El jefe de Gabinete argentino afirmó que Mauricio Macri (a quien nunca nombró) ganó por poca diferencia; "El 50% está de acuerdo con este gobierno y el 50 por ciento no", dijo.
El jefe de Gabinete de Argentina, Aníbal Fernández, interpretó que la elección del domingo, en la que Mauricio Macri fue electo presidente, terminó "prácticamente empatados" y consideró que "el 50% de la población está de acuerdo con este gobierno y el otro 50 por ciento no".
Lejos de una autocrítica, el funcionario de Cristina Fernández se ocupó esta mañana de detallar los supuestos "logros" de la administración que arrancó en 2003 y trató de resaltar una y otra vez que el balotaje terminó "con 700 mil votos de diferencia entre 25 millones".
Aníbal Fernández consideró también que el kirchnerismo entregará "un país distinto" y "sin conflictos". "Macri ganó 51,4 por ciento a 48,6 por ciento, solo 700 mil votos de diferencia, lo que muestra a las claras que nadie quiso sacar a nadie, que estamos en paridad de condiciones. Por supuesto uno gana y hay que reconocerlo con respeto y con seriedad", señaló.
En su charla habitual con los medios al ingresar a la Casa Rosada, el funcionario le deseó "lo mejor a quien tiene que conducir los destinos del país", por Mauricio Macri, se negó a hacer una autocrítica ("la tienen que hacer ustedes, no nosotros", les dijo a los periodistas) y resumió: "Salimos empatados".
"Si nosotros hubiéramos ganado por 700 mil votos, estarían los tanques en la puerta, los aviones dando vueltas por arriba, las denuncias hasta en la dirección electoral intergaláctica", ironizó el funcionario en su habitual conferencia de prensa antes de entrar a la sede del Gobierno.
Además, insistió en que "evidentemente es un empate" el resultado del balotaje y negó que se vaya a terminar el Frente para la Victoria tras la victoria de Macri: "¿Cómo se va a terminar el kirchnerismo si sacó el 50 por ciento de los votos?", planteó.
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