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Batalla legal por la inmigración

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Manifestantes expresaron oposición a veda transitoria de inmigración. Foto: Reuters
Protester Brandon McTear holds a sign and the American Flag as demonstrators gather to protest against U.S President Donald Trump's executive order banning refugees and immigrants from seven primarily Muslim countries from entering the United States during a rally in Philadelphia, Pennsylvania, U.S. February 4, 2017 REUTERS/Tom Mihalek USA-TRUMP/IMMIGRATION-PHILADELPHIA
TOM MIHALEK/REUTERS

Juez federal de Seattle suspendió el decreto que limita el ingreso de viajeros; Trump calificó la decisión de ridícula.

Las fronteras de Estados Unidos volvieron a estar abiertas desde ayer a los poseedores de visas de siete países con predominio musulmán, después de que un juez federal de la ciudad de Seattle bloqueara de manera temporaria el decreto firmado por el presidente Donald Trump que prohibió durante 90 días el ingreso de ciudadanos de esas naciones calificadas de fuentes de terrorismo. La confusión vuelve a reinar en aeropuertos de Estados Unidos y de diversas naciones, debido a que la Casa Blanca anunció que apelará la nueva decisión judicial.

El juez de la Corte Federal de Distrito de Seattle, James Robart, aprobó en la noche del viernes una medida de amparo que cesa de manera temporaria el decreto dictado por Trump. La decisión es transitoria mientras Robart termina de estudiar en profundidad el recurso presentado por el fiscal del estado de Washington (situado en el oeste del país), Bob Ferguson, para anular el decreto.

Ferguson argumentó que el decreto provoca enorme daño a la economía de Washington y a sus comunidades. Asimismo, no dejó duda de su intención de buscar la derogación del decreto porque "la decisión del presidente es ilegal". Agregó que "se separa a las familias de Washington, se perjudica a miles de residentes, se daña a la economía al golpear a diversas empresas y se socava el interés soberano del estado como lugar que da la bienvenida a inmigrantes y refugiados".

En otro día de hechos caóticos suscitados por el decreto que aprobó el presidente hace ocho días, el Departamento de Estado dio marcha atrás con la cancelación de las visas de ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Siria, Somalia, Sudán y Yemen, y numerosos viajeros de esas procedencias comenzaron a llegar a aeropuertos de distintos países para intentar tomar vuelos con destino a Estados Unidos. El cambio de situación indujo al presidente Trump a lanzar un duro ataque personal contra el juez Robart.

A primera hora de ayer, en un posteo en Twitter desde el lugar de descanso en West Palm Beach, estado de Florida, donde pasa el fin de semana, el presidente Trump reaccionó: "La opinión de este supuesto juez, que básicamente priva a nuestro país de aplicar la ley, ¡es ridícula y será anulada!".

La Casa Blanca anunció que dará instrucciones al Departamento de Justicia para que presente una apelación al fallo judicial por considerar que la veda al ingreso de ciudadanos de determinados países es legal y apropiada.

Trump hizo otros posteos en Twitter. "Cuando un país no puede decir quién puede y quién no puede entrar y salir, especialmente por motivos de seguridad, ¡hay un gran problema!". Asimismo, sostuvo que "es interesante que algunos países de Medio Oriente estén de acuerdo con la prohibición. ¡Saben que si se autoriza a ingresar a ciertas personas será muerte y destrucción!".

El juez Robart, quien fue designado por el presidente George W. Bush, declaró que el argumento del gobierno "de que debemos proteger a Estados Unidos de ciertos individuos" de siete países "no tiene sustento".

El Departamento de Seguridad Interior informó que había suspendido la implementación del decreto y mantiene la aplicación de los mecanismos habituales de inspección y contralor. Pero el departamento igual defendió el decreto como "legal y apropiado".

El caso que derivó en la decisión del juez Robart fue planteado por el estado de Washington y después fue acompañado por el de Minnesota.

