Publicidad

Alberto Fernández anuncia "querella criminal" por deuda con el FMI

Compartir esta noticia
Congreso argentino. Foto: AFP

ARGENTINA

Discurso en el Congreso argentino apunto al sistema judicial y a la gestión del expresidente Mauricio Macri.

El presidente Alberto Fernández abrió el año político ayer lunes en Argentina con un discurso en el Congreso que tuvo tres ejes: renovó las críticas a los jueces; prometió corregir los “errores” que llevaron al escándalo de la vacunación VIP; y anunció una “querella criminal” por el endeudamiento del anterior gobierno de Mauricio Macri con el FMI.

“La reforma del poder judicial en su más amplia dimensión también es una demanda impostergable de la sociedad en su conjunto”, sostuvo Fernández, quien presentó el año pasado un proyecto de reforma judicial, pendiente de debate en la Cámara de Diputados.

Fernández, con Cristina Kirchner sentada a su derecha como presidenta del Senado en su condición de vicepresidenta, dijo que su posición no pretenda favorecer a su ámbito político.

“Quisiera que en mis críticas al sistema judicial nadie vea rencor ni voluntad de favorecer a alguien. Hablo como lo que soy, un hombre que se ha criado en el mundo del derecho”, dijo.

Cristina Kirchner tiene nueve causas abiertas por supuesta corrupción durante sus dos periodos de gobierno, de 2007 a 2015.

“Asistimos a condenas mediáticas instantáneas y sin posibilidades serias de revisión”, objetó Fernández, en clara alusión a las acusaciones contra Cristina Kirchner.

“Vivimos tiempos de judicialización de la política y politización de la justicia, que terminan dañando a la democracia y a la confianza ciudadana porque todo se trastoca”, expresó.

El presidente pidió al Parlamento ejercer un “control cruzado” sobre el poder judicial y anunció que presentará este año una serie de proyectos que atañen a la Fiscalía y a la Corte Suprema de Justicia.

Vacunación VIP

Alberto Fernández se refirió también a la “obligación de corregir errores” en la campaña de vacunación contra el COVID-19, después del escándalo por el suministro irregular de vacunas a personas afines a su gobierno.

“Ningún Gobierno de la Tierra se puede otorgar el privilegio de no cometer errores, pero todo Gobierno sensible tiene la obligación de corregir esos errores para desterrar cualquier indicio de privilegios y falta de solidaridad”, afirmó.

También se refirió a las medidas que tomó con “mucho dolor”, como pedir la renuncia del ministro de Salud, Ginés García González por el escándalo de la vacunación VIP. “Aun cuando en lo personal me causaba mucho dolor, tomé las decisiones que correspondían”, agregó.

El mandatario aseguró que “las reglas se deben cumplir” en un plan de vacunación que avanza “semana a semana” y que Argentina está llevando adelante con las vacunas rusa Sputnik V y la china Sinopharma.

Fernández se refirió a las críticas de la oposición tras el anuncio del acuerdo con Rusia para la distribución de la vacuna, que incluyeron una acusación penal “por envenenar a la población”.

“Todos ellos, poco tiempo después y para el asombro colectivo, alzaban sus dedos acusadores reclamando que el supuesto veneno que suministrábamos era insuficiente”, aseveró.

“No llegué a la Presidencia para ser sordo a las críticas bien intencionadas, como tampoco llegué a la Presidencia para dejarme aturdir por criticas maliciosas”, concluyó Fernández.

El 19 de febrero se dio a conocer el escándalo de la vacunación VIP, por el que varias personalidades afines al Gobierno recibieron la vacuna saltándose el orden establecido.

El propio Gobierno dio a conocer una lista con 70 personas que formaron parte de esta vacunación irregular, entre las que se encuentran el expresidente Eduardo Duhalde y su familia y dirigentes peronistas como Carlos Zannini y Daniel Scioli, y sindicalista como Hugo Moyano y su familia.

"Querella criminal"

Fernández se mostró optimista con la recuperación del país y adelantó la presentación de una “querella criminal”, por el endeudamiento durante el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) con el FMI.

