CORONAVIRUS

Al igual que Nueva Zelanda, Australia fue elogiada por su gestión eficaz en el combate contra el COVID-19. Sin embargo, el miércoles de esta semana anunció 502 nuevos casos de coronavirus, la cifra más alta que se registró en el país. Además, las autoridades advirtieron que las próximas semanas serán críticas en la evolución de la pandemia en este país de Oceanía. 

Hasta este viernes hay 3.878 personas cursando la enfermedad y 217 hospitalizadas. El número de muertos es 139 y en las últimas 24 horas hubo 309 casos nuevos. El país tiene 25 millones de habitantes.

Australia vive ahora una segunda ola del nuevo coronavirus. El último pico fue el 28 de marzo, cuando se registraron 459 casos, según cifras reunidas por la AFP. Luego, de mediados de abril a fines de junio, la cantidad de casos nuevos diarios fueron bajos.

¿Qué fue lo que pasó? El país había logrado contener la propagación del virus hasta el punto de que pudieron levantarse las restricciones. Sin embargo, con el correr de las semanas creció nuevamente el número de casos.

El primer ministro de Victoria (sur), Daniel Andrews, dijo el miércoles que se necesitarán cambios de comportamiento. Allí fue donde se registró la mayor parte de los casos ese día.

Por lo tanto, en el caso de los habitantes de Melbourne, ciudad de ese estado, tuvieron que empezar a llevar tapabocas cuando salen de sus casas. Si no lo hacen, se exponen a una multa de US$ 142.

Un estudio demostró que el 90% de los enfermos diagnosticados en las últimas dos semanas no se aislaban entre el momento en que tienen síntomas y cuando hacen el test. Además, a la espera de los resultados, más de la mitad de los nuevos enfermos no observaron la cuarentena estricta.

Andrews también explicó que muchos trabajadores temporales no pueden obtener bajas por enfermedad y que están preocupados por la caída de ingresos. Sin embargo, recordó que podían pedir una ayuda pública excepcional de US$ 1.070 si enferman.

Las autoridades también están preocupadas por la propagación de la enfermedad entre la población más vulnerable por los brotes en las residencias de personas mayores.

A su vez, en seis prisiones hubo que confinar a los detenidos en sus celdas porque un guardián dio positivo.

Investigaciones publicadas esta semana demostraron que el nuevo brote de coronavirus está probablemente relacionado con la falta de medidas de seguridad en los hoteles, donde los australianos que volvieron al país llevaron a cabo la cuarentena.

Los estados vecinos cerraron sus fronteras con el de Victoria, pero sin embargo se detectaron casos en Nueva Gales del Sur.

La primera ministra de este estado, Gladys Berejiklian, dijo que las próximas semanas serán "las más críticas" desde hace meses. "Aún no estamos fuera de peligro, de ninguna manera, al contrario", dijo en una rueda de prensa.

Sídney tiene varios focos de contaminación, que las autoridades relacionan con la visita en un pub de un hombre de Melbourne que estaba enfermo.