Incendio
Diez adolescentes murieron por un incendio en el complejo del club Flamengo de Río.
En apenas 15 días Brasil fue golpeado por tres tragedias. El 25 de enero la rotura de una represa de la minera Vale en Brumadinho, estado de Minas Gerais, dejó 157 personas muertos y 182 desaparecidas; el pasado miércoles 8 un temporal de vientos de más de 110 km/h y fuertes lluvias sorprendió a la ciudad de Río de Janeiro, causando seis muertes y dejando a miles sin electricidad; y ayer viernes, como consecuencia de un incendio en un complejo de entrenamiento del club de fútbol Flamengo en la capital carioca, diez adolescentes murieron. Otros tres menores resultaron heridos y fueron internados, uno de ellos en estado grave.
Los diez futbolistas que murieron tenían entre 14 y 16 años de edad: Christian Esmerio (15), arquero, ya había sido convocado para las inferiores de la selección brasileña; Arthur Vinicius (14), defensa, selección brasileña; Athila Paixão (14), delantero; Bernardo Pisetta (15), arquero; Jorge Eduardo Santos (15), defensa; Pablo Henrique (14), defensa; Samuel Thomas Rosa (15), delantero; Vitor Isaías (14), delantero; Gedson Santos (14), centrocampista; y Rykelmo de Souza Vianna (16), volante.
En las instalaciones, que de acuerdo con los bomberos fueron “totalmente tomadas por las llamas”, se alojaban adolescentes de las categorías formativas de Flamengo, muchos provenientes del interior de Brasil. La alcaldía de Río aseguró que el complejo deportivo, donde también entrena el equipo de primera división, tiene su licencia al día. Pero señaló que el área afectada por el incendio no figuraba en los papeles como una zona de dormitorios, sino de “estacionamiento”.
“En el protocolo del proyecto, el área se describe como un estacionamiento”, dijo la alcaldía en un comunicado. “No hay registro de una nueva solicitud de licencia para usar el área como dormitorio”.
Bomberos dijeron que llegaron a Ninho do Urubu, un moderno centro de formación de futbolistas que había sido ampliado e inaugurado hace solo dos meses, poco después de las 5 de la madrugada, encontrando la construcción envuelta en llamas. Informes de prensa señalaron que el incendio ocurrió en una de las partes más antiguas del complejo, que debía ser demolida. No se sabía si las alarmas de humo estaban instaladas en el edificio, que tenía un techo de metal que aparecía doblado y chamuscado por el incendio.
Algunas personas lograron escapar de las llamas, pero la voracidad del incendio impidió que los bomberos pudieran ingresar a las instalaciones.
“Logramos rescatar a las víctimas que estaban fuera”, dijo el teniente coronel de bomberos Douglas Henaut. “El lugar fue completamente arrasado por el fuego. Por mucho que intentamos entrar y encontrar personas con vida, no fue posible... Solo encontramos cuerpos adentro”.
El presidente del club carioca, Rodolfo Landim, dijo que se trataba de “la mayor tragedia en los 123 años de historia de Flamengo”.
Un futbolista de las divisiones menores dijo que el fuego comenzó en su habitación. “El aire acondicionado se incendió y salí corriendo”, sostuvo Felipe Cardoso, mediocampista de la categoría sub 17. “Gracias a Dios me las arreglé para correr y sigo vivo”.
Es común que los clubes brasileños alojen a jóvenes jugadores en dormitorios mientras entrenan con equipos ju-veniles o están a prueba, especialmente muchachos de origen humilde o de fuera de la ciudad.
Después de años de dificultades financieras, Flamengo gastó el año pasado 23 millones de reales (6,2 millones de dólares) para ampliar las instalaciones de Ninho do Urubu.
Además de un recinto que da alojamiento a jugadores jóvenes, las instalaciones incluyen varios campos de entrenamiento, un parque acuático, un gimnasio, un centro médico y un miniestadio.
Ninho do Urubu, “Nido de Buitre” en español, se llama así porque el ave es el símbolo del club.
Vinicius Junior, delantero del Real Madrid de 18 años que entrenó en las instalaciones del club carioca antes de unirse al gigante español el año pasado, publicó sus condolencias en Twitter. “¡Qué triste noticia! ¡Rezando por todos! Fuerza, fuerza, fuerza”, escribió.
