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Argentina acusa a Chile: quiere apropiarse de fondos marinos

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Visita de Alberto Fernández a Chile. Foto: EFE.
AM101. SANTIAGO (CHILE), 26/01/2021.- El presidente de Chile, Sebastián Piñera (d), conversa con el presidente de Argentina, Alberto Fernández (i), durante una visita oficial hoy, en el Palacio de la Moneda, en Santiago (Chile). Piñera recibió en Santiago este martes a su homólogo de Argentina, Alberto Fernández, quien arribó junto a la primera dama argentina Fabiola Yáñez, y una comitiva de ministros, gobernadores de provincias y legisladores, "con el objetivo de avanzar en la firma de convenios en diversas áreas de trabajo y fortalecer la relación bilateral", informaron fuentes oficiales. EFE/ Alberto Valdes
Alberto Valdes

INTERNACIONAL

El gobierno de Fernández rechaza un decreto del presidente de Chile, Sebastián Piñera, que amplió la plataforma continental del país trasandino.

El Gobierno de Argentina rechazó ayer sábado un decreto del presidente de Chile, Sebastián Piñera, que amplió la plataforma continental del país trasandino en los mares australes de modo tal que se superpone con la delimitación territorial argentina votada por el Congreso en 2020. La sorpresiva medida motivó contactos al más alto nivel de la administración nacional, que incluyeron al presidente Alberto Fernández y al canciller Felipe Solá.

De acuerdo con la Cancillería argentina, la resolución de Piñera -instrumentada por dos decretos del 23 de agosto- “claramente no condice con el Tratado de Paz y Amistad celebrado entre ambos países en 1984”, que clausuró el conflicto por el Canal de Beagle.

El rechazo del gobierno argentino a la resolución de Piñera no busca desatar un conflicto diplomático sino sentar una postura oficial, afirmaron los voceros gubernamentales consultados por este diario. Sin embargo, ya hubo contactos entre el presidente Fernández, el canciller Solá y el embajador en Santiago de Chile, Rafael Bielsa, para calibrar la dimensión de la avanzada chilena.

Los gobiernos de Argentina y Chile ya habían tenido un cortocircuito a principios de agosto, cuando un decreto de Fernández que fijó directivas militares contuvo un error sobre el estrecho de Magallanes, lo que motivó una protesta chilena.

Con ese antecedente, el Ministerio de Relaciones Exteriores sostuvo ayer sábado que la medida de Piñera “pretende proyectar la plataforma continental al Este del meridiano 67º 16’ 0, lo cual claramente no condice con el Tratado de Paz y Amistad celebrado entre ambos países en 1984”.

Acusa.

La Cancillería afirmó que “el límite exterior de la plataforma continental argentina en esta zona se refleja en la Ley Nacional 27.557, aprobada el 4 de agosto de 2020 por unanimidad en ambas Cámaras del Congreso de la Nación y promulgada por el Poder Ejecutivo el 24 de agosto de ese mismo año”. “La medida intentada por Chile pretende apropiarse de una parte de la plataforma continental argentina y de una extensa área de los fondos marinos y oceánicos, espacio marítimo que forma parte del Patrimonio Común de la Humanidad de conformidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar”, aseguró la Cancillería.

En la misma línea, sostuvo que “la pretensión chilena no es aceptable para la República Argentina y plantea una situación que corresponderá resolver a través del diálogo en defensa de los derechos argentinos; de acuerdo a la histórica hermandad de nuestros pueblos y el derecho internacional”.

Voceros del Palacio San Martín consultados por este diario atribuyeron la medida adoptada por Piñera al hecho de que Chile se encuentra en “pleno proceso electoral”, que lo llevará a renovar a sus principales autoridades este mismo año. Aunque el país vecino votó su propia ley de demarcación de la plataforma continental el año pasado.