“He instruido a las autoridades pertinentes para que formalmente inicien querella criminal tendiente a determinar quiénes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra”, dijo el mandatario.

El objetivo de esta querella es que los responsables “rindan cuentas de sus actos”, dijo.

El presidente Fernández aseguró que el FMI impulsó el otorgamiento del préstamo, el mayor de la historia del organismo, para favorecer a Macri en “la búsqueda de su reelección” electoral.

“Los 44.000 millones de dólares se esfumaron antes que asumamos nuestras funciones en diciembre de 2019”, reprochó el mandatario.

Discurso "chato" y sin "nada de futuro"

El diputado Mario Negri, del opositor Juntos por el Cambio, calificó el discurso del presidente Alberto Fernández como “chato, cargado de incertidumbre” y sin “nada de futuro”, así como un “ataque brutal a la justicia” y su independencia. “Vino a hacerse aplaudir anunciando una denuncia penal por el endeudamiento contra el expresidente Macri”, afirmó Negri, y criticó que se obvie la deuda que dejó Cristina Kirchner. Por su parte, Alfredo Cornejo, presidente de la Unión Cívica Radical, lamentó que no hubiera autocrítica.

Frases más destacadas del discurso de Fernández

"Que en mis críticas al sistema judicial nadie vea rencor (...). Hablo como lo que soy, un hombre criado en el mundo del derecho”.

"Vivimos tiempos de judicialización de la política y politización de la justicia, que terminan dañando a la democracia y la confianza”.

"Todo Gobierno sensible tiene la obligación de corregir errores para desterrar privilegios y falta de solidaridad”.

"No llegué para ser sordo a las críticas bien intencionadas, tampoco para dejarme aturdir por criticas maliciosas”.

"Adiós a la promesa de abandonar la grieta"
Joaquín Morales Solá
Cristina Fernández de Kirchner junto a Alberto Fernández en el Congreso argentino. Foto: AFP

En el diario La Nación, el analista político Joaquín Morales Solá escribió que “el trazo grueso” del discurso del presidente Alberto Fernández en el Congreso argentino “fue un boceto perfecto de las posiciones de Cristina Kirchner”.

“El Presidente la sigue reconociendo como su jefa. Es una anomalía del sistema presidencial argentino que nadie sabe cómo ni cuándo se resolverá, si es que algún día se resuelve. La obsesión con la Justicia y con los medios periodísticos no era la obsesión de Alberto Fernández. Ahora lo es”, opinó.

El periodista dijo que “desde el primero hasta el último párrafo de su interminable discurso, el Presidente se encargó de flagelar al gobierno de Macri. Cada mención al presente tuvo su consecuente referencia al pasado macrista. Cada anuncio fue confrontado con lo que supuestamente hacía o dejaba de hacer Macri. Habló de Macri hasta cuando tomaba agua”.

Morales Solá dijo que Fernández “no es un neófito en político, y menos en política electoral. Sabía lo que estaba haciendo. Estaba mostrándole al público antikirchnerista quién es el referente de ese sector de la sociedad. Nunca se refirió ni aludió a Horacio Rodríguez Larreta o a María Eugenia Vidal, que tuvieron importantes funciones durante el gobierno del viejo Cambiemos”, explicó en referencia al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y a la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires.

Esa insistencia con Macri “es una decisión política y electoral. Aún así, sus palabras chocaron de frente con su promesa de abandonar la grieta. Profundizó todavía más lo que ya es un abismo que separa a cerca del 40 por ciento de la sociedad, si se juntan los dos bandos enfrentados. Llamó la atención que al final apelara al acuerdo y la unidad, justo cuando terminaba su discurso más confrontativo con la oposición. ¿Otra contradicción más en su camino de incoherencias? ¿O fue también un mensaje electoral para los argentinos que detestan la grieta? La última alternativa es la más probable”.

“El otro enemigo es el Poder Judicial. Pudo ser (y seguramente lo fue) un gesto de solidaridad con su socia y vicepresidenta, que la tenía al lado con cara de cansancio por la extensión del discurso. Los discursos largos son propiedad de ella, no de Alberto. Ella es la gran oradora de la política argentina, no su delfín”, escribió más adelante Morales Solá.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad