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Bolsonaro tiene una lista de 100 empresas prescindibles

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Bolsonaro junto a su gabinete; ayer cumplieron una semana en el poder. Foto: EFE

La estrategia contra el déficit

Algunas serán privatizadas y otras “liquidadas”, anunció ayer el gobierno.

Bolsonaro junto a su gabinete; ayer cumplieron una semana en el poder. Foto: EFE
Bolsonaro junto a su gabinete; ayer cumplieron una semana en el poder. Foto: EFE

Poco a poco se van conociendo detalles de las primeras medidas del gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil. Ayer martes se afinó en algo el plan de privatizaciones que el novel mandatario había anunciado en su campaña electoral.

En la lista para "privatizar o liquidar" hay un centenar de empresas estatales hasta 2022 a fin de aliviar la abultada deuda pública, informó el ministro de Infraestructura, Tarcísio Gomes de Freitas.

"Es muy posible ponerlo en práctica si se tiene en cuenta que muchas son subsidiarias. No estamos hablando solo de privatizaciones, estamos hablando también de liquidaciones de empresas que hoy ya no tienen sentido", declaró Gomes de Freitas a la radio CBN antes de participar en el segundo consejo de ministros desde que el presidente Bolsonaro asumió el poder, el 1 de enero.

"Las liquidaciones van a aliviar el presupuesto y va a ir sobrando dinero para invertir en otras prioridades", agregó, sin mayores detalles.

El ministro declinó dar detalles sobre cuáles empresas podrían estar incluidas en esos planes, pero subrayó que el nuevo Gobierno hará un "mapa" de la situación de las cerca de 150 estatales que dependen directamente del Ejecutivo, que a su vez tienen decenas de subsidiarias.

El programa de Bolsonaro prevé un fuerte impulso del plan de privatizaciones que venía desarrollando el exmandatario Michel Temer.

Según Bolsonaro, de las 138 empresas estatales que tiene Brasil a nivel federal, "100 podrían privatizarse tranquilamente". Su programa electoral un fuerte recorte del déficit y "reducir la deuda pública en un 20% mediante privatizaciones, concesiones" y la venta de propiedades públicas.

Jair Bolsonaro. Foto: EFE
Jair Bolsonaro. Foto: EFE

Según el ministro de Economía, Paulo Guedes, Brasil tiene activos a ser privatizados por valor de 1 billón de reales.

La deuda bruta del sector público de Brasil era en noviembre pasado de 5,28 billones de reales (1,44 billones de dólares), equivalentes al 77,3% del PIB.

Brasil tiene empresas gigantes bajo control estatal, Petrobras, Eletrobras o el banco la Caixa Económica Federal.

El gobierno excluye privatizar la actividad principal de Petrobras y de otras empresas consideradas estratégicas, aunque sí de algunos de sus activos secundarios.

Si se tienen en cuenta las compañías controladas directa o indirectamente por los estados y los municipios, la cifra de empresas estatales se eleva a 418, según un reciente estudio de la Fundación Getulio Vargas.

La semana pasada, Bolsonaro anunció que su gobierno atraerá "rápidamente" inversiones por valor de US$ 1.800 millones de dólares en concesiones de vías férreas, 12 aeropuertos y 4 terminales portuarios.

Ayer martes el ministro de Infraestructura dijo que se está analizando la concesión de licencias para que empresas privadas construyan y operen 5.600 kilómetros de carreteras y vuelvan a ofertar por 4.000 kilómetros ya existentes.

"Necesitamos identificar todos los tramos de carreteras que se pueden ejecutar comercialmente y transferirlos al sector privado a través de asociaciones y concesiones público-privadas", dijo Freitas. "Obviamente, no solo estamos hablando de privatizaciones, sino también de la liquidación de compañías que son inviables", explicó.

El gobierno también se dispone vender buena parte de los 700.000 inmuebles que posee.

Urgencia.

Ayer Bolsonaro reunió por segunda vez a sus 22 ministros tras su primera semana en el poder, para pedirles celeridad en la definición de políticas, ya que "el país no puede esperar más".

