DIPLOMACIA

El flamante presidente de Bolivia, Luis Arce, restableció relaciones diplomáticas con el régimen de Nicolás Maduro, al reconocer ayer miércoles a su nuevo embajador, un año después de que su antecesora, la Jeanine Áñez, rompiera con Venezuela.

El nuevo presidente boliviano, Luis Arce recibió al canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, y las cartas credenciales del nuevo embajador, Alexander Yánez.

Arreaza llegó para la toma de posesión de Arce el domingo y el lunes encabezó la “recuperación” de la embajada venezolana en un barrio acomodado en la ciudad de La Paz.

A poco de su llegada al poder en noviembre de 2019, tras la renuncia de Evo Morales a la presidencia por una fuerte convulsión social, Áñez rompió relaciones con Venezuela y expulsó a su misión diplomática, bajo denuncias de intromisión en asuntos internos. Inmediatamente, reconoció como presidente venezolano al líder opositor Juan Guaidó, quien había designado a José Gregorio Cumare su embajador en Bolivia.

El gobierno de Áñez invitó a Guaidó a la investidura de Arce, pero el equipo de transición de la administración entrante expresó su protesta e intentó que acudiera Maduro. Pero ni Guaidó ni Maduro viajaron finalmente al país.

Las relaciones entre Bolivia y Venezuela fueron estrechas durante los gobiernos del fallecido Hugo Chávez (1999-2013), y Morales (2006-2019), y continuaron con Maduro, hasta la asunción de Áñez.

El presidente Arce también recibió en un acto previo al nuevo embajador de Irán en Bolivia, Morteza Tafreshi. El gobierno de Áñez cerró su embajada en Teherán en junio pasado, arguyendo razones de austeridad.

Para nombrar embajadores en Venezuela e Irán, Bolivia debe esperar una nominación por parte del poder Ejecutivo y la ratificación del Senado, controlado por el oficialismo.

El expresidente Evo Morales proclamó ayer miércoles en tono irónico que los “salvajes” vuelven al poder en Bolivia, en respuesta a la expresidenta interina Áñez.

“Los salvajes nuevamente estamos en el Gobierno, estamos en el poder”, aseveró durante un multitudinario recibimiento en Chimoré, en el centro de Bolivia. Su frase fue respondida por los miles de asistentes coreando “somos mayoría, somos mayoría”.

Áñez dijo en enero en un acto en Sucre, capital constitucional de Bolivia, que no había que permitir que volvieran al poder los “salvajes”, en referencia a Morales y su partido el Movimiento al Socialismo (MAS). La expresión fue criticada por racista, pues Evo Morales, de origen aimara, se convirtió en 2006 en el primer presidente indígena y uno de los pocos en la historia de toda América Latina.

El MAS ha vuelto al poder tras un año de Gobierno interino de Áñez, al ganar Arce por una amplia mayoría las elecciones generales del mes pasado.

Las elecciones se volvieron a celebrar un año después de que fueran anuladas las de 2019, en las que había sido declarado vencedor Evo Morales entre denuncias de fraude.

Morales denuncia que fue víctima de un golpe de Estado en medio de presiones de policías y militares.