BRASIL

Un juez de la Corte Suprema de Brasil determinó ayer viernes que el presidente Jair Bolsonaro preste declaración de forma presencial, y no por escrito, en el caso en que es investigado por supuestas injerencias políticas en la Policía Federal, como denunció el exministro de Justicia Sergio Moro.

La decisión fue tomada por el juez Celso de Mello, decano del alto tribunal y encargado del caso en el que figuran como investigados tanto el mandatario como Moro, quien ya fue interrogado por las autoridades en mayo pasado.

El proceso fue abierto tras la renuncia como ministro de Justicia del exjuez Moro, quien acusó públicamente a Bolsonaro de “interferir políticamente” en la Policía Federal, órgano que adelanta investigaciones contra dos hijos del mandatario, el concejal de Río de Janeiro Carlos y el senador Flavio Bolsonaro.

Moro presentó entonces su renuncia al no aceptar los cambios en la cúpula de la Policía Federal exigidos por Bolsonaro y le acusó de presionar a la corporación.

Los investigadores habían insistido al Supremo en la necesidad de tomar declaración al mandatario para concluir sus pesquisas, ante lo cual el fiscal general de Brasil, Augusto Aras, solicitó que lo hiciera por escrito.

Sin embargo, De Mello afirmó en su decisión que esa posibilidad es una prerrogativa de los presidentes sólo cuando figuran como testigos o víctimas en un caso, pero no cuando son investigados.

Asimismo, el juez autorizó a Moro a enviar sus propias preguntas al presidente Bolsonaro.