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Biden anuncia que vacunarán a 100 millones contra el COVID-19 en sus primeros 100 días

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Funcionarios de la salud abren un centro de vacunación en el barrio de Harlem. Foto: AFP

LA LUCHA CONTRA LA PANDEMIA

El presidente electo de Estados Unidos anunció una meta ambiciosa que va a requerir una buena aceleración del actual ritmo de distribución.

El presidente electo de Estados Unidos Joe Biden anunció un amplio y ambicioso plan de vacunación, y de paso busca atraer la atención a su agenda y alejarla del juicio político a Donald Trump.

Biden ya dijo que quiere que 100 millones de estadounidenses reciban una dosis durante sus primeros 100 días en el cargo, una meta ambiciosa que va a requerir una buena aceleración del actual ritmo de distribución.

“Las vacunas ofrecen tanta esperanza”, dijo el demócrata de 78 años el jueves por la noche cuando anunció un estímulo financiero por 1,9 billones de dólares.

“Pero la distribución de la vacuna en Estados Unidos ha sido un triste fracaso hasta ahora”, agregó.

Hasta el jueves por la mañana, datos oficiales indicaban que los estados de la unión habían recibido 30 millones de dosis, de las cuales 11,1 millones ya habían encontrado un brazo, muy por debajo del objetivo de Trump de vacunar a 20 millones de personas para fin del año pasado.

El discurso de Biden desde su hogar en Wilmington, Delaware, se produjo a la sombra del juicio político al presidente saliente Trump, acusado de incitar una insurrección luego del violento asalto al Capitolio el 6 de enero.

Esta situación no hace más que sumarle una pátina política dramática y complicaciones de agenda a un presidente que tomará el cargo el 20 de enero.

Situación dramática.

Más de 380.000 personas murieron en Estados Unidos como consecuencia del COVID-19, una cifra que bien puede superar los 400.000 en el momento en que Biden jure su cargo en el Capitolio.

Y el panorama no tiene expectativa de pronta mejoría, ya que la variante B.1.1.7 del virus, producto de una mutación, se instalará en marzo como la cepa dominante, de acuerdo a modelos de los Centros para el Control de Enfermedades y la Prevención (CDC por sus siglas en inglés).

El CDC dijo que la variante, que emergió primero en el Reino Unido y creció en forma exponencial allí, puede saturar a unos hospitales que ya están complicados, requerir medidas de salud pública más estrictas y aumentar el porcentaje de la población necesario para una ‘inmunidad de manada’.

El paquete de estímulo económico dedica 20.000 millones de dólares para la distribución de la vacuna y otros 50.000 millones para la realización de hisopados.

Test de coronavirus. Foto: Pixabay.
Test de coronavirus. Foto: Pixabay.

Sin plan.

“Entendemos la gravedad de la situación”, dijo el jueves en una teleconferencia de la Universidad Johns Hopkins la doctora Celine Gounder, experta en enfermedades contagiosas e integrante de la fuerza de tareas de Biden para el coronavirus.

“Estamos lidiando con unas 4.000 muertes de estadounidenses por coronavirus por día. Eso es más que (el número que) murió el 11 de septiembre de 2001, cada día”.

Los expertos le dan crédito al gobierno de Trump por desarrollar la operación que ayudó a desarrollar vacunas contra el COVID-19 en tiempos récord, pero aseguran que no se hizo el planeamiento adecuado para la “última milla” y que la distribución tuvo un comienzo atribulado.

También hubo grandes diferencias en el ritmo de distribución de cada estado, y algunos de sus gobiernos fueron criticados por ser muy burocráticos en el comienzo, que frenó todo el asunto y llevó a que algunas dosis expriraran.

Gounder dio algunas pistas sobre los cambios que vendrán.

“Las recomendaciones de los fabricantes de la vacuna han sido muy complejas a la hora de ejecutarlas en el terreno”, dijo. “Así que esencialmente tenemos que hacer las cosas más simples, ya sea simplificando la cadena de suministro como dije, o simplificando la escala de niveles sobre quién debe ser vacunado”.

El gobierno de Trump ya se movilizó para distribuir la segunda dosis de la vacuna Pfizer/BioNtech y la de Moderna que estaban almacenadas como reserva y recomienda a los estados que inoculen a todos los que tienen 65 años o más.

Denuncia: “Pandemia como arma represiva”

El gobierno de Venezuela “maneja la pandemia como un arma de represión”, acusó la presidenta del Colegio de Enfermeras de Caracas, Ana Contreras, en un seminario en línea, donde dijo que el sistema de salud está colapsado, no hay vacunas ni se hacen suficientes test de COVID-19. Además de las “indecentes” condiciones de trabajo y del salario insuficiente, Contreras denunció una “persecución” a los líderes del sector que buscan informar sobre la situación sanitaria.

“En Venezuela no tenemos claro cuál es la cantidad de contagiados directamente porque hay una opacidad, porque se está manejando la pandemia como un arma de represión”, dijo Contreras en un seminario en línea del Consejo de las Américas. Añadió que 309 trabajadores de la salud han muerto de COVID-19 porque no hay insumos y “no se cumple con los protocolos establecidos en la ley por la Organización Mundial de la Salud”.

“Vemos cómo no hay vacunas y hay una deuda con la Organización Panamericana de la Salud para las vacunas tradicionales”, detalló. “Tampoco se hacen pruebas de PCR y hay un número importante de personal de salud contagiado de COVID-19. No sabemos cuántos somos portadores asintomáticos del virus”.

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