La inteligencia alemana debió restringir drásticamente su cooperación con la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense, mientras se investiga su presunta cooperación en el espionaje a empresas y gobiernos aliados.
Según la prensa, desde esta semana quedó interrumpida la transferencia de datos entre ambos servicios.
Estas operaciones se centralizaban hasta ahora en el servicio federal de Inteligencia (BND), punto neurálgico para la cooperación entre los respectivos espionajes desde los acuerdos suscritos en 2002, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Esta cooperación quedó en entredicho a raíz del escándalo del espionaje masivo, a ciudadanos y gobiernos aliados, que también salpica a la canciller alemana Angela Merkel. EFE
Tras el escándalo