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Andalucía golpea al PP y al bipartidismo español

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El triunfo del socialista PSOE, el avance del izquierdista Podemos y la buena votación del grupo de centroderecha Ciudadanos en las elecciones del domingo en Andalucía ponen en una encrucijada al oficialista Partido Popular, ya acosado por denuncias de corrupción (ver aparte) y la crisis económica.

A menos de un año de las elecciones legislativas, el Partido Popular (PP) del jefe de gobierno Mariano Rajoy, en el poder desde finales de 2011, llegó segundo en esa gran región del sur del país, con 33 diputados en un parlamento regional de 109: 17 menos que hasta ahora y lejos de los 47 obtenidos por los socialistas del PSOE en su bastión histórico.

Pisándole los talones, el flamante Podemos entró en la cámara con 15 escaños y Ciudadanos, obtuvo 9.

Es el peor resultado del PP en Andalucía desde 1990 y una segunda advertencia tras su caía en las elecciones europeas de mayo, cuando perdió ocho escaños (16 frente a los 24 anteriores).

Rajoy.

Sin embargo, Rajoy que el domingo por la noche mantuvo una reunión de crisis con dirigentes del partido y dos ministros según varios medios, se mostró optimista sobre el futuro de su fuerza política.

"Seguimos trabajando pegados a la calle y defendiendo nuestros valores", escribió Rajoy en su cuenta de Twitter.

El mandatario se había implicado personalmente viajando cinco veces a Andalucía en los 15 días de campaña. Aún así, no logró convencer a los andaluces de dar la espalda a los socialistas, golpeados sin embargo por un inmenso escándalo de corrupción local, pese a la reactivación de la economía, con un crecimiento de 1,4% del PIB en 2014 tras seis años de crisis.

Sus correligionarios no compartían ayer el optimismo de Rajoy. Es un resultado "infinitamente peor del que podíamos esperar. Ninguna alegría por tanto de lo pasado", admitió el canciller, José Manuel García-Margallo.

El canciller reconoció que la política de recortes para combatir la crisis económica ha castigado al PP. "Se han tocado muchos nervios y entonces la gente no te vota", dijo Margallo.

El PP ha sufrido un "correctivo", reconoció el presidente del Congreso, Jesús Posada. Mientras tanto los adjetivos eran implacables en la prensa conservadora: "Descalabro" escribía El Mundo, "El PP se hunde" titulaba ABC, mientras La Razón fustigaba "un pésimo resultado sin matices ni paños calientes".

Debacle.

"La foto demuestra que el que tiene un gravísimo problema es el PP porque esto puede haber sido el inicio de una debacle", considera Fernando Álvarez Ossorio, profesor de Derecho Constitucional en Sevilla.

Para explicar lo ocurrido hay que mirar hacia el otro neófito en estas elecciones, aún poco conocido fuera de España debido al enorme interés suscitado por Podemos: Ciudadanos, un partido nacido en Cataluña en 2006 que aboga por la transparencia y la lucha contra la corrupción, lanzado ahora al ruedo nacional.

Su 9% de votos en Andalucía, difíciles de obtener para un partido considerado por muchos como "catalán", provienen en parte del electorado de derecha pero también de los indecisos que habrían podido decantarse por Podemos contra las políticas de austeridad del PP en una región con 34,2% de desempleo, muy por encima de la media nacional de 23,7%.

"Objetivamente, con un poco de distancia, si hace un año antes de existir Podemos nos dicen que ahora entraría un partido que se llama Podemos con el 15% de votos y otro, Ciudadanos, con el 9 o el 10, nos hubiese parecido una locura, un tsunami enorme", señala José Fernández-Albertos, politólogo del Centro Superior de Investigaciones Científicas.

Esta debilidad del bipartidismo reinante hasta ahora es un rompecabezas para Rajoy, que en mayo deberá hacer frente a elecciones municipales y regionales en 13 de las 17 comunidades autónomas, elecciones en Cataluña en septiembre (centradas en la independencia) y, a finales de año legislativas a nivel nacional.

Y en todas deberá gestionar además las tensiones internas de su partido: La Razón insistía ayer en la "necesidad de recuperar ciertos valores perdidos" en el PP, aludiendo al ultraconservadurismo que había abogado por casi prohibir el aborto.

Socialista.

La ganadora de los comicios fue la socialista Susana Díaz (40 años) que preside el gobierno regional desde septiembre de 2013, aunque llegó por la dimisión de su antecesor y que ahora ha superado el reproche de algunos de que era presidenta sin haber ganado en las urnas.

Díaz cuenta con importantes apoyos entre dirigentes históricos del PSOE, que son vistos como un eventual respaldo a su futuro salto a la política nacional.

Desde julio de 2014 el secretario general socialista es Pedro Sánchez (43 años), quien ayer ante la prensa eludió comentar si teme por su liderazgo.

Podemos dio un paso que no resultó tan largo.

Podemos, el nuevo partido que aparece en diferentes encuestas disputando al PSOE el papel de primer partido de la izquierda a nivel nacional, obtuvo el domingo 15 escaños en las elecciones regionales andaluzas.

Se trató de un buen resultado según los analistas, pero menor al vaticinado por las encuestas.

Una de sus principales dirigentes nacionales, Carolina Bescansa, reconoció ayer que aunque los resultados de las elecciones andaluzas han abierto un proceso de cambio irreversible, el paso dado por Podemos no ha sido lo "suficientemente largo" para liderar ese cambio, lo que sugiere un punto de insatisfacción.

Según Bescansa, "el sistema de partidos en Andalucía ha cambiado de manera irreversible, y las cosas no volverán a ser como hasta ahora. La puerta se ha abierto, el paso que se ha dado es incontestable".

PP mantuvo contabilidad en negro durante 18 años, concluye un juez.

El gobernante Partido Popular (PP) mantuvo durante al menos 18 años una contabilidad paralela al margen de la oficial, afirmó ayer el juez español Pablo Ruz al cerrar su instrucción sobre el caso.

El magistrado, que propone abrir juicio por este caso a tres exresponsables de la formación, considera que el PP "desde 1990 y hasta al menos 2008 se vino sirviendo de diversas fuentes de financiación ajenas al circuito económico legal", operando con "varios sistemas de cuentas que registraron corrientes financieras de entradas y salidas de dinero al margen de la contabilidad oficial declarada por el partido".

El juez Ruz considera que durante esos años el PP recibió donaciones y realizó distintos pagos por medio de esa caja "B", entre los que figurarían sobresueldos a altos cargos del partido o la reforma de su sede central en Madrid.

Ruz propone juzgar por delitos contra la Hacienda Pública a los extesoreros y al antiguo gerente de la formación conservadora, Luis Bárcenas, Alvaro Lapuerta y Cristóbal Páez. También considera a Lapuerta y Bárcenas responsables de apropiación indebida, al tiempo que saca de la causa a 22 imputados, entre ellos, empresarios que habrían hecho donaciones al PP y al exsecretario general del PP, Ángel Acebes. AFP

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