confirmó la tendencia de la de Ibope, marcando una distancia aún mayor a favor de Bolsonaro: 32% contra 21% de Haddad. En la encuesta anterior de Datafolha, el candidato ultraderechista tenía 28% de intención de voto, y el izquierdista el 22%.

Esta es la primera vez que se frena o baja la intención de voto hacia Haddad desde que fue confirmado el 11 de septiembre candidato del PT en lugar de Lula Da Silva, inhabilitado por la Justicia electoral por estar procesado con prisión por corrupción.

"El sondeo de Ibope fue lo que provocó la euforia" en los mercados, dijo un gerente de inversiones de Río de Janeiro. "Sin embargo, me parece prematuro, el riesgo de Haddad aún es relevante", agregó.

Las principales alzas se dieron en las empresas estatales, que el principal asesor económico de Bolsonaro, Paulo Guedes, planea privatizar total o parcialmente si acceden al gobierno.

A pesar de que Haddad ha apuntado recientemente a una política menos heterodoxa, los agentes financieros aún prefieren a Bolsonaro, dado que desconfían en la capacidad del candidato del PT para implementar una política de mayor austeridad fiscal y promover reformas como la del sistema de pensiones.

"El mercado está optimista con Bolsonaro", después de la encuesta Ibope del lunes, afirmó André Perfeito, de la consultora Spinelli.

El Chicago Boy.

Los inversores apostaban inicialmente por candidatos de centro que nunca despuntaron en las encuestas, como el exgobernador de San Pablo Geraldo Alckmin (8% en el sondeo Ibope), del PSDB (centroderecha), o el exministro de Hacienda Henrique Meirelles (2%), del MDB, el partido del presidente saliente Michel Temer.

Al confirmar anoche la encuesta de Datafolha la tendencia que marcaba el sondeo de Ibope, es de esperar que la euforia "va a pegar fuerte en los mercados en los próximos días", prevé Perfeito, que advierte sin embargo sobre la abundancia de sondeos que hasta el domingo pueden provocar sobresaltos de todo tipo.

Bolsonaro, que en sus 27 años como diputado mostró tendencias proteccionistas, confesó que entendía poco y nada de economía y entregó esos asuntos a Guedes, un Chicago Boy, que tiene dos ideas clave en mente: iniciar la transición hacia un sistema de jubilaciones por capitalización y privatizar lo que se pueda para reducir la deuda pública, actualmente en un 77,3% del PIB.

"En mi cabeza está claro lo siguiente: acelerar la privatización para reducir la deuda. ¿Será Petrobras, la Caixa Economica Federal, Correios? Es aquello que tenga el mayor impacto financiero, para reducir la deuda y liberar recursos para educación, salud, saneamiento, seguridad", dijo Guedes en una entrevista publicada en febrero por el diario Valor.

Según André Perfeito, Bolsonaro, que fue dado de alta el sábado después de haber sido apuñalado en un mitin el 6 de septiembre, aún enfrenta altos índices de rechazo (44%) que "no le aseguran su victoria" y mucho menos en la primera vuelta, una posibilidad que muchos de sus partidarios evocan.

Y también existe una incertidumbre acerca de cómo gobernaría, dado que su fuerza política, el Partido Social Liberal (PSL), tiene apenas 8 diputados (de un total de 513) y en el mejor de los casos, según las encuestas, podría duplicar esos escaños.

El mercado echó su peso en la balanza para que Haddad sea derrotado, pero aún "no evaluó el precio de una victoria de Bolsonaro", dijo Perfeito.

Futuro gobierno sin mayoría y obligado a negociar
Vista general del Senado de Brasil. Foto: AFP

El próximo presidente de Brasil deberá lidiar con un Congreso tan pulverizado como el desprestigiado legislativo actual y hacer alianzas con todo tipo de grupos políticos para poder gobernar.

"La gran mayoría de los parlamentarios que son candidatos a la reelección serán reelectos", asegura a la AFP Sylvio Costa, fundador del sitio periodístico especializado Congresso em Foco. "Y muchos de los nuevos serán personas ligadas a clanes familiares o grupos tradicionales, algo muy brasileño", agrega Costa, que estima que un tercio de los 513 diputados y más de la mitad de los 81 senadores actuales están investigados o acusados en casos de corrupción.

Las principales fuerzas en el Congreso volverán a ser con toda probabilidad las tres que han dominado la vida política en el último cuarto de siglo: el Partido de los Trabajadores (PT) del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva; el MDB del presidente saliente Michel Temer; y el PSDB del expresidente Fernando Henrique Cardoso. Pero esos partidos nunca consiguieron, en 33 años de democracia, tener una mayoría absoluta, lo cual dio origen a un "presidencialismo de coalición". Esa dinámica, que en 2005 derivó en el escándalo del "mensalao" (una millonaria contabilidad ilegal del PT para comprar el apoyo de congresistas), "no va a cambiar y es el corazón del problema", explica a la AFP el politólogo Matías Spektor.

NOAM CHOMSKY

"Golpe de Estado blando"

El intelectual estadounidense Noam Chomsky denunció en una columna publicada ayer martes por el medio digital The Intercept que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva es un "preso político" al que se mantiene "aislado" para que prospere un "golpe de Estado blando" en Brasil. Al final de un extenso artículo en el que analiza la situación política en Brasil, Chomsky concluye que Lula, "uno de los presos políticos más significativos del período actual, es mantenido en aislamiento para que el golpe de Estado blando" que supuestamente ocurre en el país "pueda seguir su curso". Eso, prosigue, "probablemente tendrá consecuencias graves para la sociedad brasileña y buena parte del mundo, teniendo en cuenta el potencial rol de Brasil", ante lo que apostilla: "Seguirá su curso si se tolera lo que está pasando". El filósofo y activista visitó con su esposa a Lula recientemente en la sede de la Policía Federal en Curitiba, donde cumple una condena de 12 años por corrupción y lavado de dinero. Chomsky consideró que el "supuesto crimen" del que se acusa a Lula, recibir un apartamento a modo de soborno, es "casi indetectable para los estándares brasileños". EFE

Atacante: lesión a la democracia

La Fiscalía denunció ayer martes formalmente por violaciones a la Ley de Seguridad Nacional al hombre que el 6 de septiembre acuchilló al ultraderechista Jair Bolsonaro. El Ministerio Público Federal, tras casi un mes de investigación, pidió que se le abra juicio a Adelio Bispo de Oliveira por el delito de atentado personal por inconformismo político, un crimen previsto en la Ley de Seguridad Nacional. La Fiscalía explicó en un comunicado que su decisión obedeció a que el agresor puso en riesgo el régimen democrático en Brasil al intentar interferir con el resultado de las elecciones con su ataque a uno de los candidatos a la Presidencia. "El intento de eliminación del favorito para evitar su participación en el pleito y determinar el resultado de las elecciones mediante un acto violento y no mediante el voto, representa un grave e inminente peligro de lesión al régimen democrático", según la denuncia. Bispo de Oliveira, que sufre de trastorno delirante grave según una evaluación psicológica encomendada por sus abogados, acuchilló al ultraderechista durante un mitin político en Juiz de Fora, segunda mayor ciudad del estado de Minas Gerais. EFE

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