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Atacante de Texas seleccionó a sus 10 víctimas fatales

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El joven Dimitrios Pagourtzis admitió el crimen. Foto: AFP

ESTADOS UNIDOS

El joven disparó contra con sus compañeros; era víctima de bullying.

El estudiante de Texas de 17 años acusado por la muerte de diez personas en la secundaria Santa Fe (Texas), confesó su crimen ante la Policía y dijo que perdonó la vida de las personas que le gustaban "para que pudieran contar" su historia, al parecer la de un adolescente víctima de bullying de parte de estudiantes y entrenadores.

De acuerdo a una versión policial, el joven Dimitrios Pagourtzis emitió "una declaración en la que admitió haber disparado a varias personas" en la escuela. Pagourtzis añadió que no le disparó a los estudiantes que "le gustaban".

Luego de la masacre, Pagourtzis intercambió disparos con agentes de policía durante unos 15 minutos y abandonó su intención de suicidarse. "Él no solo quería cometer la masacre, sino que también quería quitarse la vida tras el tiroteo", dijo el gobernador de Texas, Greg Abbott, y agregó que Pagourtzis dijo a las autoridades que "no tuvo valor" para hacerlo.

El joven está ahora en la cárcel del condado de Galveston sin posibilidad de salir bajo fianza. Las acusaciones que pesan sobre él son penadas con la condena a muerte, aunque los analistas señalan que por ser menor podría esquivar esa condena.

La última masacre con armas en Estados Unidos, la número 22 en lo que va de 2018, tomó por sorpresa a las autoridades del pueblo semirrural de Santa Fe, que aseguraron que el perfil del atacante no hacía despertar sospechas. "No hubo señales de advertencia", dijo el gobernador. En su historial no hay arrestos, ni antecedentes.

Si bien algunos compañeros contaron que Pagourtzis era acosado, también lo señalan como un estudiante de cuadro de honor y elogiado dentro del equipo de fútbol americano del colegio.

Adolescente "Nacido para matar"

Dimitrios Pagourtzis era un chico solitario y reservado y a menudo víctima de acoso, según un compañero de clase. Estaba fascinado por la historia imperialista de Japón y la cultura samurai. Le apasionaban los símbolos militares y solía llevar pines nazis y también lucía la hoz y el martillo comunista. En una publicación de Facebook de abril pasado, vestía una camiseta con la leyenda: Born to kill (Nacido para matar).

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