En la noche del viernes, en una audiencia, Robart emitió la orden de suspensión transitoria del decreto por considerar que los estados que promueven la suspensión han sido agredidos por el decreto de Trump.

En la próxima audiencia judicial decidirá si amplía el período de suspensión del decreto.

El juez también dispuso que el gobierno no puede limitar la aceptación de refugiados, otra de las medidas adoptadas por el presidente con vigencia durante 90 días, pero que en el caso de los sirios es de carácter permanente.

Desde el 27 enero, fecha de vigencia de la veda a ciudadanos de los siete países de mayoría musulmana, fueron revocadas 60.000 visas que Estados Unidos había emitido. El Departamento de Estado precisó la cifra, debido a que un abogado del gobierno declaró el viernes pasado en una corte federal que se habían revocado más de 100.000 visas como consecuencia de la política definida por Trump.

La enorme diferencia de 40.000 visas es solo una muestra de la confusión generalizada sobre el decreto que aún tiene perplejos a abogados, funcionarios de migración y viajeros. "Está muy claro que no lo pensaron bien", estimó el juez Leonie Brinkema, de la Corte Federal de Distrito de Alexandria. "Como resultado ha habido caos".

Dos familias de Irán e Irak con un difícil recorrido.

El fallo del juez James Robart es el de mayor alcance hasta ahora. En función de decisiones anteriores de otros magistrados, Ali Vayeghan, de 61 años, oriundo de Irán, quien llevaba doce esperando para emigrar con su familia a Estados Unidos , y tenía permiso de residencia permanente (la llamada green card) finalmente pudo arribar al aeropuerto de Los Angeles. Originalmente fue rechazado en esa terminal aérea y enviado de vuelta en un vuelo a Dubái. En la confusión inicial, no se permitió el ingreso de residentes, pero después el gobierno aclaró que la veda no regía para ellos.

Otro caso es el del iraquí Fuad Sharef, su señora y sus tres hijos, a quienes se les impidió abordar un vuelo con destino al aeropuerto JFK de Nueva York. Pero, 24 horas después, les habilitaron a viajar. Son casos derivados de la confusión.

Diálogos con gobernantes.

Este fin de semana el presidente Donald Trump, que descansa en su lujoso club Mar-a-Lago, en Florida, sostiene diálogos telefónicos con figuras del ámbito internacional. Las conversaciones incluyen al primer ministro de Italia, Paolo Gentiloni, al presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, y al secretario general de OTAN, Jens Stoltenberg. Mañana visitará la base del Comando Central, en la ciudad de Tampa.

EL MINISTRO DE DEFENSA DE EE.UU. RATIFICÓ QUE IRÁN APOYA TERRORISMO.

Irán desafía con nuevo ejercicio militar.

Irán llevó a cabo ayer ejercicios militares con misiles, deteriorando las ya pésimas relaciones con Estados Unidos.

Irán es "el Estado que más apoya el terrorismo en el mundo", sostuvo el secretario de Defensa, James Mattis, durante una visita a Tokio.

Los ejercicios militares tuvieron lugar en la región de Semnan (noreste), un día después de que Estados Unidos impusiera nuevas sanciones a Irán en respuesta a un disparo de prueba de un misil balístico el 29 de enero.

Según los Guardianes de la Revolución (el cuerpo militar de élite iraní), estas maniobras tienen como objetivo mostrar "la total preparación para hacer frente a las amenazas" y a "las sanciones humillantes" adoptadas contra Irán.

Durante los ejercicios se iban a probar diferentes sistemas de radares y misiles de fabricación local, así como centros de mando, según Sepahnews, la página web de los Guardianes de la Revolución.

La lista de misiles utilizados, según Sepahnews, muestra que se trata de artefactos de muy corto alcance (75 kilómetros). Teherán afirma tener varios tipos de misiles, incluso de largo alcance (2.000 km) capaces de llegar hasta Israel, enemigo jurado de Irán, que no reconoce su existencia. Fuente: AFP

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Manifestantes expresaron oposición a veda transitoria de inmigración. Foto: Reuters

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