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Bolsonaro dejó el hospital y ahora apura las reformas

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Bolsonaro: el gobierno descartó las versiones de un cáncer. Foto: Reuters

Brasil

Próxima semana envía al Congreso el proyecto jubilatorio.

El presidente Jair Bolsonaro recibió ayer miércoles el alta tras 17 días hospitalizado y una operación y viajó a Brasilia, donde sus ministros le esperaban para terminar de definir algunas de las reformas que prometió en la campaña electoral.

El mandatario, de 63 años, fue operado en el hospital Albert Einstein, un prestigioso centro privado de San Pablo, para retirar la bolsa de colostomía que cargaba desde el pasado septiembre tras ser apuñalado cuando participaba en un mitin durante la campaña electoral. Los médicos le realizaron una reconstrucción del tránsito intestinal, el tercer procedimiento quirúrgico desde que sufrió el atentado en la ciudad de Juiz de Fora.

Bolsonaro permaneció hospitalizado siete días más de lo previsto inicialmente, ya que los médicos le diagnostica- ron una neumonía la pasada semana que obligó a prolongar la dosis de antibióticos suministrada.

En su primer mensaje en las redes sociales tras recibir el alta, Bolsonaro afirmó que “finalmente he dejado atrás el riesgo de muerte” después de un intento de asesinato de un exintegrante del Partido Socialismo y Libertad (PSOL). El autor del ataque fue deteni- do inmediatamente después de la agresión, pero las autoridades aún no han determinado si actuó solo o por orden de terceros.

Su primer día fuera del hospital Bolsonaro lo pasó en el Palacio de la Alvorada, en Brasilia, sin atender compromisos oficiales. “Los médicos prescribieron que él se mantenga en descanso y haga una autoevaluación sobre recibir o no a los ministros”, dijo Otavio do Re- go Barros, portavoz de la Presidencia.

Rego Barros aprovechó una rueda de prensa para “desmentir algunas noticias falsas” que fueron diseminadas durante los 17 días que el presidente estuvo hospitalizado. Así, el portavoz negó que el equipo médico haya detectado señales de infecciones o de cáncer “de cualquier naturaleza” en el presidente. “En ningún momento hubo sospecha antes o durante el procedimiento respecto a esa enfermedad. Las diversas pruebas realizadas reiteraron la ausencia de esa enfermedad”, dijo.

Una vez que vuelva a la actividad, uno de los principales temas que será tratado por el presidente será la reforma del sistema de pensiones y jubilaciones, la cual pretende enviar al Congreso el 19 o 20 de febrero, según precisó el portavoz.

Esta reforma es una de las principales banderas del gobierno de Bolsonaro junto con el combate al crimen organizado. La propuesta del ministro de Economía, Paulo Guedes, es un modelo de capitalización individual, en el que la jubilación de cada trabajador dependerá de lo que pueda ahorrar a lo largo de su vida laboral.

“Vacío de poder”.

La agencia de calificación de riesgos Moody’s destacó ayer miércoles que el borrador del proyecto tiene un “gran alcance” e incluye diversas medidas para controlar el aumento de los gastos en las pensiones y seguridad, aunque consideró poco probable que sea aprobado antes del tercer trimestre de este año.

Moody’s precisó que la reforma de la seguridad social “es esencial pero no suficiente” para contener el gasto y subrayó que “serán necesarias más medidas” en los próximos años por parte del Ejecutivo de Bolsonaro.

Varios analistas consideran que la actividad reducida de Bolsonaro generó consecuencias. Hubo “una especie de vacío de poder en estas semanas, con la ausencia alargada del presidente”, dijo Thomaz Favaro, director de la consultoría Control Risks.

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