PRESIDENTE BUSCA REELECCIÓN

Miles de personas se manifestaron ayer domingo en Brasil en apoyo al presidente Jair Bolsonaro y para protestar contra el sistema de votación electrónica vigente desde 1996. Reclaman que se emita un recibo para certificar el voto.

Las manifestaciones de resplado a la postura del mandatario se realizaron en al menos diez estados: Río de Janeiro, São Paulo, Brasilia, Alagoas, Bahía, Goiás, Maranhão, Minas Gerais, Pará y Roraima.

En Río de Janeiro, alrededor de 3.000 personas marchaban por la playa de Copacabana, la mayoría sin tapabocas y vestidas de amarillo y verde, los colores de la bandera brasileña.

“Lo que queremos es que los votos puedan ser recontados públicamente, que haya más transparencia, porque ya ha habido sospechas de fraude”, dijo a la AFP Ronaldo Calvalcante, un hombre de 46 años que se manifestaba en Río, recogiendo en sus palabras la opinión de los manifestantes.

En São Paulo, la movilización tuvo puntos de concentración con móviles que defindían consignas en la Avenida Paulista. Hubo fuertes crítricas al gobernador João Doria, debido a las medidas restrictivas de la circulación que ha aplicado y afectaron la economía de amplios sectores de la actividad paulista, así como al Tribunal Superior Electoral (TSE) y al Supremo Tribunal Federal.

Tampoco faltaron expresiones críticas contra el Partido de los Trabajadores y el ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, el posible rival de Bolsonaro en las elecciones presidenciales de 2022. Las encuestas le adjudican eventual ventaja a Lula en esos comicios.

El presidente Bolsonaro, quien busca la reelección en 2022, no pide que se vuelva a las papeletas de votación, sino que se imprima un recibo después de cada voto en la urna electrónica, con el fin de que puedan ser recontados físicamente.

En opinión de los analistas, lo que el mandatario está haciendo es preparar el terreno para impugnar el resultado en caso de derrota, como lo hizo el expresidente estadounidense Donald Trump, de quien Bolsonaro es un ferviente admirador.

El presidente no participó directamente de las manifestaciones, pero pronunció un discurso por videoconferencia, difundido en el acto realizado en Brasilia. “Sin elecciones limpias, no habrá elecciones”, afirmó Bolsonaro. “Nosotros, lo exigimos juntos, porque ustedes, en los hechos, son mi ejército, nuestro ejército, y vamos a hacer que se cumpla con la voluntad popular expresada al hacer el conteo de los votos. Juntos, haremos que sea necesario que se cuenten los votos en publico para que haya elecciones democráticas el año próximo”.

“Si ustedes lo desean, si después de esta jornada de manifestaciones que se realizan en diferentes lugares de Brasil, algunas autoridades continúan mostrándose insensibles, queda, en mi opinión, una última oportunidad, que es convocar al pueblo de São Paulo a congregarse en la Avenida Paulista. Pero, ese deseo de ustedes ya se está cumpliendo aquí en Brasilia”, indicó el presidente.

Agregó que hará “lo que sea necesario” para imponer la impresión de los recibos en papel para la votación electrónica.

Por la tarde, también se dirigió a miles de manifestantes reunidos en São Paulo, la ciudad más grande del país.

“La voluntad del pueblo debe prevalecer. Espero que después de esta manifestación esto se convierta en un hecho en Brasilia”, declaró, en alusión a la votación prevista el jueves en una comisión legislativa de un proyecto de ley que busca aprobar la impresión de recibos en papel por las urnas electrónicas.

Asimismo, poco después, en su cuenta de Twitter, Bolsonaro anunció que también se puso en contacto con los manifestantes en Belo Horizonte y Río de Janeiro. “Esta movilización es por el conteo público de los votos y la posibilidad real de que sean auditados”.

Criticó al presidente del TSE, Luís Roberto Barroso, al que acusó de estar en contra de la transparencia en las elecciones. “Por lo que sé, la mayoría del Tribunal está a favor del voto impreso. Un ministro que debería ser el primero en estar del lado de la transparencia en las elecciones, se encuentra exactamente del otro lado”, sostuvo.

El jueves, durante su Facebook Live semanal, el jefe de Estado habló durante más de dos horas sobre su convicción de que hubo fraude en las dos últimas elecciones presidenciales, afirmando que él debía haber ganado en la primera ronda en 2018.

Pero no presentó ninguna prueba de estos fraudes, mientras que el TSE asegura que el sistema actual es completamente transparente y nunca se ha visto empañado por irregularidades.

Hace tres semanas, Bolsonaro ya había despertado polémica cuando sembró dudas sobre la realización de las elecciones de 2022. “O hacemos elecciones adecuadas en Brasil, o no habrá elecciones”, dijo.

Calificó de “imbécil” al presidente del TSE, Barroso, quien estima que la impresión de los recibos en papel podría exponer el voto “a los riesgos de manipulación del pasado”.

Los partidarios de Bolsonaro se movilizan con frecuencia para expresar su apoyo al presidente, sobre todo después que hay movilizaciones contra el gobierno por el manejo de la pandemia.

El fin de semana pasado, decenas de miles de personas se manifestaron en Brasil para exigir la destitución de Bolsonaro, en protestas organizadas por grupos sociales y sindicatos y aunque no aparecía formalmente, por el PT. Objetan la política del gobierno sobre la crisis causada por el COVID-19.

Una comisión del Senado investiga denuncias de supuestos actos de corrupción del gobierno en la compra de vacunas, las que fueron rechazadas por Bolsonaro por no tener fundamento.