Publicidad

Antisistema y ultraderecha: la alianza atípica para Italia

Compartir esta noticia
Conte: tiene hasta la próxima semana para formar gobierno y ser ratificado por el Parlamento. Foto: AFP

LA EXPERIENCIA ITALIANA

El presidente encomendó a Conte formar gobierno como primer ministro.

Conte: tiene hasta la próxima semana para formar gobierno y ser ratificado por el Parlamento. Foto: AFP
VEA EL VIDEO. Foto: AFP

El presidente italiano, Sergio Mattarella, encargó ayer miércoles a Giuseppe Conte, un jurista propuesto por los antisistema y la extrema derecha, formar el próximo gobierno, tras 80 días de negociaciones después de las elecciones legislativas.

El Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la Liga, que disponen de una ajustada mayoría en el Parlamento, habían propuesto el lunes el nombre de Conte al presidente, pero Mattarella dudaba, poco convencido de la autoridad de este discreto jurista de 54 años sin experiencia política y con un currículum que despertó dudas. Será Conte, sin embargo, el encargado de formar un gobierno que ha sido objeto de duras negociaciones entre el M5S y la Liga.

Según los medios italianos, Matteo Salvini, el líder de la Liga, es el candidato para ocupar el ministerio del Interior, y Luigi Di Maio, líder del M5S, podría ocupar la cartera de Desarrollo Económico. Pero el nombre que más problemas plantea es el del candidato que la Liga quiere imponer como ministro de Economía: Paolo Savona, un exministro (1993-1994) de 81 años, que considera el euro como "una jaula alemana" para Italia.

Mattarella pedía garantías para el cumplimiento de los compromisos europeos e internacionales, y quería nombrar a un verdadero jefe de gobierno, capaz de dirigir y encargarse de la política del ejecutivo, como establece la Constitución.

"Soy consciente de la necesidad de confirmar el lugar de Italia en Europa y en el mundo", declaró Conte tras su entrevista de hora y media con Mattarella.

El programa común negociado por el M5S y la Liga promete dar la espalda a la austeridad y reducir el déficit con una política de crecimiento. También incluye drásticos recortes de impuestos y la reducción de la edad de jubilación. Unas medidas que preocupan en Bruselas, donde ayer miércoles el comisario europeo de Asuntos Financieros, Pierre Moscovici, pidió una "respuesta creíble" a la cuestión de la deuda pública italiana, que se situaría en 2018 en el 130,7% del PIB, según proyecciones de la Comisión.

Esta incertidumbre contribuyó al nerviosismo de los mercados financieros.

Bajo el impulso de la Liga, el programa de gobierno también incluye una firmeza sin precedentes contra la corrupción y un giro en materia de seguridad con un sesgo antiinmigrantes y antiislam.

Giuseppe Conte, nuevo primer ministro de Italia. Foto: Reuters
Giuseppe Conte, nuevo primer ministro de Italia. Foto: Reuters

Socios atípicos.

El nuevo gobierno que encabezará Conte será una experiencia completamente inédita en Italia, pues por primera vez dos fuerzas políticas atípicas llegan al poder para experimentar sus postulados: el M5S, nacido en 2009 como fuerza antisistema, y la Liga, que de partido separatista surgido en 1991 ha pasado a representar a los ultraderechistas.

Este experimento no será solo por la alianza entre dos partidos para gobernar, que es algo que suele hacerse en el país, sino porque para ambos será prácticamente su primera experiencia en el poder y les une solo un "contrato programático" diseñado en 10 días.

A la Liga, actualmente el partido más antiguo de Italia (una vez desaparecidos, reconvertidos o fagocitados los antiguos partidos que constituyeron la República en 1948), lo que ahora la define es su ubicación en un área ideológica xenófoba e identitaria que no existía en Italia, excepto algún partido posfascista.

Por su parte, el M5S nace de las mentes del "gurú" de la comunicación Gianroberto Casaleggio, fallecido en 2016, y de Beppe Grillo, cómico y agitador social con el objetivo de crear "una libre asociación de ciudadanos" y de acabar con los privilegios de la "casta" política.

