"No veo ninguna razón para renunciar, ni quiero renunciar", afirmó ayer tajante la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, al hacer frente a los rumores que especulaban con la posibilidad de incumplir su mandato —concluye en marzo de 2018— dada la baja aprobación que muestran las encuestas.

En una distendida conversación en el matinal "Mucho gusto" del canal Megavisión, la jefa de Estado enfatizó: "Yo voy a cumplir como corresponda, estoy muy comprometida con mi país, quiero a mi país".

Aunque evitó dejar traslucir su molestia por la serie de comentarios, que incluso han dañado su imagen, expresó que "sugiero a todo el mundo que no hagan caso de rumores. Me parece súper malo para el país que se inventen este tipo de cosas".

En agosto la mandataria anotó su más baja popularidad con un 20 por ciento, cifra nunca antes vista en la evaluación de un gobernante. El descenso en la adhesión a la médica pediatra comenzó en febrero pasado cuando se destapó el caso de corrupción que involucra a su nuera, Natalia Compagnon, casada con su hijo Sebastián Dávalos, y cuyo caso se encuentra en la Justicia.

Los sondeos, que ya advierten una recuperación en su popularidad y sus atributos, no han medido el impacto del terremoto del 16 de septiembre pasado en Coquimbo y la rápida reacción de las autoridades que han brindado seguridad a los habitantes.

La hija del general Alberto Bachelet manifestó no entender los rumores y consideró "raras" las razones para su supuesta dimisión al cargo que asumió en marzo de 2014. 

La crisis en Chile