Bolsonaro había convocado a su primer consejo de ministros la semana pasada y ayer repitió el encuentro, pero a diferencia del anterior, este acabó sin que se informe en detalle sobre lo tratado. Esta vez la reunión fue, según escribió Bolsonaro en sus redes sociales, "para oír a cada uno de los ministros" sobre sus "planes y propuestas" para reducir el tamaño del Estado, y "medidas de rápida implementación".

Según el mandatario, que desde la campaña electoral mantiene sus redes sociales como su principal medio de comunicación, "el país no puede esperar más" y el Gobierno debe actuar con celeridad.

Bolsonaro forma una alianza con EE.UU. y la clara intención de ir contra Cuba y Venezuela. Foto: AFP.
Foto: AFP.

El ministro de Seguridad Institucional, Augusto Heleno Ribeiro, dijo que cada uno de los 22 miembros del gabinete presentó un resumen de lo que han encontrado tras una semana en el cargo.

También comentó que uno de los asuntos tratados fue seguridad y, en especial, la situación en el estado de Ceará, en el noreste del país, que desde hace seis días sufre una ola de violencia desatada por bandas delictivas que operan desde el interior de las cárceles.

Paños fríos a una base militar de EE.UU.

Jair Bolsonaro cambió de idea respecto a su intención de permitir la instalación de una base militar estadounidense en territorio brasileño, e hizo llegar la información a generales de las Fuerzas Armadas que eran contrarios a la propuesta, publicó ayer martes el diario Folha de S.Paulo. Folha afirmó que, según los generales, el mensaje fue entregado por el ministro de Defensa, Fernando Azevedo e Silva, después de la repercusión negativa entre la cúpula militar sobre la idea planteada por el presidente. En una entrevista con SBT la semana pasada, Bolsonaro señaló la posibilidad de instalar una base militar de Estados Unidos en Brasil. En la entrevista con SBT, Bolsonaro dijo que su aproximación con Estados Unidos "es un asunto económico, pero también puede ser bélico". Por su parte, el ministro Azevedo e Silva aclaró ayer que la posible instalación de una base militar no está decidida. "Se trata de un asunto muy complejo sobre el que no hemos conversado", afirmó al diario Valor.

Envían más policías a Ceará por violencia

El gobierno de Brasil envió un nuevo contingente policial para restablecer el orden en el estado de Ceará, en el nordeste, blanco de una ola de violencia desde hace una semana, en el primer desafío en materia de seguridad que enfrenta el presidente Jair Bolsonaro.

La llegada de 200 agentes aumentará a cerca de 500 el número de efectivos en Ceará, donde desde el 2 de enero se produjeron más de 150 ataques contra autobuses, agencias bancarias y tiendas.

Las autoridades dieron parte de 160 detenidos en estos ataques, que se desataron después del anuncio de un aumento de los controles para impedir el ingreso de teléfonos celulares en las cárceles. Las facciones criminales también protestan contra las transferencias de algunos presos.

Violencia en Ceará. Foto: O Povo.
Violencia en Ceará. Foto: O Povo.

Inicialmente, unos 300 efectivos fueron destacados para contener la violencia durante el fin de semana, pero los ataques continuaron, menguando en Fortaleza, la capital, pero propagándose a ciudades del interior de Ceará, empobrecido estado de 9 millones de habitantes y actualmente gobernado por el opositor Partido de los Trabajadores (PT), y escenario de una fuerte disputa entre organizaciones de narcotraficantes.

La Fuerza Nacional de seguridad pública, un cuerpo federal bien armado, está bajo las órdenes del ministerio de Justicia, y puede ser enviada a un estado desbordado por problemas de seguridad si el gobernador lo solicita.

En Brasil el año 2017 marcó un récord de casi 64.000 homicidios.

Acabar con el crimen fue una de las promesas electorales de Bolsonaro, y para ello propone flexibilizar la posesión de armas para que "ciudadanos de bien" puedan defenderse. También está a favor de liberar aún más el uso de fuerza letal a policías y soldados.

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