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Al borde del precipicio y más dependiente de Rusia y China

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Nicolás Maduro. Foto: Reuters
Venezuela's President Nicolas Maduro gestures while he talks to the media during a news conference at Miraflores Palace in Caracas, Venezuela October 17, 2017. REUTERS/Carlos Garcia Rawlins VENEZUELA-POLITICS/
CARLOS GARCIA RAWLINS/REUTERS

VENEZUELA EN DEFAULT: QUÉ SE PUEDE ESPERAR

Según analistas, es tarde para reestructurar la deuda; “¿quién compraría?”

El destino de Venezuela, con default parcial de su deuda y bloqueada por las sanciones estadounidenses, depende más que nunca de sus aliados ruso y chino. La agencia de calificación S&P Global Ratings declaró a Venezuela en "default parcial" del pago de su deuda, ante el impago de 200 millones de dólares en sus bonos globales, tras un periodo de gracia de 30 días para pagar el cupón de bonos 2019 y 2024.

"Las cuentas no cuadran. Los tenedores de bonos tienen razones para estar alarmados", afirma el economista venezolano Orlando Ochoa. "Venezuela está paradójicamente al borde del precipicio financiero, a pesar de contar con los recursos para hacer un cambio de orientación económica petrolera, lo cual le permitiría organizar un plan de recuperación", explica.

"Una reestructuración nunca es sencilla. Pero con las sanciones impuestas por los estadounidenses, aún lo es menos", advierte un especialista del mercado de la deuda bajo condición de anonimato.

A finales de agosto, Washington prohibió a sus bancos y sus ciudadanos comprar nuevas obligaciones o negociar acuerdos con el gobierno venezolano.

Pero, "es un poco tarde para reestructurar la deuda", subraya Ludovic Subran, jefe economista de la aseguradora Euler Hermes, quien tampoco cree en la venta de activos como vía para solucionar la situación financiera en Venezuela. "Y de todas formas, ¿quién estaría dispuesto a comprar en el contexto actual?", se pregunta.

Para sortear las sanciones estadounidenses, Maduro cuenta con Rusia y China, dos aliados a los que Caracas debe 8.000 y 28.000 millones de dólares respectivamente.

La cuestión es saber si todavía están dispuestos a mantener su apoyo financiero al país petrolero.

De momento, nada da a entender lo contrario. Pekín declaró el martes que su cooperación con Caracas "se desarrolla normalmente", y Moscú tiene previsto firmar hoy miércoles un acuerdo para reestructurar 3.000 millones de dólares de deuda venezolana.

Pero para Ochoa todo esto es "especulativo". "Parece que ambos países han llegado al límite", apunta.

"Claro que Rusia tiene interés, políticamente, en ayudar a Venezuela", admite Subran. "Pero el problema solo se pospondría", pues los mercados ya identificaron al país petrolero como el mayor riesgo actual para las inversiones.

El peligro para Venezuela, otrora el país más rico de América Latina, es verse apartado de los mercados, como su grupo petrolero, Pdvsa, y tener que encarar embargos de activos y filiales en el extranjero.

Para salir de esta situación, Caracas podría permitirse "un pequeño subterfugio", apunta Subran, quien cree que el país sudamericano "podría entrar en default solo en la parte soberana, pero proteger Pdvsa".

"Si Pdvsa cae en default, los activos podrían ser embargados y por tanto ya no habría ingresos del petróleo, así que no sería posible financiar la cuenta corriente", añade.

"Tiene sentido", confirma Ochoa. "Los bonos de la república son más propensos a ser negociables. Los de Pdvsa enfrentarían dificultades más inmediatas".

Brasil litiga para cobrar US$ 262 millones.

Brasil acudirá al Club de París para intentar cobrar 262 millones de dólares que le adeuda Venezuela. El plazo para pagar esta deuda venció el pasado mes de septiembre.

Esa deuda fue contraída por operaciones comerciales realizadas en el marco del Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos (CCR) entre Bancos Centrales de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) y, según el Ministerio de Hacienda de Brasil, Venezuela hasta ahora no ha dicho cuándo pretende cancelarla. A esa situación se suma el vencimiento, previsto para enero del año próximo, de otros 270 millones de dólares que Venezuela adeuda a Brasil por el mismo concepto.

El CCR analiza cada cuatro meses todas las operaciones realizadas y luego cada banco central debe transferir o recibir fondos de sus pares, dependiendo de si su saldo fue deficitario o superavitario.

"El Banco Central brasileño posee títulos que deben ser honrados por el Banco Central venezolano, sin distinción de origen", señaló la cartera que conduce Henrique Meirelles. EFE, AFP

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