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Armenia y Azerbaiyán se acusan de violar la tregua; se sigue buscando un alto el fuego

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Ganja: esperan noticias mientras rescatan gente entre escombros. Foto: AFP

CONFLICTO ARMADO

A pesar del fracaso de casi tres décadas de mediación, los diplomáticos quieren convencer a armenios y azerbaiyanos de que vuelvan a las negociaciones.

Armenia y Azerbaiyán seguían combatiendo en Nagorno Karabaj pese a un acuerdo de tregua humanitaria, negociado con mediación de Rusia, que debía estar en vigor el sábado.

El ministro armenio de Exteriores estaba en Moscú ayer lunes para una reunión con el Grupo de Minsk, copresidido por Rusia, Francia y Estados Unidos, mediador del conflicto. El ministro de Exteriores de Azerbaiyán participó en una reunión similar la semana pasada en Ginebra.

A pesar del fracaso de casi tres décadas de mediación, los diplomáticos quieren convencer a armenios y azerbaiyanos de que vuelvan a las negociaciones y pongan fin a los combates en curso, los más mortíferos en el conflicto de Nagorno Karabaj desde 1994.

Desde la capital separatista, Stepanakert, un periodista de AFP pudo oír ayer fuego de artillería procedente del suroeste de la autoproclamada república. Pero a diferencia de las noches anteriores, la ciudad se salvó de los bombardeos.

La tregua humanitaria, que se negoció en Moscú y que permitiría el intercambio de prisioneros y fallecidos, debería haber entrado en vigor el sábado, pero nunca se respetó.

Como es habitual desde la reanudación de los combates el 27 de septiembre, Armenia y Azerbaiyán se culparon mutuamente de las hostilidades y reivindicaron éxitos en el campo de batalla que no pudieron ser verificados independientemente. La situación en el terreno sigue siendo confusa.

El ministerio de Defensa de Azerbaiyán dijo ayer lunes en Twitter que las fuerzas separatistas estaban bombardeando los distritos de Goranboy, Terter y Agdam y que estaban “agotadas” y se retiraban en la región de Hadrut.

El centro de información del gobierno de Armenia aseguró por su parte que el ejército azerbaiyano se había visto obligado a retroceder y que había sufrido “numerosas bajas en términos de vidas humanas y equipo militar”.

Nagorno Karabaj, un territorio de población predominantemente armenia, declaró su independencia de Azerbaiyán luego de la caída de la URSS, desencadenando una guerra que se cobró 30.000 vidas en la década de 1990.

Azerbaiyán acusa desde entonces a Armenia de ocupar su territorio y los enfrentamientos armados son recurrentes.

Sin embargo, los combates que empezaron el 27 de septiembre entre las tropas separatistas -apoyadas por Armenia-- y Azerbaiyán -con e respaldo de Turquía- son los más graves desde de 1994.

la comunidad internacional ha expresado reiteradamente su preocupación por la reanudación de los combates y pide en vano una tregua.

Hasta ahora se registraron casi 500 muertos, incluidos unos 60 civiles, un número que en realidad podría ser mucho mayor ya que Azerbaiyán no reveló el número de sus militares muertos.

Cada bando afirma haber matado a miles de soldados enemigos y acusa al otro de ataques deliberados a zonas pobladas.

Azerbaiyán, que gastó mucho en armamento en los últimos años y cuenta con el apoyo de Turquía, advirtió que sus operaciones militares solo cesarán definitivamente en caso de que Armenia se retire de Nagorno Karabaj.

La comunidad internacional teme que el conflicto se internacionalice. Turquía alienta a Azerbaiyán a pasar a la ofensiva y Rusia tienen un tratado militar con Armenia.

También hubo acusaciones a Turquía de haber enviado combatientes proturcos desde Siria para luchar junto a los azerbaiyanos, lo que Azerbaiyán niega.

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