BRASIL

Al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, operado de una hernia abdominal el domingo, se le suspendió la alimentación vía oral y comenzó a ser alimentado por medio de una sonda nasogástrica.

Bolsonaro experimentó un “movimiento intestinal lento y una distención abdominal”, por lo que fue “sometido a un pasaje de sonda nasogástrica y la introducción de alimentación parenteral (intravenosa)”, informaron los médicos.

La operación, la cuarta desde que fue apuñalado hace un año durante un acto de campaña electoral, se desarrolló en el hospital Vila Nova Star de San Pablo y duró unas cinco horas, más de lo previsto.

Los exámenes muestran que el mandatario está “estable” y la reanudación de “la alimentación por vía oral será evaluada diariamente”, agregó el boletín médico.

Los médicos mantuvieron las medidas convencionales de prevención de trombosis venosa profunda (uso de media elástica y medicinas anticoagulantes) y la recomendación para que el presidente continúe realizando fisioterapia y sus caminatas por los pasillos del hospital.

Por ahora, continúa con las visitas restringidas.

La mañana del lunes, Bolsonaro había dicho que volvería a trabajar el martes en un video en su cuenta de Twitter y por la tarde publicó otro en la que se lo veía caminando por un corredor del hospital.

El portavoz de Bolsonaro, Otávio Rego Barros, confirmó que el presidente tiene previsto viajar a la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde Brasil realiza tradicionalmente el primer discurso, previsto esta vez para el 24 de septiembre. Días antes de la operación, Bolsonaro prometió que iría “aunque sea en silla de ruedas” a la ONU.