Con Grillo ausente, que prefiere volver al perfil bajo y agitar a la opinión pública pero desde Internet, el nuevo líder Di Maio consigue el 32,7% de votos en las elecciones del 4 de marzo.

La agenda internacional no le da respiro

Giuseppe Conte, que llega al gobierno italiano propuesto por la derechista La Liga y el antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S), tiene que acelerar la formación de su gobierno ante las importantes citas internacionales que esperan a Italia. Conte deberá asistir a la reunión del G7 que se celebrará el 8 y 9 de junio en Canadá y que tiene como temas principales inversiones para el crecimiento, igualdad de género, los nuevos empleos del futuro y el cambio climático.

Pero la verdadera prueba de fuego para este nuevo Gobierno de tintes euroescépticos, a pesar del tono conciliador usado ayer por Conte, será la cumbre de la Unión Europea del 28 y 29 de junio en Bruselas donde se abordarán las políticas de inmigración, seguridad y defensa, y el presupuesto para la eurozona. Incluso antes, Conte podría participar a su primera reunión del llamado Cuarteto de Versalles, junto con el presidente francés, Emmanuel Macron; la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente español, Mariano Rajoy. El 11 y 12 de julio también está prevista en Bruselas la reunión de la OTAN.

El quinto en el cargo sin pasar por las urnas

Conte (foto central). De izquierda a derecha: Monti, Letta, Renzi y Gentiloni
Conte (foto central). De izquierda a derecha: Monti, Letta, Renzi y Gentiloni

El jurista Giuseppe Conte, quien hoy aceptó el encargo del presidente italiano, Sergio Mattarella, de formar gobierno, se convertirá, en caso de conseguir este objetivo, en el quinto primer ministro consecutivo en no ser elegido en las urnas, tras Mario Monti, Enrico Letta, Matteo Renzi y Paolo Gentiloni.

Se sigue así, al pie de la letra, el artículo 92 de la Constitución de Italia: "El Presidente de la República nombra al Presidente del Consejo de Ministros y, a propuesta de este, a los ministros". En un país donde se han sucedido 64 gobiernos en los últimos 72 años, la crisis económica y las leyes electorales han forzado aún más el complicado escenario político.

La serie de primeros ministros no elegidos la abrió Mario Monti, nombrado en 2011 para ese cargo por el entonces presidente de la República, Giorgio Napolitano, en sustitución de Silvio Berlusconi, quien había presentado su dimisión en noviembre de ese año empujado por una Bolsa de Milán que se hundía y la prima de riesgo que alcanzaba máximos históricos y amenazaba con hacer colapsar el país.

El 4 de diciembre, el excomisario europeo Monti recibía el encargo de formar un Ejecutivo tecnócrata para intentar sacar a Italia de la crisis económica. Tras trece meses al frente del Gobierno, Monti presentó el 21 de diciembre su dimisión, después de que el conservador Pueblo de la Libertad, el partido de su predecesor Berlusconi le retirara la confianza.

En las elecciones del 24 y el 25 de febrero de 2012, los resultados dieron como ganador en la Cámara de los Diputados al Partido Demócrata (PD), que, liderado por Pierluigi Bersani, no contaba con la mayoría en el Senado.

Esta debilidad hizo imposible que consiguiera el respaldo de la cámara alta para formar Gobierno y el presidente Napolitano zanjó la crisis política con el nombramiento de Enrico Letta, de 46 años y vicesecretario del PD, como primer ministro. El Ejecutivo de Letta duró 300 días y fue sustituido por Matteo Renzi que en febrero de 2014 se convirtió en el nuevo jefe de Gobierno.

Renzi dejó el gabinete el 5 de diciembre de 2016, al fracasar en el referéndum constitucional que había propuesto para cambiar, entre otras cosas, la composición del Parlamento.

Esta vez fue el nuevo presidente de la República, Sergio Mattarella, quien encargó al entonces ministro de Exteriores, Paolo Gentiloni, la formación de un nuevo Ejecutivo para concluir la legislatura.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

italiaLa LigamundoM5S

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad