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Ayudar a los desplazados en Sudán del Sur

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Durante una clínica móvil en Kier, el equipo de MSF examina el oído de un joven paciente ©Frederic NOY
In the village of Kier, during the weekly mobile clinic, the clinical officer, Tut Koang looks at the ear of a young patient, brought by his grandmother, sitting beside him.
Frederic NOY/Frederic NOY

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El equipo de Médicos Sin Fronteras trabaja con clínicas en barcos y autos para llegar a las poblaciones más vulnerables.

Durante una clínica móvil en Kier, el equipo de MSF examina el oído de un joven paciente ©Frederic NOY

Una clínica móvil llega al pueblo de Kier, a una hora y media en bote del condado de Akobo ©Frederic NOY

Río en los alrededores de Akobo, la localidad en la que MSF organiza clínicas móviles en siete sitios ©Frederic NOY

A la sombra, el equipo atiende a los que se han acercado a realizar sus consultas médicas en el pueblo de Kier ©Frederic NOY

El equipo móvil desembarca en Akobo, tras una jornada en la que se trasladaron a Nyokhan, un pueblo a 45 minutos en bote, para proporcionar cuidados médicos ©Frederic NOY

Un hombre mayor va a buscar sus redes de pesca con su bote en el río Pibor ©Frederic NOY

Fin del día a orillas del río Pibor. Las mazorcas de maíz cuelgan del árbol para secarse y protegerse de los animales ©Frederic NOY

En las orillas del río Pibor, en el pueblo de Kier, una manada de vacas llega para beber agua ©Frederic NOY

Mujeres jóvenes se reunieron en un establecimiento de salud en ruinas mientras esperan al personal médico de MSF, durante una clínica móvil en el pueblo de Kier ©Frederic NOY

Personal médico de MSF examina a Nyarvotjoack, de 19 años, durante una clínica móvil en la aldea de Meer ©Frederic NOY

Desde diciembre de 2013, debido al conflicto actual en Sudán del Sur, millones de personas se han desplazado de sus hogares. A día de hoy, muchos siguen haciéndolo. El centro de salud de Médicos Sin Fronteras en Akobo recibe a los que huyen del conflicto a diario. Huyen de noche, cuando los combates se suspenden durante por lo menos algunas horas. La mayoría son mujeres y niños que abandonan su hogar.

Debido al conflicto, las necesidades médicas son enormes. Médicos Sin Fronteras inició un nuevo proyecto en el país para las poblaciones desplazadas: clínicas móviles que viajan en barco o en auto y que unen siete localidades. También, la organización, está construyendo un centro de atención primaria en el pueblo de Kier capaz de ofrecer cuidados más avanzados.

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