Qué puede ocurrir si Joseph Blatter finalmente no dimite? Esta hipótesis, planteada ayer por un periódico suizo, parece a priori increíble, pero fue incluso contestada por Domenico Scala, presidente del comité de auditoría de la FIFA, que calificó de "indispensable" sustituir al presidente. 

"Para mí, las reformas son un tema central. Esto es por lo que pienso que es absolutamente indispensable continuar el proceso de cambio de presidente que ya se anunció", señaló Scala en un comunicado. Esta declaración lapidaria parece destinada a cortar de raíz cualquier intento de bloquear el proceso que se inició con la dimisión de Blatter como presidente de la FIFA el 2 de junio. Scala respondió así a una información publicada este domingo por el diario suizo Schweiz am Sonntag y emitida por la BBC más tarde.

El periódico asegura, según una fuente anónima aparentemente cercana a Blatter, que el presidente de la FIFA no descarta considerar su decisión de dimitir.

¿Significa la respuesta de Scala la prueba de un posible conflicto entre el presidente dimitido por el enorme escándalo de corrupción y el hombre en el que ha puesto su confianza para gestionar el cambio?

La única persona que mencionó Blatter en su discurso de dimisión fue a su compatriota Scala, en el que dijo que se iba a apoyar para afrontar la transición. "Goza de la confianza de un gran número de personas en el seno de la FIFA y fuera, y dispone de conocimientos y de la experiencia necesaria para contribuir a la puesta en marcha de importantes reformas", señaló entonces Blatter.

Para el presidente de la FIFA, de 79 años, en el proceso de sucesión se deben afrontar varias reformas. El 2 de junio, en su discurso, dejó algunas pistas, como la reducción del tamaño del comité ejecutivo y la limitación del número de mandatos de sus miembros y del presidente.

Blatter fue reelegido a finales de mayo en Zúrich para un quinto mandato, en medio de un escándalo sin precedentes después de la imputación de 14 dirigentes y socios comerciales de la FIFA por parte de la Justicia estadounidense. Cuatro días más tarde anunció su dimisión.

El nuevo episodio de la historia comenzó este domingo, con la publicación del artículo en el Schweiz am Sonntag.

Según el diario, Blatter no descarta considerar su decisión de dimitir, después de haber recibido el apoyo de las federaciones asiáticas y africanas.

Al ser consultadas la FIFA y la CAF (Confederación Africana) respondieron con su posición oficial: Blatter anunció su dimisión el 2 de junio.

El periódico también cita a Klaus J.Stohlker, que fue asesor personal de Blatter en las relaciones públicas de enero a finales de mayo.

"Es muy difícil encontrar a alguien con el mismo valor. Blatter ha hecho de la asociación un grupo mundial con éxito, es un diplomático de alto nivel", señaló Stohlker.

"Blatter tiene sus posibilidades. Ahora depende de cómo se comporte en los próximos meses. Blatter es el presidente electo", continuó.

De acuerdo con los medios suizos, el todavía presidente de la FIFA habría recuperado el humor en los últimos días y estaría considerando contratar los servicios de Lorenz Erni, un abogado de renombre que trabajó para el director de cine Roman Polanski para evitar que fuera extraditado a Estados Unidos entre 2009 y 2010 por un escándalo sexual.

Por la tarde fue la BBC la que afirmó que Blatter estaba estudiando la posibilidad de presentarse a las elecciones posteriores a su propia dimisión.

"Todo está abierto", señaló una fuente próxima al presidente al medio británico. Según esta información, Blatter se dispondría a contar con sus apoyos para un increíble "come back" (regreso). Sin embargo, la posibilidad de ver a Blatter, que hasta ahora no ha tenido que enfrentarse a la Justicia, aferrarse a su puesto e iniciar un quinto mandato, contradice la posición oficial de la FIFA.

El Parlamento europeo instó a Blatter a dejar la FIFA "inmediatamente", en una resolución adoptada por una importante mayoría. La FIFA respondió que el dirigente suizo abandonará el cargo en un congreso extraordinario entre diciembre de este año y febrero de 2016.

Marruecos desmintió ayer "de manera categórica" las acusaciones de Chuck Blazer, ex alto dirigente de la FIFA, según las cuales ese país pagó un soborno para ser sede del Mundial de 1998, que se disputó en Francia. "Marruecos desmiente de manera categórica las acusaciones difamatorias contra los responsables del comité de la candidatura marroquí para la Copa del Mundo 1998 y que remiten a un presunto intento de corrupción", afirmó la Federación Real Marroquí de Fútbol.

Un diario suizo y la BBC lo manejan, el auditor del organismo lo niega