Se trata, en rigor, de un asunto de alto impacto en Chile, a tal punto que el canciller trasandino Andrés Allamand había objetado la presentación que hizo Argentina ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (CLPC) de las Naciones Unidas. Para el funcionario chileno, esa comisión “no tenía competencia” para avalar la demanda argentina.

Protesta.

La Cancillería chilena remitió al embajador argentino en Santiago, Rafael Bielsa, sendas notas de protesta a raíz de la nueva demarcación argentina. De este lado de la Cordillera, la gestión Solá en el Palacio San Martín replicó que “la presentación oportunamente efectuada por el Gobierno argentino sobre dicha zona” ante la CLPC “se ajusta en todo al Tratado de Paz y Amistad” firmado en 1984, cuando se dio por cerrado el conflicto por el Canal de Beagle.

La postura argentina argumenta que la presentación nacional “fue aprobada sin cuestionamientos por dicha Comisión con los efectos de establecer un límite marítimo definitivo y obligatorio de conformidad con lo que indica la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar)”.

“Ni la presentación ni la decisión de la Comisión fueron objetadas por Chile”, aseguró la Cancillería.

Justamente ese punto es el que abrió la discordia interna en el país trasandino, donde sectores patagónicos y vinculados a las Fuerzas Armadas reclamaban al presidente Piñera que subsane el olvido de la diplomacia chilena ante la “nueva avanzada argentina”.

Conflicto surge hace doce años

El origen del conflicto data de 2009, cuando Argentina extendió la plataforma continental a las 350 millas náuticas, con aval de la Convemar. Ante el quedo chileno, los que presentaron su propia demarcación fueron los británicos, a partir de las Islas Malvinas, con lo que se desató una carrera estratégica por “la puerta de entrada a la Antártida”.

La alianza entre chilenos y británicos se mantiene a través del puente aéreo entre las Malvinas y Punta Arenas y del “libre tránsito” de los espacios marítimos que también abarcan a las islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur. Chile, a su vez, pelea por su propio acceso al territorio antártico.

3.725 casos nuevos; la tendencia es a la baja

Argentina informó ayer sábado de 3.725 nuevos casos de COVID-19, con lo cual el número total de positivos ascendió a 5.171.458, mientras que los fallecimientos suman 111.324, tras ser notificadas 54 muertes en las últimas 24 horas.

Las cifras marcan un descenso respecto a los positivos reportados el viernes, cuando se registraron 5.807 nuevos casos, aunque los fines de semana los números suelen ser menores.

Argentina registró un récord diario de contagios el 27 de mayo último, cuando se reportaron 41.080 casos, mientras que el mayor número de muertes en una sola jornada se verificó el pasado 22 de junio, con 792 fallecimientos.

En la provincia de Buenos Aires se contabilizaron ayer sábado 906 casos, en la central provincia de Córdoba 563, en la de Santa Fe (centro) 239 y en la capital del país 328.

De acuerdo con el informe diario del Ministerio de Salud, el número de pacientes con diagnóstico confirmado de COVID-19 que permanecen ingresadas en los CTI es de 2.808, por debajo de la marca de 7.969 del pasado 14 de junio.

El porcentaje de ocupación de camas de CTI por todo tipo de patologías es del 45,2% a nivel nacional y del 46%, si solo se considera Buenos Aires y su periferia.

Argentina ha tomado medidas para demorar la circulación de la variante Delta, pero el último registro del Ministerio de Salud reveló 202 casos, de los cuales 180 pacientes están relacionados con viajes al exterior, pero diez no tienen nexo ni con viajes ni con viajeros.

Argentina, con 46 millones de habitantes, sigue con la vacunación. Según datos oficiales, hasta el momento se han aplicado 41,40 millones de dosis, aunque se han distribuido 46,82 millones de vacunas en todo el país.

Un total de 27,7 millones de personas recibió la primera dosis de la vacuna, mientras que 13,7 millones de personas fueron inoculadas ya con la segunda.

(Con información de EFE)

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