El gobierno de Temer espera que los ingresos se recuperen en el segundo semestre en la medida que la economía, golpeada por la recesión, se estabilice.

El Gobierno brasileño podría no necesitar un congelamiento adicional en el gasto para cumplir con los objetivos fiscales porque se espera que los ingresos se recuperen en el segundo semestre en la medida en que la economía, golpeada por la recesión, se estabilice, dijeron funcionarios el miércoles.

Según reportes de medios locales, el Gobierno consideraba congelar otros 20.000 millones de reales (6.170 millones de dólares) en gasto para cumplir con su meta de déficit presupuestario primario de 170.500 millones de reales, dado que los ingresos impositivos siguen bajando.

Pero tres funcionarios dijeron que la ambiciosa meta ya contemplaba la disminución en los ingresos, que han empezado a estabilizarse y que podrían repuntar en el segundo semestre.

"El Gobierno cree que, dados los números detallados en la meta, no hay necesidad de un congelamiento", dijo un funcionario informado sobre la materia, que solicitó el anonimato. "Además, los ingresos han dejado de caer y podrían recuperarse en el segundo semestre", agregó.

El jefe de Gabinete del presidente interino Michel Temer, Eliseu Padilha, dijo a periodistas el miércoles que el Gobierno usará todas sus opciones para evitar un congelamiento del gasto. El funcionario afirmó que el Gobierno podría securitizar parte de la deuda que tiene a favor para recaudar ingresos.

El Gobierno considera securitizar hasta 60.000 millones de reales en deuda para reducir su déficit presupuestario, dijo el 14 de julio el ministro de Planificación, Dyogo Oliveira.

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