Pese a que su presa se alejó de la marca de US$ 100 millones, Liu Yiqian permaneció en calma. "Estaba al teléfono con la chica de Christie’s en Hong Kong, quien hacía las ofertas en mi nombre, y debido a que estaba tan nerviosa se le caía el telefóno", recordó Liu en su habitación de hotel en Pekín. "Le dije: ¿Por qué estás tan nerviosa? Soy el que pago y no estoy nervioso. Simplemente, cómpralo".
De esa manera, Liu se aseguró un retrato de una mujer desnuda recostada, realizado por Amedeo Modigliani, artista de comienzos del siglo XX, en una subasta que efectuó Christies en Nueva York, el 9 de noviembre. Durante la tensa venta que duró nueve minutos, superó a cinco rivales al ofrecer US$ 170,4 millones, incluyendo las comisiones. Es el segundo mayor precio que se ha pagado en la historia por una obra de arte en una subasta.
El precio más alto fue una pintura que Picasso realizó en 1955 titulada Les Femmes dAlger, que se vendió por US$ 179,4 millones, incluyendo comisiones, en una subasta de Christies, en mayo.
"No bien tuve conocimiento que había ido a un comprador asiático, sabía que era él", dijo Wang Wei, la esposa de Liu, que se encontraba en Hong Kong en el momento de la subasta.
Antes de esta compra, Liu y Wang, los dos de 52 años, ya se habían hecho un nombre en los círculos artísticos de China. Liu es uno de los más extravagantes integrantes del reducirdo círculo de grandes coleccionistas de arte de ese país. Provocó revuelo cuando compró una pequeña taza de porcelana de la Dinastía Ming por US$ 36,3 millones en una subasta de Sothebys y luego fue fotografiado tomando té en la antigua taza.
Wang es conocida como la impulsora y directora general del Museo Dragón que los dos tienen, en dos lugares, en Shangai. Durante más de veinte años, reunieron una colección mayoritaria de arte tradicional y contemporáneo chino. El objetivo es convertir el museo en un destino de clase mundial para competir con el Museo de Arte Moderno y el Museo Guggenheim de Nueva York. "Cada museo sueña con tener un desnudo de Modigliani. Ahora, un museo chino lo tiene", dijo Liu. "El mensaje para Occidente es claro: compramos sus edificios y empresas, y ahora compramos su arte".
Liu nació en una familia de trabajadores. Después de abandonar los estudios secundarios, vendió carteras de cuero y condujo un taxi. Al producirse el auge económico de China, Liu dijo que su suerte cambió con varias inversiones que le dieron resultado. Ahora preside el holding Sunline Group con intereses en la industria química y los desarrollos inmobiliarios.
Magnate, ex taxista, compró obra que todos quieren tener