Los motivos del incendio todavía están siendo investigados. El incendio ocurrió tras varios días de fuertes lluvias y vientos que han azotado la ciudad y que han dejado al menos seis muertos.
Los medios locales apuntan que podría haber ocurrido un cortocircuito en el sistema de aire acondicionado.
Decenas de hinchas se concentraron en la puerta del establecimiento para rezar y llevar flores en homenaje a las víctimas. La bandera de Flamengo fue izada a media asta y la Federación de Fútbol de Río de Janeiro (FERJ) postergó las semifinales del campeonato carioca, incluido el clásico Flamengo vs. Fluminense previsto para hoy sábado. “Nuestros pensamientos están con las víctimas y sus familiares”, tuiteó el Fluminense.
O Fluminense Football Club lamenta profundamente o incêndio ocorrido no Ninho do Urubu e se solidariza com a dor do Clube de Regatas do Flamengo. Nossos pensamentos estão com as vítimas e seus familiares.
— Fluminense F.C. (@FluminenseFC) 8 de febrero de 2019
La solidaridad de Nacional y Peñarol.
En Uruguay, Nacional y Peñarol se solidarizaron con Flamengo por las 10 muertes en el incendio en el centro de entrenamiento de Río de Janeiro. “Lamentamos profundamente la desgracia sufrida por @Flamengo. Desde @CNdeFformativas enviamos nuestras condolencias y toda la fuerza para familias y allegados en este difícil momento. #ForçaFlamengo”, rezó la cuenta de Twitter oficial de las divisiones menores del conjunto tricolor.
Lamentamos profundamente la desgracia sufrida por @Flamengo. Desde @CNdeFformativas enviamos nuestras condolencias y toda la fuerza para familias y allegados en este difícil momento.
#ForçaFlamengo— Nacional Formativas (@CNdeFformativas) 8 de febrero de 2019
Por su parte, el club aurinegro escribió en la misma red social: “Nuestras condolencias a autoridades, jugadores e hinchas del club @Flamengo, y a las familias de las víctimas ante la tragedia que les toca vivir. Todo Peñarol está con ustedes en este duro momento”.
Nuestras condolencias a autoridades, jugadores e hinchas del club @Flamengo, y a las familias de las víctimas ante la tragedia que les toca vivir. Todo Peñarol está con ustedes en este duro momento.
— PEÑAROL (@OficialCAP) 8 de febrero de 2019
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que evoluciona de forma positiva después ser diagnosticado esta semana con una neumonía mientras se recupera de una cirugía intestinal por las secuelas del atentado sufrido en septiembre, también envió sus condolencias. El presidente usó las redes sociales para expresar su pésame por la tragedia en las instalaciones de la cantera del Flamengo. “Que Dios conforte a sus familiares”, aseguró Bolsonaro, quien ayer recibió la visita del ministro de Infraestructura, Tarciso de Freitas, y el subjefe de Asuntos Jurídicos de la Casa Civil de la Presidencia, Jorge Oliveira.
El número de muertos por el colapso de la represa de la mina de hierro de la empresa Vale en Brumadinho, Minas Gerais, llegó este jueves a 157, mientras 182 personas siguen desaparecidas.
Entre los desaparecidos están 55 funcionarios de la Vale, la mayor comercializadora de hierro del mundo. Los otros 127 desaparecidos son habitantes de la región y turistas que se encontraban en los alrededores de la represa rota. La tragedia ocurrió el 25 de enero cuando una de las presas donde se almacenaban residuos minerales de Vale, se rompió y generó un alud que sepultó las instalaciones de la compañía y cientos de viviendas rurales.
Seis personas murieron el miércoles por un temporal en Río de Janeiro, mientras unas 80.000 familias están en áreas de riesgo, según el gobernador Wilson Witzel. “Eso es fruto del abandono de la organización urbanística de las ciudades, especialmente de la ciudad de Río. Han cerrado los ojos para la ocupación desordenada y el resultado, infelizmente, son esas tragedias que estamos viendo”, dijo Witzel. El gobernador consideró que este abandono no es reciente, sino que se produce desde hace décadas y que “poco se ha hecho” a lo largo de los años para impedir el avance de las construcciones irregulares en todo el estado.