Hace una semana en Estambul un ataque mató a 44 personas.
Al menos 14 soldados turcos murieron y decenas de personas resultaron heridas ayer sábado en un atentado suicida atribuido al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) contra un autobús que transportaba a militares en la ciudad de Kayseri, en el centro de Turquía. "Todos los elementos apuntan de momento al PKK", afirmó el viceprimer ministro Numan Kurtulmus en la cadena NTV.
Los militares —soldados rasos o suboficiales— habían obtenido un día de permiso para salir del cuartel e ir a un mercado, explicó el ejército en un comunicado. "Los atentados terroristas van dirigidos, además de contra nuestros policías y militares, contra nuestros 79 millones de conciudadanos", afirmó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en una declaración escrita enviada a los medios.
El mandatario afirmó que Turquía recibe ataques de todas las organizaciones terroristas, "especialmente" del PKK, clasificado "organización terrorista" por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea. "Lucharemos sin descansar contra estas organizaciones terroristas, en un espíritu de movilización nacional", añadió.
Quince sospechosos han sido detenidos por su presunta participación en el atentado, declaró el fiscal del estado de Kayseri, Mustafa Arslanturk, citado por la agencia Anadolu.
La explosión de ayer tuvo lugar una semana después del atentado que dejó 44 muertos en el centro de Estambul, reivindicado por un grupo armado kurdo.
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