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Asamblea anual de la OMS pensando en la próxima pandemia

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Varios presidentes participaron en la apertura de sesiones de la OMS. Foto: AFP
A handout photograph taken and released by the World Health Organisation (WHO) on May 24, 2021, shows the Director General of the World Health Organization (WHO) Tedros Adhanom Ghebreyesus delivering a speech during the 74th World Health Assembly, at the WHO headquarters, in Geneva. - Vaccine sharing, strengthening the WHO and adopting a pandemic treaty were among proposals from world leaders on May 24, 2021 on how to halt the Covid-19 pandemic and prevent future health catastrophes. (Photo by Christopher Black / World Health Organization / AFP) / RESTRICTED TO EDITORIAL USE - MANDATORY CREDIT "AFP PHOTO / World Health Organisation / Christopher BLACK " - NO MARKETING - NO ADVERTISING CAMPAIGNS - DISTRIBUTED AS A SERVICE TO CLIENTS
CHRISTOPHER BLACK/AFP

GINEBRA

Está la convicción de que se necesita un tratado internacional para reforzar los poderes de la OMS ante la aparición de patógenos que amenacen la salud mundial.

La idea de que se necesita un tratado internacional que prepare al mundo para las próximas pandemias se abrió paso ayer lunes en la inauguración de la 74ª asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Detrás de esa posición está la convicción de que se necesita ese tratado para reforzar los poderes de la OMS ante la aparición de patógenos que amenacen la salud mundial.

“Somos partidarios de adoptar un tratado internacional que establezca los objetivos y principios fundamentales de la acción colectiva necesaria para atajar futuras pandemias”, dijo el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.

El presidente francés, Emmanuel Macron, sostuvo que la OMS debe ser “la brújula de la salud mundial” y que para ello los Estados deben acordar dotarla de poderes que le permitan responder a sus expectativas ante una crisis.

La canciller alemana Angela Merkel destacó que “la prioridad es permitir al mundo responder a las amenazas pandémicas lo más rápido posible” y apoyó la idea de crear un Consejo mundial de amenazas sanitarias para mejorar la prevención y las respuestas.

Una de las medidas más significativas que Francia apoya es que la OMS pueda enviar “misiones de reacción rápida” al terreno apenas se den las primeras señales de la aparición de un nuevo patógeno y esto sin necesidad de que el Estado en cuestión le dé una autorización previa.

El ministro de Salud de Suiza, Alain Berset, cuyo país acoge la sede de la Organización, consideró que el mundo necesita “una OMS más fuerte”.

“Todos esperamos mucho de la OMS y queremos que sea efectiva, pero para eso tenemos que darle nuestra confianza. También necesita una financiación independiente y predecible”, comentó, para dar enseguida su apoyo al tratado, cuyo inicio de negociaciones debe recibir luz verde en esta asamblea.

Solamente el 16% del presupuesto de la OMS procede de las cotizaciones obligatorias de los Estados.

“Estamos en guerra contra un virus. Necesitamos la lógica y la urgencia de una economía de guerra para aumentar la capacidad de nuestras armas”, aseguró el secretario general de la ONU, António Guterres, al iniciarse la reunión.

Apartheid de vacunas.

Durante las intervenciones se sucedieron los llamamientos a terminar lo que algunos denominaron “el apartheid de las vacunas”, que se manifiesta en que tres de cada cuatro vacunas contra el COVID-19 se han inoculado en solo diez países, algunos de los cuales incluso ya han abierto la vacunación a adolescentes y grupos de bajo riesgo, mientras en otros muchos países ni siquiera se ha podido vacunar al personal sanitario.

El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, pidió que los Estados apoyen la propuesta conjunta de su país y la India para derogar de forma temporal y limitada los derechos de propiedad intelectual que las farmacéuticas tienen sobre las vacunas, con el fin de que se produzcan más dosis a precios accesibles, una posición de la que se hizo eco el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Algunos dirigentes políticos pusieron de relieve “la duda de vacunarse” de mucha gente, un fenómeno que es tan peligroso como la propia pandemia” y que solo se puede contrarrestar luchando contra la desinformación y educando a las poblaciones.

La pandemia ha causado 167 millones de casos confirmados de COVID-19 y la muerte de 3,46 millones de personas en el mundo. El número de personas contaminadas en lo que va de 2021 ya superó al de todo el año pasado, mientras que al ritmo actual en tres semanas también se habrá superado el número de decesos de 2020.

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